"Monteseirín tiene un problema de talante. Ha perdido el pulso de la calle"

Juan Ignacio Zoido, portavoz del PP municipal

El portavoz municipal del PP afirma estar cansado de oír al alcalde decir que está transformando Sevilla: "Voy a muchos sitios y lo que me dicen es que la ciudad no funciona o que en su barrio no hay quien viva".

Juan Ignacio Zoido, el jueves, en el Parlamento andaluz, situado en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas.
Juan Ignacio Zoido, el jueves, en el Parlamento andaluz, situado en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas.
Carlos Mármol

27 de junio 2009 - 05:03

El encuentro se celebra en su despacho oficial en el Parlamento andaluz. Posa muy sonriente para las fotos. Después, elige mesa en vez de sofá para hablar. Al principio y en mitad de la entrevista se marcha a la carrera al salón de Plenos para poder votar. Pide disculpas. Dispara sus mensajes de forma rotunda.

-¿Cómo contempla la ciudad en el ecuador del mandato?

-Creo que se han perdido dos años más para el progreso de Sevilla. Lo digo desde el punto de vista del diálogo social e institucional. Monteseirín lleva mucho tiempo sin ejercer esta función. No existe buen clima, y eso ayuda poco si lo que se buscan son acuerdos. La soberbia y la prepotencia impiden que Sevilla pueda progresar. Sin la ayuda de los vecinos y de otros grupos políticos, los grandes proyectos se ralentizan.

-Sobre la crisis...

-Nuestra ciudad no ha sabido responder con la celeridad necesaria a esta crisis. El PSOE empezó por no reconocerla. Yo creo que Monteseirín no ha sabido ayudar a que algunos sevillanos no lo pasen tan mal.

-Ve algún cambio a la vista.

-No. Los grandes asuntos pendientes siguen siendo los mismos: inseguridad, paro, limpieza, caos de tráfico y la existencia de ese chabolismo que no terminamos de erradicar. Hay muchos inmigrantes en la calle, lo que implica problemas de conviviencia. Igual que hace justo dos años. No se ha resuelto nada y lo más triste es que hay asuntos a los que no se les ninguna solución.

-¿La ciudad funciona?

-Sevilla, como ciudad, no funciona. La única obra que se ha acometido en estos dos años ha sido el cambio de sentido en la Ronda. Allí se ha resuelto el problema, pero sobre la base de derivarlo a otras zonas. Es la única medida digna de valoración. Y aún así, faltó el diálogo y hubo mucha improvisación. Yo soy partidario del sentido único, pero creo que no hubo previsión. Si hubiera habido algo más de diálogo y coordinación no se habrían causado tantos perjuicios a los vecinos.

-¿Al alcalde le falta talante?

-Basta ver la contestación vecinal que existe en muchos barrios para contestar a eso. El punto fuerte de Monteseirín no es el diálogo ni el talante. Le tiene perdido el pulso a la calle. Aunque también tiene un problema de capacidad. Las dos cosas.

-¿Considera que el gobierno local asume bien estas críticas?

-Yo lo que veo, en general, es incapacidad para gestionar los grandes problemas de Sevilla. Por ejemplo, el plan de aparcamientos. Se pidió dinero a los vecinos y se cogieron asignaciones para reservas las plazas y, hoy por hoy, no hay ningún párking en marcha. Igual ocurre en la Encarnación. Siempre he dicho que no compartía ese proyecto en ese lugar; en otro hubiera sido mucho mejor. Al final, con independencia de la dificultad técnica, me parece que a la zona no se le están dando las soluciones que necesita. También ocurre con la paralización de Los Gordales: me parece lamentable que la Junta haya consentido la paralización de esste suelo porque el gobierno del PSOE exija más edificabilidad de la asignada. Es el Gobierno central quien hace especulación urbanística al exigir cuatro veces más plusvalías de las que se pactaron con los Gobiernos del PP. Una barbaridad. ¿Y la ciudad de la Justicia? Once años esperando, igual que el Metro, que todavía tiene estaciones pendientes. Todos los grandes proyectos están paralizados: el acuario, pendiente de rescate; el polígono de Arte Sacro, la ordenación de los terrenos de Heineken. Ninguno está ni se le espera.

-La Biblioteca del Prado sí que está. Existe una sentencia judicial que la pone ahora en cuestión...

