Matrículas universitarias a siete euros
Descuentos en la educación superior
La bonificación de las tasas sorprende a muchos estudiantes a la hora de realizar sus matriculaciones, al desconocer por completo la medida
Sevilla/Más de 207.000 andaluces iniciarán el lunes el nuevo curso académico 2017-2018, un año marcado por la nueva bonificación de créditos de la matrícula universitaria de hasta el 99% del precio para aquellas a asignaturas aprobadas a la primera. La medida estrella del consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, que se anunció por primera vez a principios de junio, ha cogido por sorpresa a muchos estudiantes, desinformados, a la hora de realizar sus matrículas.
"Me cuesta estudiar lo mismo que ir al cine", comenta sorprendida Carmen Pérez, estudiante de Geografía e Historia. Esta alumna pagó cerca de 760 euros de tasas universitarias el curso pasado, en el que aprobó todas las asignaturas en junio. El pasado jueves, realizó su matrícula para el nuevo curso a través de internet.
Creía que el coste iba a ser "más o menos similar" al del año anterior pero, tras imprimir la carta de pago,
observó que sólo tenía que abonar 7,5 euros. "Pensé que era un error, que me había equivocado al seleccionar las asignaturas o algo", indica la estudiante. "Había escuchado algo sobre una bonificación pero no sabía que se iba a poner en marcha tan rápido".
La bonificación de matrícula tiene como objetivo, según defiende la Junta de Andalucía, "acercar el sistema de educación universitaria a países referentes en Europa, como Alemania, Francia o Finlandia, que tienen matrículas gratuitas o simbólicas". Esta medida se aplica tanto en grados como en másteres a aquellos alumnos que no cumplen los requisitos para obtener la beca del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (MECD).
El único requisito para acceder a la bonificación es haber cursado previamente un año (60 créditos) en un centro propio de una universidad pública andaluza. No es necesario estar empadronado en un municipio andaluz. Sí quedan al margen de esta ayuda los alumnos de los centros adscritos a universidades públicas, como Ceade (Centro Universitario San Isidoro y Escuela de Diseño Leonardo), cuyos estudiantes obtienen la titulación por la Universidad Pablo de Olavide.
Los universitarios también deben entregar junto a su matrícula una declaración responsable que indique que por motivos económicos no reciben la ayuda del Ministerio. Sin embargo, muchos jóvenes aseguran que, cuando realizan sus matrículas vía telemática, en ningún momento el sistema informático le requiere ningún tipo de documento.
"El proceso de matriculación se está desarrollando con absoluta normalidad aunque sí es cierto que, a pesar de que la noticia ha salido en todos los medios, notamos que muchos alumnos no conocen esta media. Cuando ven que prácticamente no tienen que pagar, nos llaman porque creen que hay un error", admite Pastora Revuelta, vicerrectora de Estudiantes de la Universidad de Sevilla. "Creo que ésta es una gran medida de la Junta porque garantiza la igualdad de oportunidades y reconoce el mérito de los estudiantes", añade.
"Me parece una iniciativa muy buena. En España sacan beneficio de todo, incluso de la educación, que es un derecho de los ciudadanos. Al menos en Andalucía apuestan por una educación pública de verdad", señala Raquel Morales, natural de Brenes y estudiante de 2º de Educación Primaria.
Tanto esta joven como sus amigas reconocen sentadas en uno de los bancos del patio de la Facultad de Ciencias de la Educación que se enteraron de la medida a través de un grupo de Whatsapp. "No sé cuánto me va a costar este año la matrícula. Tengo muchas dudas porque yo suspendí una asignatura el año pasado". Raquel abre el sobre de su matrícula y muestra su carta de pago. "Mira, el total son 1.066 euros. Me descuentan más de 500 euros por ser familia numerosa y también aparecen en negativo 416 euros porque he echado la beca del Ministerio por echarla, aunque nunca me la dan. El caso es que no aparece ningún dato más. No sé cuánto tengo que pagar y cuándo", explica la joven. "Estamos muy mal informados. No nos explican nada", añade su amiga Marta.
Muchos estudiantes, aun sabiendo que por su nivel de renta no le van a conceder la beca del Ministerio, la solicitan por si "cae la breva". Es el caso de Boris Nedialkov, de 23 años y estudiante de 3º de Ingeniería Química Industrial en la Universidad de Sevilla. En su carta de pago a parece que sólo debe abonar por este curso 60 euros. "Me han aplicado la bonificación, pero yo he solicitado la beca y en la matrícula no aparece. No sé si, en el caso de que me la concedan, tendré que realizar algún trámite o tendré que devolver algo. Tengo que ir a la Facultad a preguntar", admite el joven, de origen ruso.
