Montaplatos, una solución técnica ideal para negocios de hostelería y restauración

Las tareas de mover mercancías, platos de cocina o pequeñas cargas con agilidad, y hacerlo en medio de un servicio cuando el tiempo apremia, puede hacerse muy cuesta arriba. Mientras unos están inmersos en la vorágine del día a día, otros, haciendo también su trabajo, tratan de plantear soluciones innovadoras que cubran ciertas necesidades. Aparecen así los montaplatos como dispositivos ideales para esta función, de ahí que cada vez ganen más adeptos en sectores de actividad como la hostelería y la restauración.

Los montaplatos, para ser clasificados como tal, deben responder a los requisitos que impone el Real Decreto 146/2008, que deriva de la Directiva de máquinas 2006/42/CE. De este modo, los sistemas de este tipo que incluyen el marcado CE son los únicos que siguen las normas de seguridad europea y que por tanto ofrecen niveles suficientes de garantía y calidad.

Utilidad más allá de la hostelería

Por lo general, la mayoría de estos sistemas se instalan en restauración y hostelería para transportar los platos del servicio de comidas de la planta superior a la inferior o viceversa, agilizar así el trabajo de los empleados y reducir los tiempos de espera de los comensales.

No obstante, aunque estos sectores son en los que todo el mundo se imagina la utilidad de estos sistemas, cada vez es más frecuente verlos empleados en otros sectores dado lo útiles y eficientes que resultan. En hospitales y centros de salud son indispensables para transportar instrumental médico y atender de forma rápida y óptima a los pacientes. En estos centros también son válidos para transportar la comida de los pacientes.

En oficinas y librerías, los montaplatos o sistemas similares se usan para llevar de una planta a otra documentos y libros. Incluso muchas familias pueden hacer uso de estos dispositivos para conectar el comedor y la cocina, en caso de que no se encuentren ambas estancias en la misma planta y deseen buscar una fórmula rápida de desplazamiento de platos y alimentos.

Tipos de montaplatos

Los montaplatos, que tienen como función principal aportar agilidad y eficiencia en los servicios que ofrecen los restaurantes a los clientes en el día a día, son fáciles de instalar y más económicos de lo que uno se puede imaginar. Dependiendo de su sistema de funcionamiento se pueden diferenciar dos tipos.

Los hidráulicos son los que disponen en su interior de un motor eléctrico y una bomba. De la bomba emerge un fluido hidráulico que acciona un cilindro que se conecta directamente con la cabina y esta es empujada hacia arriba. Para bajar, una válvula hace que el líquido hidráulico vuelva a su lugar de origen, desplazándose hacia abajo la cabina sin hacer uso del motor ni consumir energía.

En el caso de los montaplatos eléctricos, el movimiento de la cabina es similar pero es accionado mediante un motor eléctrico que está unido al sistema mediante unas poleas de tracción por contrapeso.

El motor se controla gracias a un variador de frecuencia que permite que el arranque y las paradas de la cabina se hagan de forma progresiva y suave.

Los montaplatos pueden soportar cargas que van desde los 50 a los 100 kilogramos, son poco ruidosos y sus dimensiones tienen una altura oscilante entre los 80 centímetros y el metro. Los montaplatos hidráulicos tienen menor recorrido que los eléctricos, 16 metros frente a 35. El consumo de energía de estos aparatos va a depender de la capacidad de carga y el modelo instalado, aunque por lo general suele ser bajo.

Minicargas, sistemas con la misma utilidad que los montaplatos

Los elementos de minicargas, al igual que los montaplatos, pueden cumplir la misma funcionalidad que un montaplatos, pero reciben esta denominación porque se utilizan para otros sectores como bibliotecas, oficinas, laboratorios, residencias, etc.

Un elevador de minicargas es la solución perfecta para el transporte de material de trabajo que tiene que estar a menudo en uso en una empresa. En los comercios, resulta una forma práctica de transporte para que el dependiente no tenga que abandonar su puesto de trabajo e ir constantemente al almacén a buscar los productos.

Se utilizan en todo tipo de negocios cuando las instalaciones ocupan diferentes plantas y ofrecen rapidez, seguridad y comodidad. Las características de los minicargas y los montaplatos son muy similares, ya que la diferencia más significativa es el cambio de denominación.

Se habla de montaplatos cuando se instalan sistemas de este tipo en sectores como la hostelería y la restauración, o cuando el fin es transportar comida ya preparada, podemos poner como ejemplo los hospitales; y de montacargas si lo que se introduce en el sistema son otros objetos de tamaño pequeño o mediano.

El objetivo con estos dispositivos es transportar de manera más cómoda y sencilla diferentes objetos. Si el tamaño de los mismos es pequeño o mediano podemos hablar de montaplatos o minicargas, pero si en cambio hay que desplazar o movilizar objetos contundentes o poner freno a barreras arquitectónicas, nos encontramos con otros dispositivos como plataformas para el sector de la automoción y la mecánica, montacoches, cabinas a medida o incluso subescaleras para personas con movilidad reducida.