-La sentencia no manda parar la obra. Si lo exigen los vecinos les exigirán un aval que es difícil que puedan pagar. Yo no salgo de mi asombro: a mí me gusta el proyecto y soy partidario de la Biblioteca, pero no comparto el lugar. Propuse hacerla en el P-3 [Párking de la Feria de Abril]. Allí hubiese lucido más y hubiera permitido hacer un parking subterráneo. Pero estaba dispuesto a hablar de cualquier otro lugar. Lo que no resulta normal es destruir un parque para poner la biblioteca. Hay otros espacios que revalorizar en lugar de destruir un parque.

-¿Usted pararía las obras?

-Todavía se está a tiempo. Habría que volver a la situación anterior antes de causar un perjuicio mayor. Y buscar otro sitio para este edificio. Se puede llegar a un acuerdo.

-¿Sevilla necesita la Torre de César Pelli para ser moderna?

-El proyecto es atractivo, pero el lugar es uno de los puntos negros de tráfico. Y esto todavía no se ha resuelto. La ejecución del edificio ha comenzado sin que haya una solución. Hubiera sido mejor otro lugar. Dicho esto, Sevilla ha perdido muchos trenes por culpa de Monteseirín, que lleva 10 años gobernando, y es necesario dar la seguridad jurídica. No podemos estar paralizando proyectos de forma permanente. Dentro de dos años la torre será una realidad y sería poco serio pararla. Lo que me corresponderá como alcalde será terminarla.

-¿Tiene opinión en el debate sobre cuál debe ser la estética urbana imperante en Sevilla?

-Es un debate interesante. Yo respeto todas las opiniones: vanguardistas y conservacionistas. Pero digo que hay que respetar el entorno histórico de la ciudad porque éste es su mayor patrimonio. También hay que ir hacia una nueva Sevilla sin distorsionar el casco histórico.

-Me da la impresión de que su postura es ambivalente, tibia.

-Hay proyectos que no eran necesarios, pero una vez hechos surge el problema de destruirlos. Yo no hubiese hecho las setas de la Encarnación, pero no voy a volarlas. Lo que lamento es que se hagan sin falta de consenso y sin un debate real. No vale hablar con dos o tres personas. ¿Con quiénes se ha hablado? Hay vecinos a los que ni siquiera les enseñan los proyectos que les afectan. Los proyectos hay que compartirlos con la sociedad. Eso no significa que por abrir el debate las cosas se paren. Las decisiones deben tomarse después de escuchar. En Sevilla hay que procurar armonizar la preservación del casco histórico con el desarrollo de Sevilla. No están en contradicción. Monteseirín no entiende esto. Al final, su prepotencia ha prevalecido sobre el consenso.

-¿Ocurre igual en los barrios?

-Yo me recorro Sevilla entera. Y lo que veo es que el gobierno no ha sabido gastar bien el dinero. No lo ha sabido hacer en la Sevilla tradicional y tampoco en los barrios. El Plan de Barrios no es modelo para nadie. Ha habido de nuevo mucha improvisación, poco diálogo y una ejecución defectuosa. Se ha gastado dinero pero no se ha gastado bien.

-¿Usted cree que el alcalde debe continuar en el cargo?

-Después de ver cómo ha puesto en marcha muchos proyectos no me extraña que se postule para los próximos diez años. Ya en serio: yo no pierdo ni cinco minutos en pensar quién será el candidato a la Alcaldía del PSOE. Me da igual. Yo busco ser útil a los sevillanos que llaman a mi puerta. Su candidato me da igual.

-El PSOE de Sevilla ha vivido bastantes convulsiones internas en estos dos últimos años

-Cierto. El alcalde perdió las elecciones conmigo. Y eso que decían que era un candidato de papel, un desconocido. A él ya le conocían y perdió. Ahora insisten en que soy un bluff. A lo mejor lo que me tienen es miedo. Están obsesionados: gané las elecciones la primera vez que me presenté. Desde entonces, cada vez que se ha votado el PP mejoró sus resultados en porcentaje. No voy a entrar a discutir quiénes son ellos. Aunque sí, lo que dice es cierto: él es muy discutido. Nada más pasar las elecciones locales se le fue de la lista Viera, su jefe político. Hace poco se le ha ido también Carrillo, su vicealcalde. Ha tenido que cambiar de portavoz. Tiene una situación controvertida. Él sabrá los equilibrios que debe hacer para mantenerse.

-Su labor de oposición se ha concentrado en visitar los barrios, hacer denuncias por supuestos casos de corrupción y ofrecer algunos pactos globales.

