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El Museo Casa de la Ciencia de Sevilla celebra el 800 aniversario de Alfonso X El Sabio

El 15 y 16 de noviembre se celebrarán unas conferencias que tendrán como objetivo aportar una visión más personal, política y científica del Rey Sabio

El Museo Casa de la Ciencia de Sevilla celebra el 800 aniversario de Alfonso X El Sabio
R. S.

10 de noviembre 2021 - 10:42

El Museo Casa de la Ciencia de Sevilla ha programado un ciclo de conferencias para celebrar el 800 aniversario del nacimiento de Alfonso X El Sabio (Toledo, 1221 - Sevilla, 1284), que tendrán lugar durante los días 15 y 16 de noviembre. Respaldadas por profesionales en el ámbito de la historia, investigación científica, astronomía y filosofía y letras, las conferencias centrarán su contenido en la figura del Rey Sabio, destacando sobre todo sus Tablas Alfonsíes y la evolución de su influencia hasta nuestros días, unas tablas astronómicas que conformaron un puente intelectual entre los mapas celestes elaborados por la cultura helenística y el Renacimiento europeo.

Esas tablas representaron el culmen de la astronomía medieval y su uso se extendió hasta bien entrado el siglo XVII. El ser humano siguió elaborando tablas y mapas celestes, cada vez más completos y profundos hasta que en ese mismo siglo se introdujo el telescopio como instrumento científico que permitía cambiar el camino óptico y concentrar los rayos luminosos provenientes de los astros en un foco, consiguiendo de esta manera observar objetos más débiles y alejados. Sin embargo, la mayor revolución tecnológica llegó con la incorporación de la fotografía en la astronomía, a mediados del siglo XIX, que dio lugar al primer cartografiado del cielo, La Carte du ciel, diseñado y elaborado por un consorcio internacional, en el cual el Real Observatorio de la Armada de San Fernando jugó un papel fundamental. Hoy, dos siglos después, la misión espacial Gaia, heredera de La Carte du Ciel y de las Tablas Alfonsíes, construye el mayor mapa del cielo, mil millones de estrellas, con una precisión jamás alcanzada. Es una excelente razón para conmemorar el nacimiento del Rey Sabio.

La primera conferencia tendrá lugar el lunes 15 de noviembre a las 19:00 y se llamará El mapa del Cielo. Su ponente se tratará de Emilio J. Alfaro Navarro, Investigador Científico del CSIC en el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA) y especializado en el estudio de la Vía Láctea. “El 25 de julio de 2009, Año Internacional de la Astronomía, el editorial de The Guardian se refería así al hablar de la astronomía: 'Los astrónomos del mundo compiten, cooperan y conferencian entre ellos; son una comunidad global en el mejor sentido de la palabra, y les debemos nuestra comprensión del espacio y del tiempo, de la luz, de la masa y de la gravedad: en una palabra, todo'. Para comprender este «todo» la humanidad ha tenido que confeccionar mapas celestes que ayudarán a trazar nuestra tierra, medir el tiempo, materializar mitologías, desentrañar el espacio-tiempo y, sobre todo, conocernos a nosotros mismos. Hay cartas astronómicas que han desaparecido completamente pero que han dejado huella en otros libros, como imperdurables y generosos fantasmas. Incluso algunos han permanecido ocultos por siglos, transmutados en medios y formatos diferentes. Hablar de cartas celestes es hablar de ciencia, de historia, de reyes y viajes”, afirma Emilio J. Alfaro Navarro.

