Los buses de Montequinto y Mairena piden compensaciones por el Metro

El Metro de Sevilla está restando viajeros a los autobuses interurbanos que conectan la capital con Montequinto-Universidad Pablo de Olavide y con Mairena del Aljarafe por la coincidencia de trayectos en los casi dos meses que lleva funcionando, lo que confirma las previsiones. Las empresas Casal y Tranvías de Sevilla que gestionan ambas líneas han empezado a reclamar al Consorcio de Transportes de Sevilla -gestionado por la Junta y los ayuntamientos del área metropolitana- compensaciones económicas por cada uno de los viajeros perdidos. Ésta es la solución que proponen para evitar recortes forzosos en el número de vehículos y empleados.

Según datos de la concesionaria Casal, en la línea M-130 (Prado-Olavide-Montequinto) la pérdida de viajeros ha sido del 25% en los dos meses que han transcurrido desde la inauguración del metropolitano, pero las previsiones apuntan a que la caída será del 50% de los usuarios cuando en septiembre funcione al completo el Metro con las cuatro estaciones que faltan: las tres de Montequinto y la Puerta de Jerez. Para entonces se prevé que absorba aún más usuarios que ahora porque podrá atender por completo el barrio más poblado de Dos Hermanas y llegar hasta el mismísimo centro de Sevilla.

Si traducimos los porcentajes a cifras, el Metro ha hecho perder 700 viajeros al día al autobús interurbano de Montequinto y cada mes le resta 21.000 pasajeros. La M-130 venía transportando antes del metropolitano a 3.000 usuarios al día y ahora se ha quedado en 2.300 diarios. Si se cumple la caída del 50%, la pérdida de viajeros sería de 1.500 diarios y 45.000 al mes.

En el caso del Aljarafe, la concesionaria Tranvías de Sevilla ha perdido más de un 30% de los viajeros en las líneas que conectan la capital con Mairena del Aljarafe y también está negociando una compensación económica con el Consorcio, según fuentes de la patronal metropolitana de transporte. Este periódico intentó ayer sin éxito recabar más detalles del gerente de la empresa.

Las concesionarias privadas de transporte cobran de las administraciones del Consorcio un dinero equivalente a un coste pactado con la Administración por cada viajero que mueven, pero sin subvención directa, a diferencia de las empresas públicas. Tener menos viajeros, pues, supone tener menos ingresos. En el caso de Casal, su director Luis Martín Navarro explica que en la línea a Montequinto la empresa deja de ingresar casi 1 euro por cada viajero perdido, es decir, más de 600 euros diarios. La línea M-130 era antes del Metro la segunda de Casal con más usuarios (casi un millón al año), por detrás de la de Alcalá de Guadaíra, que transporta 1,2 millones. Según Casal, la sangría no ha sido mayor desde un principio por los retrasos y los fallos de funcionamiento que está teniendo el Metro en dirección a la Olavide y a Condequinto.

"Espero que antes del verano el Consorcio y nosotros tengamos una solución. La línea de Montequinto ya es deficitaria, pero competir con el Metro es imposible porque tiene dos factores contra los que no podemos luchar: el dinero (la financiación pública del billete) y el tiempo (que llega en un tiempo cierto a su destino)".

El directivo pide carriles bus y plataformas reservadas para competir con el Metro.