-La oposición tiene entre sus obligaciones el control del gobierno. Todo aquello que sea ejercer esa labor es nuestra obligación. Ahora bien, siempre he adjunto a las denuncias la solución que yo adoptaría si gobernase. Lo adecuado es que esas ideas se compartan con los sectores afectados, lo que no quiere decir que se les dé siempre la razón, sino que se compartan las soluciones. Nada más empezar ofrecí pactos en capitalidad, movilidad, limpieza, seguridad y erradicación del chabolismo. No hay Pleno al que no llevemos propuestas. Al alcalde le he ofrecido incluso nuestro apoyo en el caso de que no lo apoye IU. Hay cosas que están por encima de la ideología. Cuando quiera aceptar mi ayuda, estaré a su disposición.

-¿Por ejemplo?

-Con el chabolismo. Lo que está pasando en el asentamiento de Tablada en plena hora de calor... No sólo seguimos con el problema del Vacie sino que alguno de los chabolistas que recibieron dinero público en Los Bermejales en bolsas de basura aparecen de nuevo aquí. El alcalde debería dar una respuesta.

-Se le critica a usted por su obsesión por cuestionar la honorabilidad ajena sin excesivas pruebas. Por ejemplo, ahora, en el caso Mercasevilla.

-Eso tiene una explicación. Nos encontramos con las transcripciones sobre una supuesta extorsión en una empresa municipal en los medios de comunicación. Preguntamos y primero se nos dijo que sí, después que no... Al final, como la situación era insostenible, fue el PP quien tuvo que poner la denuncia porque quienes pedían 300.000 euros en un maletín a dos empresarios al final no habían sido denunciados.

-Hombre, los empresarios fueron a la Fiscalía.

-La Fiscalía tiene su misión. Pero había que judicializar el tema. Transcribimos lo que había salido en la prensa y lo pusimos en conocimiento de la juez. Por eso incluimos a todas las personas que allí se mencionaban. Cuando denunciamos a Torrijos o a Marchena, fue porque en las grabaciones se decía que esos señores lo tenían todo arreglado. Nunca he desconfiado de la fiscalía ni de su capacidad, pero lo que le reconoce la ley son las primeras diligencias. Después debe mandarlo al juzgado. Al observar que pasaba el tiempo y no ocurría eso nuestra obligación era ir nosotros. Denunciamos lo leído en la prensa. No sabemos más. Ahora le corresponde al juez investigar. Yo no he buscado hacer una causa general.

-Van a disolver la fundación.

-Nos dijeron que todo era normal y ahora disuelven la fundación, sí. Las cosas no deben de estar bien. Si esto no se hubiera denunciado todavía Ponce y Mellet serían militantes del PSOE, que no les puso de baja cuando salta la noticia, sino sólo cuando se publicaronn las conversaciones. Eso demuestra que los mecanismos ordinarios de control no estaban funcionando.

-Considera buenas sus perspectivas electorales. Hay quien pide cambios en el PP de Sevilla.

-Extrapolar procesos electorales distintos es absurdo. El electorado selecciona lo que vota, incluso votando el mismo día. Pero no cabe duda de que el resultado del PP en las europeas es el segundo mejor en treinta años. Si extrapolamos, hubiésemos obtenido siete diputados autonómicos y cinco en Madrid. Partíamos de 11 puntos en las europeas de 2004 y ahora hemos acortado distancia. Hubiésemos obtenido mayoría suficiente para gobernar.

-¿Le preocupa UPyD?

-El efecto de UP y D en las municipales quedará diluido. Quien no parece estar bien es el PA. Razonablemente, y sin echar las campanas al vuelo, me atrevo a decir que nosotros estamos en el buen camino, en una progresión constante. Desde que me hice cargo de Sevilla capital sólo hemos crecido en votos.

-'E la nave va', entonces

-En Sevilla sólo hemos ganado dos veces: en 2003, cuando lo hizo Soledad Becerril con 13 concejales, y hace dos años, cuando yo obtuve 15.

-Insuficientes.

-A mí me gusta ganar hasta en los entrenamientos, no le quepa la mejor duda. Seguiremos trabajando.

-¿Usted apuesta por el Metro?

-En mi modelo de ciudad el Metro es imprescindible. Creo que ésta es una obra valorada por los ciudadanos en su justa medida. La línea 1 no dar la Alcaldía al actual gobierno. Yo quiero que haya compromiso presupuestario con las líneas 2, 3 y 4.

-Antes habló de mal clima...

-Claro, porque a la gente no se la puede engañar. Estoy cansado de oír al alcalde decir que está transformando la ciudad. Yo voy a muchos sitios y lo que siempre me dicen es: "La ciudad no funciona". "En mi barrio no hay quien viva". Una cosa es el gobierno y otra el poder. Y en esta ciudad hay mucho poder y muy poco gobierno. Les preocupa más estar en el sillón, no gobernar, que al final consiste en resolver los problemas.

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