La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Lo dejamos ya para después de Navidad
Sevillanos ilustres
Cuando se habla de científicas hay nombres que resuenan más que otros, los ejemplos más claros son el de Marie Curie o el de Ada Lovelace. Sin embargo, muchos nombres femeninos de las ciencias siguen sin tener el reconocimiento que se merecen. Uno de ellos es el de María Teresa Salazar Bermúdez, una de las pioneras españolas en la rama de la química.
María Teresa Salazar nació en la localidad sevillana de Villanueva del Ariscal, en la comarca de El Aljarafe, Sevilla. Fue en la capital hispalense donde Salazar cursaría sus estudios preuniversitarios, para pasar a estudiar la carrera de Químicas entre los años 1924 y 1929. Antes de acabar sus estudios universitarios, en el año 1928, fue admitida como socia de la Sociedad Española de Física y Química.
La científica no dejó de estudiar entonces, sino que continuó formándose tras obtener su licenciatura con cursos sobre Química Física, Electroquímicay Electroanálisis, bajo la dirección de Enrique Moles, quien era catedrático de Química Inorgánica de la Universidad de Madrid.
Tras esto, Salazar fue contratada como profesora auxiliar de la universidad madrileña en el año 1930, en la Sección de Químicas de la Facultad de Ciencias. En 1931 presentó su tesis de doctorado: 'Nueva revisión de la densidad normal del gas dióxido de carbono', con el que obtuvo un premio extraordinario. Continuaría trabajando en esa rama junto con Moles con quién publicó varias obras.
Trabajó como investigadora en el marco de la Junta de Ampliación de Estudios, cuyo objetivo fue difundir la educación científica y la investigación en este ámbito en España. Fuera la JAE a la institución a la que solicitó una beca para estudiar en la estructura del núcleo atómico en el Instituto de Radio dirigido por Marie Curie, quien se había interesado por el trabajo de la sevillana cuando visitó la Residencia de Señoritas y los laboratorios Foster, el primero en España que se dedicaba a la formación exclusiva de mujeres en el ámbito de la química. Desgraciadamente el fallecimiento de Curie frustró este reencuentro académico y Teresa Salazar decidió cambiar su destino y estudiar en el Laboratorio de Chimie Physiqe de la Universidad de París.
Entre 1949 y 1957, año de su muerte, María Teresa Salazar fue profesora adjunta de la Universidad de Madrid, in embargo no consiguió llegar acatedrática, al igual que ocurrió con la también científica Piedad de la Cierva. En diversas ocasiones se presentó a las oposiciones y en todas fue rechazada, recurríó los resultados, pero desafortunadamente volvió a ser rechazada tanto en 1941 como en 1943. Denunció por escrito que se la excluía por ser mujer, lo que se sustentaba con una conversación que tuvo con el Presidente del Tribunal (que aseguró que los motivos de su descarte no eran científicos), pero su escrito fue también ignorado.
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