Monseñor Asenjo: "Ratzinger es el gran teólogo del siglo XX, un Papa de alegría sobrenatural"
El arzobispo emérito de Sevilla recuerda que alguien "muy conocido" le llamo "enfurecido" el día de la elección de Ratzinger como Papa
Sevilla/Juan José Asenjo es hoy arzobispo emérito de Sevilla. Fue secretario general de la Conferencia Episcopal, condecorado por el Gobierno de España por la organización del quinto viaje apostólico de Juan Pablo II a España. Ejerció también como obispo auxiliar de Toledo y obispo de Córdoba. Su último destino fue el Arzobispado de Sevilla por deicisión de Benedicto XVI. "Mi primera impresión es de pena por la muerte de un Papa tan grande y tan querido. Mi actitud es la de encomendarlo a Dios y pedir a todos que también lo hagan para que lo corone la gloria De Dios y sea admitido en la compañía de Los Santos, para que vea la hermosura del rostro de Cristo resucitado, que tanto estudió y del que tanto nos habló".
Asenjo destava la gran dimensión intelectual de un Papa que ha muerto a los 95 años: "Hay que dar gracias a Dios por una vida tan santa, la vida de un hombre De Dios, de un humilde trabajador de la viña De Dios, como él mismo se definió el día de su elección, cuando comenzó un pontificado tan grande. Benedicto XVI era un hombre de una extraordinaria piedad al que he visto rezar como un hombre verdaderamente piadoso". "No ejercía una piedad especulativa, no. Su oración era cálida, de verdadero encuentro con el Padre. Era una persona muy sencilla y humilde y, al mismo tiempo, de una inteligencia privilegiada. Una persona de gran alegría, pero no de una alegría bullanguera ni de chiste. Era una alegría de raíz teológica y sobrenatural. Su trabajo intelectual ha sido tremendo en todas sus etapas, como pastor, arzobispo, cardenal y Papa. Hemos tenido a uno de los grandes teólogos de la edad moderna y contemporánea. Me atrevo a decir que ha sido el gran teólogo del siglo XX".
Recomienda la lectura de la obra que Benedicto XVI publicó siendo ya Papa: "Ahora que soy un arzobispo jubilado he podido releer su trilogía de Jesús de Nazaret, es una obra luminosa que destila sabiduría, es todo un avance teológico. Estoy seguro de que su figura se engrandecerá con el paso del tiempo". Y hsta una anécdota que vivió en persona la tarde de su proclamación como Papa: "Recuerdo que una persona muy conocida me llamó enfurecida el día de la elección de Ratzinger como nuevo Papa. Se llevaba las manos a la cabeza por la decisión de los cardenales al elegir a un inquisidor y perseguidor de herejes. A los tres años, esa misma persona me confesó por su cuenta, sin que yo le preguntara, que se había equivocado, que Benedicto XVI estaba siendo un gran Papa".
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