Multas a partir de este otoño por contratar a prostitutas en la calle

El gobierno local ultima una ordenanza que sancionará a los clientes de servicios en la vía pública · La norma llega con varios años de retraso · Nervión, Alcosa y Su Eminencia son las zonas más afectadas

Una joven ofrece sus servicios ante el paso de un patrullero de la Policía Nacional, ayer en Su Eminencia.
Fernando Pérez Ávila / Sevilla

08 de septiembre 2009 - 05:03

El Ayuntamiento de Sevilla multará a partir de este otoño a los clientes de la prostitución callejera. Ésta es la previsión con la que trabajan los técnicos de las delegaciones implicadas en la elaboración del plan especial contra la prostitución, que el Consistorio confía en implantar a finales de este mismo mes de septiembre. Este proyecto tiene su base jurídica en la ordenanza municipal que sancionará a todos aquellos ciudadanos que contraten los servicios que las prostitutas ofrecen en la calle.

La ordenanza que multará a los clientes de la prostitución callejera llega con años de retraso. Lo hace después de que el gobierno local decidiera sacar la materia de la actual ordenanza antivandálica y crear una normativa específica para la prostitución. Los responsables municipales están debatiendo ahora la cuantía de las multas que se impondrán a los infractores, que bien podrían oscilar entre los 750 y los 3.000 euros atendiendo a las cantidades que fueron propuestas en su día para el borrador de la ordenanza antivandálica.

El fenómeno de la prostitución callejera es un problema permanente en determinadas zonas de Sevilla y ha rebrotado en otras en los últimos años. Nervión, Alcosa o Su Eminencia son algunos de los barrios más afectados por esta lacra social. Desde principios de año, la Policía ha incrementado su presencia de manera notable en calles como Santo Domingo de la Calzada, en Nervión, donde se ejerce la prostitución callejera con asiduidad desde hace más de quince años. El último control, llevado a cabo de manera conjunta por la Policía Local y la Policía Nacional, se realizó la noche del jueves al viernes pasado. Los agentes permanecieron en esta calle y sus inmediaciones desde las once de la noche hasta las tres de la madrugada e identificaron a cuatro personas que presumiblemente tenían intención de contratar los servicios de alguna prostituta.

Mientras no esté en vigor la ordenanza, la Policía no puede poner en práctica otro tipo de medidas. En España no es delito ejercer la prostitución ni tampoco lo es contratar servicios sexuales. Sólo está penado el proxenetismo, que también existe en las calles de Sevilla. Los vecinos de Santo Domingo de la Calzada han detectado la presencia de proxenetes que se colocan en un extremo de la calle preparados para abordar a aquellos clientes que se hayan marchado sin pagar o que hayan intentado agredir físicamente a las prostitutas.

La presencia policial ha servido para rebajar la actividad de las prostitutas, que suelen optar por marcharse al ver a los agentes. La explicación es sencilla. El 80% de las mujeres que ofrecen sus servicios son extranjeras y la mitad se encuentran en España en situación irregular, según un estudio de la ONG Médicos del Mundo. De ahí que sean muy pocas las que se atrevan a ejercer la prostitución ante la mirada de la Policía. Según los vecinos de Nervión, la presencia policial rebajó el número de mujeres que vendían sus cuerpos en la calle, pero en verano el fenómeno rebrotó cuando los patrulleros no aparecían por Santo Domingo de la Calzada.

Un problema similar es el que sufren los vecinos de Su Eminencia y de Alcosa, si bien es cierto que las prostitutas que tratan de ganarse la vida en estos barrios lo hacen generalmente en solares o lugares apartados de las viviendas. En Alcosa es frecuente encontrar a estas mujeres junto a la explanada en la que los fines de semana se organiza el mercadillo y en Su Eminencia se ofrecen a lo largo de la carretera. También hay una zona próxima a esta en la que trabajan, como es las inmediaciones de un centro comercial de Montequinto.

El espíritu de la ordenanza municipal contra la prostitución es proteger a las mujeres y castigar a los clientes y a los proxenetas. Próximamente está previsto que se reúna la comisión que ha elaborado la normativa para decidir qué sanciones económicas se imponen a unos y otros. A la entrada en vigor de la ordenanza le acompañan un paquete de medidas sociales encaminadas a proteger a las prostitutas, que percibirán ayudas económicas y cursos de formación.

El plan especial contra la prostitución es pionero en España, donde sólo algunas ciudades cuentan con ordenanzas en esta materia. En todos los casos se prohíbe la prostitución y se multa a las mujeres que la ejercen, que no serán perseguidas en Sevilla. En Barcelona -donde esta semana se han sucedido las redadas de la Policía después de que el comercio sexual se desarrollara a pleno luz del día en la calle- las trabajadoras sexuales pueden ser multadas con sanciones que oscilan entre los 120 y los 750 euros. En la práctica la normativa se ha traducido en que hay prostitutas que acumulan más de cuarenta multas y que no las pueden asumir por tratarse de personas insolventes, por lo que siguen ejerciendo.

El Ayuntamiento no puede prohibir el comercio sexual en burdeles, pero sí tratará de incrementar el control sobre estos locales y, sobre todo, velar porque no se den casos de explotación a las extranjeras.

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