Otra de las conferencias que se impartirán durante los días de celebración del aniversario será Alfonso X, éxitos y fracasos del Rey Sabio, 1252-1284, impartida por Manuel García Fernández, Catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Sevilla (US) y especializado en Historia de la Andalucía Cristiana del Valle del Guadalquivir. Se realizará el lunes 15 de noviembre a las 19:30 horas. “Alfonso X, el Sabio, rey de Castilla y León, el más universal de los reyes medievales hispánicos, fue un monarca de una personalidad indiscutible para la historia medieval de España y también de Europa, lo que explicaría, en gran parte, la abundante bibliografía al respecto. De suerte que al día de hoy estamos muy bien instruidos sobre su prolija y densa tarea de gobierno tanto en la esfera de la administración política del reino como en su vasta gestión cultural y científica. Las muchas perseverancias instructivas y también algunas otras incertidumbres políticas que caracterizaron su vida y su reinado (1221/1252-1284) reflejaron, desde luego, los éxitos y también los fracasos del rey; y no sólo en la esfera de las relaciones públicas del poder, las propias de un soberano del reino de Castilla y León, sino también en las de un hombre, ciertamente sabio y adelantado a su época, en los aspectos más domésticos de su vida familiar y privada. Alfonso X, el Rey Sabio, fue un monarca culto y exquisito, protector de poetas, intelectuales, científicos, juristas y artistas europeos, generoso con sus amigos y sus privados, pero al mismo tiempo riguroso con sus enemigos. No obstante, fue siempre un personaje controvertido, ya en su propio tiempo, caracterizado además por una evidente liberalidad, no exenta de cierta soberbia y jactancia personal que algunos contemporáneos reconocieron ya con admiración ya con desdén. Lo que ha suscitado intensas polémicas entre los cronistas, analistas e historiadores del monarca hasta fechas muy recientes. Un rey de actuación política tal vez discutible, o mejor desatinada, en el reino de Castilla y en Europa; matizada sin duda por fracasos importantes y sonados como el fecho del Imperio, el problema mudéjar, el enfrenamiento con la alta nobleza y la crisis familiar y sucesoria. Pero también con éxitos políticos muy brillantes como la repoblación de Andalucía y Murcia, la fijación de las fronteras con el reino vecino de Portugal -poniendo fin a la agria cuestión del «dominio del Algarbe»- y también con la Corona de Aragón; lo que acrecentaría su prestigio en la Península Ibérica. Pero, sobre todo, un monarca de una imponente obra legislativa, literaria, humanística y científica, más allá de las incompetencias ideológicas de algunas fábulas y leyendas alfonsíes alimentadas por refractarios enemigos. En cualquier caso, la posible «leyenda negra» sobre la vida privada del rey Alfonso X no empañaría nunca en la historiografía alfonsí de todos los tiempos la grandeza de su obra regia en su conjunto, y sobre todo las brillantes empresas literarias, artísticas y especialmente científicas que alentó durante su reinado y que incluso sus enemigos reconocieron por toda Europa durante siglos”, manifiesta Manuel García Fernández.

El ciclo de ponencias continúa con Francisco José González González, Doctor en Filosofía y Letras por la Universidad de Cádiz y Funcionario del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos. Su conferencia se llamará Catalogando estrellas con el astrógrafo: la aportación española al proyecto internacional de la Carta del Cielo (1887-1967) y tendrá lugar el martes 16 de noviembre a las 19:00. “La posibilidad de utilizar la fotografía en las observaciones astronómicas fue adivinada desde los primeros ensayos de los fotógrafos a mediados del siglo XIX. Después de su aplicación en algunos trabajos aislados, y como consecuencia de las experiencias realizadas en el Observatorio de París en 1884, fue tomando cuerpo la idea de elaborar una carta general del cielo con ayuda de la fotografía. Poco después, en 1887, el director del Observatorio de París convocó a sus colegas de otros observatorios para la celebración del Congreso Astrofotográfico Internacional, en el que se acordó catalogar los astros de la bóveda celeste mediante la utilización de la fotografía astronómica en un gran proyecto internacional conocido desde entonces como la “Carte du Ciel”, en el que participaron 18 observatorios de todo el mundo. El representante español en esa reunión internacional fue Cecilio Pujazón, director del Observatorio de San Fernando. A su regreso de París informó a sus superiores sobre los acuerdos tomados en el Congreso para la construcción de una carta fotográfica del cielo y la conveniencia de la participación de España en dicha empresa. Una vez aceptada su propuesta, gran parte del personal del Observatorio dedicó su trabajo durante décadas a la ingente tarea acordada en París. El resultado de este trabajo quedó plasmado en más de 2.500 placas fotográficas, de las que se extrajeron los datos para los seis volúmenes del “Catálogo Astrofotográfico para 1900. Sección del Observatorio de Marina de San Fernando. Declinación de -3º a -9º (San Fernando, 1921-1929)” y las imágenes de las 720 hojas impresas de la Carta Fotográfica del Cielo”, confirma el ponente Francisco José González González.

La ponencia que cerrará este ciclo estará impartida por Emilio J. Alfaro Navarro, quien también lo inauguró. Se realizará el mismo día 16 a las 20:00 y llevará el nombre de La misión Gaia: un ángulo y una Galaxia: “Hay veces en que el mayor avance de una ciencia se basa en la medida de una variable familiar, casi un problema de escuela: ¿cuánto mide un ángulo? La misión espacial que está revolucionando la astrofísica del siglo XXI y cuyos resultados parecen afectar a todas y cada una de las ramas del saber astronómico, se basa en la medida de ángulos, algo que parece fácil pero que ha necesitado de la tecnología más vanguardista a nuestra disposición para crear el mapa del cielo más preciso que hubiéramos podido imaginar. Este mapa celeste, que engloba muchas propiedades físicas, se ha nutrido del trabajo de sus antecesores, entre otros de la Carta del Cielo y de las Tablas Alfonsíes. Gaia también se apoyó en hombros de gigantes”.

Todo el ciclo de conferencias contará con entrada gratuita hasta completar aforo.

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