El Metro de Málaga cuesta más

El Metro de Málaga que se inauguró ayer parcialmente con las líneas 1 y 2 proyectadas que no llegan al centro de la ciudad es más caro que el de Sevilla, tiene tres kilómetros menos, es algo más subterráneo, de trazado plenamente urbano y conecta zonas estratégicas de la ciudad (tres Hospitales).

Se ha estrenado al 81% de su longitud total tras cinco largos años de espera y de retraso que empezaron a contar justamente en 2009, cuando se estrenó el de Sevilla, con una sola línea. De momento se ponen en servicio 12 kilómetros, pero la obra definitiva que culminará en 2017 para conectar la zona centro de Málaga (Atarazanas) alcanza 14,8 kilómetros, frente a los 18 kilómetros de la única línea en servicio de Sevilla. Al igual que en la capital andaluza, la Junta adjudicado la obra en concesión y cuenta con ayuda del Estado y del Ayuntamiento.

La principal diferencia entre ambos radica en la inversión económica y en el sobrecoste de las obras. El suburbano de Málaga va a costar cuando se inaugure en su totalidad 142 millones más que el sevillano debido a los constantes retrasos por enfrentamientos políticos (Junta-Ayuntamiento) y cambios en el proyecto en una obra que arrancó en 2006 cuando aún gobernaba la comunidad Manuel Chaves.

Según la Administración autonómica, el coste final del Metro de Málaga se acercará nada menos que a los 800 millones de euros por los intereses generados por las continuas demoras en la fecha de apertura, frente a los 658 millones que oficialmente costó la línea 1 del Metro de Sevilla. Los tres kilómetros de túneles ya existentes en Sevilla que se reutilizaron para la línea abarataron algo más el coste.

El sobrecoste de las obras es común en ambas ciudades: la Junta adjudicó los contratos por una cantidad muy inferior a la que finalmente se calcula. En Sevilla la desviación presupuestaria acabó superando el 42%, al adjudicarse en 461 millones (IVA incluido) que subieron por encima de los 650 millones, básicamente porque se adjudicó la obra sobre un anteproyecto, en lugar de sobre un proyectos constructivo. En Málaga, el sobrecoste doblará los 352 millones de euros en los que se adjudicó la obra a FCC. Del año 2009 se pasó a 2011, luego a 2013 y finalmente se ha abierto parcialmente en 2014.

En el trazado, el Metro de Málaga será más céntrico y algo más subterráneo que el de Sevilla cuando llegue en 2017 a la estación de Atarazanas, situada a dos minutos a pie de la céntrica calle Larios. Algo así como si el de Sevilla entrara hasta el Archivo de Indias.

Se ha planificado mejor y las dos líneas dan servicio a los tres hospitales, a la Ciudad de la Justicia, al Palacio de Deportes y a todos los centros de la Universidad en los 12 kilómetros que acaban de estrenarse. Eso explica los 21,5 millones de viajeros que espera la concesionaria de Málaga en 2018 cuando la línea empiece a funcionar ya con el tramo del centro En Sevilla, la única línea en servicio conecta las dos universidades públicas (Hispalense y Olavide), los Juzgados del Prado y Viapol, y el estadio del Sevilla, con lo que no llega a los hospitales ni a las estaciones centrales de tren y autobús. Eso explica que esté estancada en los 14 millones de viajeros.

A diferencia del Metro de Sevilla que es urbano y da servicio a otros tres municipios del Aljarafe (San Juan, Mairena y Dos Hermanas), el de Málaga es plenamente urbano en sus 23 estaciones. Contará con más tramos subterráneos: un 67,6% bajo tierra y un 32,4% en superficie, frente al 60% subterráneo y 40% en superficie del sevillano.

En Sevilla es urgente que la Junta se siente con el Ayuntamiento para que las tres líneas que quedan sean una realidad en 2017.