Miedo y desesperación por unos okupas en el centro de Sevilla

Un grupo de personas reside ilegalmente en un centro de transformación de la calle Arte de la Seda, donde los incidentes son continuos

Los afectados han presentado varias denuncias por peleas, malos tratos y robos y han enviado una carta al alcalde y a Endesa

La situación que padecen los residentes es muy similar a la del pasaje González Cuadrado

Miedo y desesperación por unos okupas en el centro de Sevilla
Miedo y desesperación por unos okupas en el centro de Sevilla / José Ángel García

Una treintena de vecinos se están movilizando para exigir una solución a los problemas de convivencia generados por un grupo de okupas que llevan un año viviendo ilegalmente en un centro de transformación de Endesa, ubicado en el número 6 de la calle Arte de la seda. Esta es una pequeña vía situada al norte del casco histórico, bocacalle de Lumbreras y a la espalda de Santa Clara, muy cerca de la Alameda de Hércules. La situación que padecen los residentes en esta zona es muy parecida a la del pasaje González Cuadrado, donde otros okupas se instalaron en otro transformador y han protagonizado numerosos incidentes en los últimos meses.

Los afectados han presentado al menos cinco denuncias a la Policía Nacional y otras tantas ante el juzgado de Guardia, tanto por distintos incidentes como peleas y altercados en mitad de la madrugada, como por amenazas e incluso robos que han sufrido en algunas casas, de los que acusan a personas que estuvieron viviendo en el edificio ocupado y que luego se marcharon. Varios de estos vecinos aseguran tener miedo a una posible agresión y lamentan las continuas molestias que tienen que sufrir cada noche. Se hace imposible conciliar el sueño con personas gritando y moviendo objetos y haciendo ruido, aseguran. La salubridad también está en juego, pues no hay aseos en el edificio y los excrementos se vierten al alcantarillado de la calle.

Los residentes de la zona afectada se quejan de la inacción policial. Cada vez que se llama a la Policía, los agentes alegan que no pueden entrar en el edificio ocupado y ni siquiera hacen el intento de pedir a los okupas que les abran las puertas. En los últimos meses ha habido varias peleas con armas blancas y agresiones machistas entre parejas que residen allí. Varios de los okupas son magrebíes y también hay personas de nacionalidad española. Los vecinos cuentan que el primero que se instaló fue un senegalés, del que no supieron después nada más. Además, la actividad de estos okupas supone un riesgo de incendio o explosión, pues el transformador está en funcionamiento y ninguna persona ajena a la compañía debería entrar en el edificio.

Los perjudicados han recogido una treintena de firmas solicitando a las autoridades una solución a este problema. El pasado 22 de marzo, enviaron una carta al alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, con copia a Endesa. La misiva la firman los residentes de las calles Arte de la seda, Santa Clara, Puerta de San Juan de Acre y Torneo. "En la calle Arte de la seda 6 se encuentra un edificio de estilo historicista/regionalista andaluz, propiedad del distribuidor de energía Endesa, en el que hay colocado un transformador, actualmente operativo. Desde la primavera pasada, un grupo de personas se instalaron en el interior del edificio, convirtiéndolo en su residencia habitual", dice la carta.

"A partir de este momento, se han ido provocando diferentes eventos que han turbado la tranquilidad de todos los demás vecinos. Gritos, música a muy alto volumen, tráfico de estupefacientes, receptación, sucesos violentos (maltrato por violencia de género, peleas con armas blancas)", añade el texto. Además, explica que hay gran riesgo de accidente para los viandantes, pues han caído cristales desde los ventanales, "cosa que habría podido dañar a cualquier vecino que pasara por debajo en ese momento".

Los firmantes recuerdan al alcalde que "el edificio no está habilitado como vivienda, con todo lo que eso conlleva: inexistencia de célula de habitabilidad, falta de saneamiento y de lugar para los excrementos, que muchas veces son dejados en mitad de la calle, delante de las viviendas de los vecinos". Los damnificados destacan también la inacción de la Policía.

"Desafortunadamente, aunque las fuerzas del orden han intervenido en algunas ocasiones enseguida de nuestras llamadas, nos comunican que debido a los impedimentos legales sólo pueden restablecer un orden público temporal". También lamentan la "negligencia" del propietario del edificio, que consideran la "causa de todos estos trastornos". Los afectados piden a las autoridades que "aprueben un mandato de expulsión inmediato de estas personas, para garantizar la serenidad de nuestro vecindario". Recuerdan que en la zona viven personas mayores, mujeres vulnerables, niños y adolescentes, a los que este problema les está afectando a la salud.

Fuentes de Endesa explicaron a este periódico que la compañía denunció la ocupación en el momento en que tuvo conocimiento de la misma. El proceso judicial está en marcha pero de momento se está a la espera de una decisión judicial para poder expulsar a los okupas. La puerta no se puede bloquear, puesto que el transformador que hay en el interior sigue en activo.

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