Moët & Chandon: cuando la autenticidad no riñe con la innovación
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Proveedor exclusivo de Isabel II bajo autorización real, con una producción de más de 26 millones de botellas desde sus más de mil hectáreas de viñedos, Moët & Chandon es la firma de champagne más popular y exclusiva del mundo. Partiendo de uvas Pinot Noir, Pinot Meunier y Chardonnay, un champagne que no limita ni su acceso ni su sabor. Manteniéndose en la frontera entre lo clásico y lo vanguardista.
Más que un champagne de lujo
Si existe un champagne con carácter y reputación mundial, no hay otro que el gran e inconfundible Moët & Chandon. Conocido por ser uno de los champanes con mayor popularidad, seña distintiva de la sofisticación y la elegancia acompañando a todo tipo de personajes y celebridades, este delicado vino espumoso ofrece la promesa de toda una experiencia en el paladar. Amante de tanto íntimas como grandes veladas, cuenta con variedades cuyo sabor responde a la sensorialidad de un instante único. Razón por la que sus más de 1.000 hectáreas de viñedos, una producción de26 millones de botellas al año, proveen champagne a la mismísima reina de Inglaterra Isabel II.
De hecho, uno de los puntos fuertes de este exclusivo champagne es, precisamente, la gran variedad que admite. Con una refrescante y diversa amalgama de matices para cada paladar, desde la dulce y ácida suavidad de moet ice hasta la precisa sequedad frutal del brut. Una suerte de sabores que procede de la combinación de uvas Pinot Noir, Pinot Meunier y Chardonnay junto con un proceso de elaboración sumamente cuidado. Desde la ubicación de los viñedos y las consecuentes características de sus frutos, pasando por la vendimia y la mezcla hasta alcanzar la maduración, el removido y el degüelle que dan a Moët & Chandon su auténtica personalidad.
Frutos de una elegancia innovadora: un sabor vanguardista
Aunque situando su origen a mediados del siglo XVIII, Moët & Chandon se caracteriza por ser un champagne que, pese a su condición de clásico, apuesta pura y totalmente por la innovación. Ese es justamente el caso del Moët Ice Impérial, embotellado en un impoluto blanco, cuyo sabor fresco, maduro e intenso es sólo uno de sus rasgos. Puesto que se erige como el primer y único champagne creado para mezclarlo con hielo sin perder ninguna de sus características. Una experiencia afrutada, donde destacan la nectarina, el mango, la guayaba y la frambuesa, que se sublima con la frescura del Ice Impérial Rosé, con presencia de frutos rojos y granada ideales para el verano.
Siguiendo su gama imperial, Moët & Chandon dispone de otros champagne cuya cata trasciende la estación del año. Desde el emblemático Moët Impérial, creado en 1869 y con un sabor intenso que remite a cítricos y manzana verde con tesituras florales, hasta su versión rosada y pimentada en Rosé Impérial. Y, dentro de la misma familia, yendo un paso más allá desde el toque exótico de frutas como la piña, el mango y la fruta de la pasión, culminando en el avainillado y sedoso Moët Nectar Impérial, de un vívido color amarillo que lo ensalza al servirse en copa. Aunque, para la firma, el paladar más vanguardista no tiene por qué reñir con la sobriedad de su repertorio clásico.
Los clásicos contemporáneos de Moët & Chandon
Para los amantes del sabor más sobrio, pero que no por ello peca de falta de un intenso carácter, Moët & Chandon dispone de una acurada e interesante gama vintage a cargo de distintos maestros bodegueros. Algo que ha permitido a Moët dar con un estilo libre, auténtico y personalizado a través de distintas botellas y sabores. Encontrando así el Grand Vintage 2009, cuya madurez estalla en una combinación de vainilla y sésamo y almendra a la parrilla. El Grand Vintage 2012, con sabores a avellana, nueces frescas y bizcocho tostado que remiten a una atmósfera pastelera. O el Grand Vintage 2013, cuyo trasfondo acanelado combina con sus toques a cereza y naranja sanguina.
Asimismo, tanto el Moët Grand Vintage 2012 como el 2013, nacidos de las añadas 74 y 43 de la firma, disponen de una versión rosada con otros matices. Dando así lugar a un Grand Vintage Rosé 2012, viajando más allá de aquellos sabores de pastelería hacia un aroma que remite a frutos rojos, fresas silvestres y ruibarbo. Una metamorfosis a la que también se suma el Grand Vintage Rosé 2013, aunque manteniendo sus rasgos originales, abrazando un buqué que nuestra boca relaciona con el cuero, las flores secas y la pimienta y el chocolate negros. Sin duda, sabores pensados para amantes de esa calidez de la que también es capaz el champagne de calidad.
Un champagne exclusivo, pero también accesible
La gran mayoría, dada su reputación, habrá relacionado Moët & Chandon como un champagne reservado sólo para quienes pueden permitirse un producto de verdadero lujo. Sin embargo, en enotecas especializadas como campoluz, no es difícil encontrar firmas como Moët & Chandon a unprecio asequible. Por supuesto, siempre habrá algunas botellas que excedan un poco nuestro presupuesto. Pero, gracias a espacios como Campoluz Enoteca, obtendremos acceso tanto a Moët & Chandon como a otras firmas de gran reputación a un coste realmente razonable. Porque basta con catar un champagne como Moët para entender el valor de la verdadera calidad.
Además, en el catálogo de Campoluz podremos encontrar una extensa variedad de Moët & Chandon, de distintos matices y accesos. Desde secos como Moët & Chandon Brut Impérial, con toques cítricos y a albaricoque, algo ahumado y anisado; sabores más adulzados como Impérial Balthazar, con una exquisita combinación de pera y cabello de ángel, y hasta exclusivos con un mínimo de ocho años de crianza en bodega como el Dom Perignon Vintage Mathusalem. En suma, un catálogo que no sólo nos da mayor acceso a una amplia gama de Moët & Chandon. Sino que, en el fondo, nos da a entender cuán intenso y maravilloso puede ser el mundo y el sabor del champagne.
"Consumo responsable, bebe con moderación"
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