Mastectomía: La otra lucha tras superar al cáncer
Las mujeres sometidas a la cirugía radical tienen que soportar esperas que se alargan durante cinco años hasta que logran la reconstrucción y recuperar sus vidas.
"Los años en la lista de espera son un auténtico terror". En pocas palabras Carmen Muñoz expresa la sensación de angustia, indefensión, soledad, pérdida de la autoestima e incertidumbre que sufren muchas mujeres que, como ella, han sido sometidas a cirugía radical o mastectomía para superar el cáncer de mama. La ansiada reconstrucción mamaria que facilita a estas mujeres retomar sus vidas de manera plena supone, al menos, dos años en una lista de espera para entrar en quirófano.
La ausencia de protocolos y de plazos garantizados, un problema generalizado en el ámbito estatal, conlleva que las mujeres mastectomizadas tengan que esperar en torno a los cinco años para lograr la reconstrucción completa tras la mutilación. De media, cada caso requiere al menos de tres sesiones de quirófano que, unido a las demoras, supone un lustro. La calidad de vida queda truncada para ellas y sus familias. Son mujeres que no logran pasar página al cáncer de mama hasta que terminan todo el proceso. La mutilación en sus cuerpos está demasiado presente en sus vidas. "Las esperas se convierten en una lenta y amarga agonía", explica Mara León, artista y portavoz del Movimiento 730 dedicado a concienciar sobre la situación de las mujeres tras una mastectomía. 730 son los días de los plazos que hoy por hoy tienen que esperar para la reconstrucción mamaria.
La cirugía radical logra eliminar el cáncer pero provoca daños colaterales. "No puedo mirarme al espejo, no quiero que nadie me vea desnuda, ni puedo ir a la playa, no consiento que me vean, me escondo de mi hijo, me afecta en mis relaciones, no puedo dejar ni que me rocen, es muy desagradable la sensación", expresa Carolina González. Son mujeres que tras superar el cáncer se ven sometidas a otra batalla para eliminar la huella de tratamientos agresivos en sus cuerpos. Las cicatrices y las esperas tras la mastectomía les impide recuperar la normalidad.
"Tengo 35 años y la semana pasada me explicaron en una consulta que tengo que esperar dos años para que me reconstruyan la mama. Me desmoralicé", añade Carolina, madre sevillana de un niño de tres años. "En una ocasión mi hijo me vio desnuda y me preguntó, ¿mamá dónde está la otra?", relata entre lágrimas.
Cada mujer mastectomizada es una historia de superación constante en un duro proceso frente al cáncer que no termina con la eliminación del tumor. La mama tiene una serie de atribuciones femeninas, sociales, culturales, personales y familiares que condicionan la calidad de vida. "Es muy duro comprobar que no tienes mama; es como un duelo", comenta Mara. Muchas mujeres mastectomizadas sienten la curación completa tras la reconstrucción.
Carmen ha superado al cáncer en dos ocasiones. En la primera de sus luchas contra esta enfermedad tenía 39 años. Fue sometida a radioterapia y a cirugía. Venció al cáncer pero, de nuevo, la enfermedad reapareció. También superó al segundo tumor. Ahora, y a sus 72 años, Carmen tiene implantado un expansor desde hace dos años, un dispositivo que se coloca en el pecho tras la mastectomía para una futura reconstrucción, que nunca llega. "El expansor no debe estar colocado más de ocho meses y llevo ya dos años esperando", explica. "Me trataron con radioterapia y el tejido pectoral, que es mi protección, está muy debilitado", explica con frustración. Tras mucho insistir a sus médicos, esta mujer ha logrado que los especialistas revisen su caso el próximo mes de julio, en el Hospital Virgen del Rocío. "Estamos indefensas", comenta con indignación.
