Memoria gráfica de la Virgen de los Reyes
El fotógrafo Jesús Martín Cartaya ha captado con su cámara los momentos más excepcionales de la procesión y las singulares estampas de los cultos de la patrona durante las últimas décadas.
La novena en el trascoro, los capellanes reales escoltando el paso, la saga de los Bejarano y los Ramitos... El fotógrafo Jesús Martín Cartaya es un testigo excepcional de cómo ha evolucionado la procesión de la Virgen de los Reyes durante las últimas décadas. Con su cámara ha captado momentos únicos y estampas que han pasado a la historia y ha retratado a un sinfín de personajes destacados.
En las fotografías de Martín Cartaya se puede ver una procesión de la Virgen de los Reyes en la que los miembros de la asociación de fieles, que depende directamente del Cabildo, acompañaban a la patrona sin cirios. La representación era mucho más limitada que ahora, aunque la procesión no ha dejado de tener unas dimensiones manejables. No se ven las bullas de fotógrafos y periodistas delante del paso, un lugar que ocupaba la escolanía, como se puede observar en la fotografía que abre la página. Los canónigos también van mucho más cerca del paso. Otra de las tradiciones que se ha perdido es la de los capellanes reales a modo de manigueteros escoltando a la Virgen. También ha variado la situación de los carráncanos de la Sacramental del Sagrario, que antes iban antecediendo a la representación de la hermandad y ahora abren el cortejo.
La cámara de Martín Cartaya también ha retratado a dos de las sagas que acompañan a la Virgen de los Reyes. La de los Bejarano, que mandan al paso desde hace más de cien años; y la de los Ramitos, floristas encargados de adornar el paso desde la década de los 20 del pasado siglo.
Los cultos a la patrona en la Catedral también han cambiado con el paso de los años. Las novenas se celebraban en el trascoro, un espacio que se colmataba muy pronto, por lo que se trasladó al Altar del Jubileo, situado de manera permanente en la nave del crucero. Las costumbres en los besamanos también han variado a los largo de los años. Antes eran los propios canónigos los que se situaban al lado de la Virgen para limpiar su mano, como se puede ver en la fotografía con el padre Pérez Estudillo. Martín Cartaya también fue testigo de la primera novena que predicó el arzobispo Amigo Vallejo en el año 1982 recién llegado a Sevilla, o de las labores de organización de la procesión que realizaba el recordado cofrade Juan Castro Nocera.
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