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Multitudinario recibimiento a los tres bomberos de Grecia

Son recibidos como héroes al grito de: "¡Culpables las bombas, no los bomberos!".

Participa quiere que el Consistorio pague la fianza de los bomberos detenidos en Lesbos
Cristina Díaz, Sevilla

19 de enero 2016 - 23:11

Un recibimiento multitudinario en el aeropuerto de San Pablo al grito de "¡Culpables las bombas, no los bomberos!". Los tres agentes detenidos en Lesbos regresaron por fin a su tierra tras la desagradable experiencia de ser detenidos en Grecia cuando socorrían a los refugiados, acusados de tráfico de personas y de posesión de armas. Decenas de familiares, compañeros de uniforme y profesionales de los medios de comunicación -más de doscientas personas en total- esperaban a los agentes en la sala de llegadas nacionales del aeródromo, después de que los tres sevillanos cogieran el vuelo que partía de Barcelona, adonde habían llegado por la tarde procedentes de Atenas. De Lesbos a Atenas llegaron en ferry. En total, un periplo de 24 horas.

Aparecieron con los rostros visiblemente fatigados. Los reporteros gráficos estaban en primera fila, junto a los compañeros de la ONG que han gestionado desde Sevilla los tramites relacionados con las detenciones. Durante la espera se sucedieron los testimonios de reconocimiento, como el de Martín González, bombero de Sevilla: "Nuestros bomberos son un ejemplo de lo que hay que hacer, no los políticos. Los detuvieron porque no quieren que vayan a actuar allí, no quieren que se sepa lo que está ocurriendo".

Asunción Guzmán, madre de Julio Latorre: "Mi hijo tiene un espíritu aventurero, es el más valiente de mis tres hijos, y se lo debe a sus profesores. Sé que, después de esto si le dicen que vuelva, vuelve sin pensárselo". Carmen González, madre de José Enrique Rodríguez, uno de los detenidos, no ocultaba la amargura que ha sentido toda la familia: "Ha sido muy duro, nos temíamos lo peor". Gabriela García Santos, novia de José Enrique, precisaba los sentimientos de contradicción vividos durante la detención: "Yo estaba en un curso de formación de mi trabajo cuando me enteré. Tenía muchas llamadas perdidas y me asusté. Hemos recibido mucho apoyo de sus compañeros -añadió- pero estábamos intranquilos porque en un juicio nunca se sabe".

Los principales protagonistas no pronunciaron grandes declaraciones. El jueves hablarán en una rueda de prensa. Son prudentes: "La situación de allí es complicada, pero teníamos todos los permisos". La noche de ayer era para recibir el calor de los familiares y el cariño de sus compañeros. Manuel Blanco, sargento de Bomberos de la Diputación de Sevilla, jefe del equipo y uno de los tres fundadores de la ONG, recibía el abrazo de su pequeño hijo Manuel, alzado en sus brazos: "No me suelta, no me deja, yo tampoco quiero dejarlo a él". Acertaron a referir, con evidentes muestras de aturdimiento, el fuerte cansancio que acumulaban y a comentar que lo importante ahora es estar con la familia para compensar el sufrimiento de estos días.

Atrás quedaron 65 horas en un calabozo con unas "condiciones de salubridad bastantes cuestionables" -según manifestó en su día a este medio Manuel Blanco, uno de los tres arrestados- y más de diez horas de declaración ante la justicia helena, en la que participaron, a favor de los acusados, tres diputados de Syriza, la coalición que gobierna en Grecia. Pese a que el juez instructor del caso les declaró en libertad sin cargos, esta pesadilla aún no ha concluido. La investigación permanece abierta. En este sentido, el grupo municipal Participa Sevilla critica que "continúe la criminalización" de la asistencia humanitaria que realiza la asociación sevillana. "Un día como hoy, que debería ser festivo por la llegada de los tres bomberos, no lo es completo", señaló ayer Cristina Honorato, portavoz adjunta de Participa Sevilla, tras conocer que las autoridades griegas "se niegan a permitir la libre circulación de los integrantes de Proem-Aid en el Mediterráneo para poder realizar sus tareas de asistencia y auxilio a todas las personas que intentan encontrar en Grecia y en Europa refugio".

La ONG sevillana, además, debe abonar en el plazo de un mes un depósito de 15.000 euros, 5.000 por cada uno de los detenidos, como garantía de que Manuel Blanco, Julio Latorre y José Enrique Rodríguez volverán a Grecia si la Justicia los reclama.

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