Muere un hombre tras ser reducido por la Policía Local en la Macarena
El fallecido, de 37 años, estaba fuera de sí, posiblemente por efecto de las drogas.
Un hombre de 37 años falleció la tarde del lunes en la Macarena después de ser reducido por la Policía Local. Sufrió una parada cardíaca cuando se encontraba detenido a la espera de que llegara una ambulancia que lo atendiera y lo trasladara al hospital. La víctima, identificada mediante las iniciales M. B. M., es una persona con antecedentes por diversos delitos y consumidor habitual de drogas. Todo apunta a que habría ingerido una elevada cantidad de estupefacientes la tarde del lunes, si bien este extremo ha de ser confirmado por los resultados de la autopsia.
Los hechos ocurrieron a las siete y media de la tarde en la calle Doctor Leal Castaños, la prolongación de la Ronda de Pío XII hacia el Hospital Virgen Macarena. El hombre andaba descalzo y con los pies ensangrentados por medio de la avenida, poniendo en peligro su vida y la de los conductores de coches y motos que circulaban por ella. Varios testigos avisaron de lo que ocurría a la Policía Local, cuya comisaría de distrito está situada en la calle Jorge de Montemayor, a escasos 200 metros de la calle por la que deambulaba el hombre.
Según informaron ayer a este periódico fuentes municipales, varios agentes se acercaron hasta la avenida y vieron, efectivamente, a un individuo que se encontraba muy alterado, golpeando los coches y las motos y realizando muchos aspavientos. Los policías trataron de calmarlo dialogando con él, pero no tuvieron éxito. El hombre se encontraba muy nervioso y alterado, completamente fuera de sí, golpeando el mobiliario urbano y derribando las motos que estaban aparcadas en la acera. Luego comenzó a agredir a los agentes y a algunos viandantes que presenciaban la escena.
Ante la imposibilidad de calmarlo, los policías locales se vieron obligados a reducirlo, para lo que fueron necesarios al menos seis funcionarios. Lo tumbaron en el suelo y le engrilletaron las manos, para mantenerlo inmovilizado hasta que llegara una ambulancia que lo atendiera y trasladara después al hospital. Mientras esperaban la ambulancia, el hombre sufrió una parada cardiorrespiratoria, que le causó la muerte prácticamente inmediata. Los servicios de emergencias sanitarias del 061 llegaron unos minutos después y montaron incluso un hospital de campaña para tratar de reanimarlo durante más de una hora, pero finalmente sólo pudieron certificar la defunción.
Las fuentes del Ayuntamiento de Sevilla consultadas por este periódico recalcaron ayer que los agentes de la Policía Local que intervinieron no hicieron uso de la violencia y se limitaron a seguir el protocolo establecido para estos casos. Según explicaron, los policías no golpearon al individuo y únicamente lo engrilletaron para mantenerlo inmovilizado mientras llegaba la asistencia sanitaria, tal como marcan las instrucciones dadas a los agentes para el trato con personas fuera de control.
Una vez que se confirmó el fallecimiento, el juez de Guardia abrió una investigación para esclarecer las causas de la muerte. El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional y un equipo de la unidad científica de este cuerpo estuvieron inspeccionando el escenario de los hechos. Los investigadores están ahora a la espera de los resultados de la autopsia, que determinarán si el hombre había consumido algún tipo de estupefaciente antes de la muerte, que le hubiera provocado el estado de agitación y nervios que padecía.
A la espera de la prueba forense, la primera hipótesis que maneja la Policía es que la víctima padeciera un trastorno mental que se agravó con el consumo de drogas. Algunas fuentes apuntaron incluso que podía haber ingerido la conocida como droga caníbal, llamada así porque genera una reacción a quien la consume que le hace morder indiscriminadamente a toda persona con la que se cruza.
El fallecido tenía seis antecedentes por lesiones, robo con violencia y allanamiento de morada, así como una orden de alejamiento en vigor de su madre y de su hermana. Antes de que saliera a la calle la tarde del lunes, había protagonizado una pelea con sus dos compañeros de piso.
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