Manoli Cubero, madre de dos hijos y con tres familiares dependientes a su cargo, recuerda cómo recibió la noticia del cáncer de mama. "Un radiólogo al que nunca olvidaré, aun viéndome sola, me dijo en una revisión rutinaria y de manera muy fría: tienes cáncer y es muy grave", recuerda esta mujer. Manoli percibió la noticia como una sentencia e incluso dispuso todos los papeles de su familia para que sus padres, su hermano y sus hijos no tuvieran problema si ella faltaba. Manoli, tras superar la enfermedad, lamenta la "falta de trato humano y de información", cuando recibió el diagnóstico. "Me sometieron a la mastectomía y en todo el proceso necesité apoyo psicológico, pero no logré que me atendieran. En Salud Mental me recetaron ansiolíticos, pero necesitaba terapia, una pastilla no podía eliminar mi angustia", añade. "Todo habría sido más fácil si desde el principio me hubieran explicado mejor mi situación y mis posibilidades", recalca.
Tras superar el tratamiento, Manoli recuerda que, tras las mastectomía, ni siquiera podía permanecer echada en la cama por los fuertes dolores en la espalda. "Nadie me explicó la causa de este dolor, pero tenía que dormir, lo que podía, sentada", añade. La falta de información sobre las secuelas y los tratamientos es otra de las quejas constantes. Manoli tiene también colocado un expansor, que le ha provocado complicaciones. "Necesito ayuda para vestirme. Dos años en una lista de espera es demasiado tiempo ", lamenta.
La falta de calidez en el trato también se repite en el caso de Lucía Cubero. "Estaba en la mesa de operaciones cuando escuché de una cirujano plástico decir 'colocar a esta mujer una prótesis es un derroche de dinero, con lo que tiene en la cintura", recuerda aún consternada por estas palabras poco antes de ser intervenida. También está a la espera de la reconstrucción. "Lo que pedimos lo hacemos por nosotras y por todas las que vienen, mujeres que serán sometidas a una mastectomía", añade.
Son varias las técnicas quirúrgicas para la reconstrucción mamaria y cada una de ellas depende de cada caso clínico. Desde hace años las listas de espera de las consultas de Cirugía Plástica y Reparadora reciben a un creciente volumen de pacientes mastectomizadas. Desde las sociedades científicas que aglutinan a los cirujanos plásticos se reivindica desde hace años que los distintos servicios sanitarios doten con más recursos a esta área hospitalaria para dar una respuesta más adecuada a las mujeres mastectomizadas. "Es preciso incrementar el número de especialistas en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora en la sanidad pública andaluza, así como el número de jornadas de quirófano asignadas para la reconstrucción mamaria tras una mastectomía, de manera que se pueda afrontar con garantías un cáncer que presenta un importante crecimiento de casos al año", explica la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (Secpre).
La doctora Carmen Torre, directora de la unidad intercentros de Cirugía Plástica y Reparadora en los Hospitales de Cádiz y de Jerez, incide en que "es necesario acortar las demoras y que las mujeres tengan todas las garantías, de modo que estas intervenciones sean realizadas por especialistas que manejan todas las técnicas de reconstrucción para que las pacientes puedan acceder a todas las opciones". La doctora Torre explica que para los "cirujanos es frustrante tener las manos atadas ante el volumen de pacientes". En este sentido la especialista aplaude los pasos que se están dando en el SAS para mejorar la respuesta quirúrgica.
Ante la necesidad de agilizar las listas de espera, la Consejería de Salud ha dado los primeros pasos para incluir la reconstrucción mamaria en el decreto de garantías, de modo que esta intervención tenga un plazo límite de espera de 180 días. A través de un reciente comunicado, la Consejería de Salud dice que ha "iniciado el trámite de audiencia de la orden que garantizará los plazos de respuesta quirúrgica para la reconstrucción mamaria asociada al cáncer". Este límite será de 180 días y en los casos en que la demora se alargue más allá de este plazo, el SAS sufragará la intervención en la sanidad privada.
"La Consejería y el Plan Andaluz de Oncología son muy sensibles con la situación de estas mujeres, que no logran cerrar el capítulo del cáncer hasta que no superan la reconstrucción", comenta la doctora Eloísa Bayo, directora del Plan Andaluz de Oncología. "La garantía de plazos para esta intervención será una realidad en breve" con la publicación del nuevo decreto, en fase de borrador, según las previsiones de la responsable del Plan de Oncología.
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