Boris ha sido durante varios años beneficiario de la beca del Gobierno, pero el curso pasado trabajó en un bar de copas por la noche para aportar ingresos a su familia, superando de este modo el límite de la renta familiar establecido para acceder a la ayuda del Estado. "He trabajado este verano para ahorrar dinero para la matrícula y me he llevado una sorpresa al ver que sólo tenía que pagar 60 euros. Utilizaré los ahorros para comprarme un ordenado bueno, que lo necesito, y para los apuntes", comenta el joven. "Me parece una iniciativa muy buena. Supone un gran alivio para las familias y una pequeña recompensa por el esfuerzo que uno hace para aprobar".
Virginia Jiménez también compagina sus estudios universitarios con un empleo desde hace dos años, cuando decidió independizarse. Ahora trabaja en el restaurante No veas, come con los sentidos, donde las camareras son ciegas y el comedor carece de iluminación. Este año cursará las asignaturas que le faltan para terminar el grado en Administración y Dirección de Empresas en la Pablo de Olavide, es su quinto año en la universidad. "Me di cuenta del descuento cuando intenté fraccionar el pago de la matrícula en tres veces y el sistema no me dejaba porque no llegaba al mínimo. Yo calculaba un coste de más de 460 euros y volví a intentarlo, fraccionando el pago en dos veces pero tampoco me dejó. Al final, desesperada, acepté un único pago y me apareció un total de 6,82 euros. No me lo esperaba", reconoce la joven.
Cuando le preguntan sobre qué le parece la iniciativa de la bonificación, Virginia se ríe. "Hombre, todos mis gastos me los pago yo y la carrera es lo único que me pagan mis padres, así que yo no he notado ese ahorro. Aunque he negociado con mis padres y me van a pagar a cambio el B2 de inglés. Una cosa por otra", manifiesta.
La picardía propia de la edad ha llevado a algunos estudiantes a ocultarles toda la información sobre sus matrículas a sus progenitores. "Mi madre cree que la matrícula me cuesta 450 euros con el descuento, pero en verdad es algo más de 60 euros", comenta un estudiante de Bellas Artes original de Cádiz, que prefiere mantenerse en el anonimato por si sus padres "leen el periódico". "Sevilla es muy cara y tengo que sobrevivir", comenta a modo de excusa.
Esta medida social le costará a la Junta de Andalucía entre 30 y 40 millones de euros. Tras su anuncio, algunos rectores de las universidades públicas andaluzas se mostraron recelosos, ya que las matrículas de los alumnos eran hasta ahora una fuente de ingreso directo para las universidades y temían que esta cuantía se descontara de la financiación anual que ya reciben. La Junta ya se ha comprometido a realizar un pago extra e independiente a la financiación que recibe cada universidad pero aún no se ha concretado cuándo se llevará a cabo esta transferencia. Sólo hay un compromiso de que se realizará durante este curso.
El consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, asegura que esta medida no está condicionada a cuestiones económicas y sí al "esfuerzo" y al talento de los estudiantes. "Vamos a premiar el esfuerzo con precios que podrían suponer sólo el pago del primer curso y másteres prácticamente gratuitos. Se apuesta por una universidad de excelencia, pero desde la perspectiva de la excelencia incluyente, donde el talento y esfuerzo cuenten de verdad, en auténticas condiciones de igualdad de oportunidades", subraya.
Hay quien se muestra cauto y prefiere esperar a los resultados de esta nueva política. "Me preocupa que los alumnos se relajen y baje su rendimiento. Estamos valorando el esfuerzo, sí, pero también estamos valorando igual un cinco que un diez, la recompensa es la misma", comenta una profesora de la Facultad de Ciencias de la Educación. "Las recompensas económicas por las matrículas de honor desaparecen y ahora les decimos que pueden conseguir el mismo premio con la mitad de esfuerzo. Creo que esto habría que observarlo", concluye.
60.000 estudiantes menos en 20 años
La aplicación durante este curso de la bonificación de los créditos ha supuesto un incremento del 30% en el número de solicitudes (29.908 en total) para el acceso a la oferta de másteres con respecto al curso anterior, cuando hubo 20.850 peticiones. La apuesta de la Junta por congelar los precios públicos de las tasas universitarias tanto de los grados como de los másteres podría haber influido también en este aumento. El consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, cree que aún es pronto para hacer un diagnóstico sobre la situación y los efectos de esta nueva política. Habrá que esperar para comprobar si esta medida logra impulsar un crecimiento del alumnado de las universidades públicas andaluzas, en constante descenso desde el curso 2012-2013.
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