Manuel López-Quiroga, el maestro de la música del siglo XX que nació en Sevilla
Sevillanos ilustres
El Maestro Quiroga fue uno de los compositores de música popular española más relevantes del siglo pasado.
Músicas para un templo recuperado
El 22 de noviembre se celebra el Día de la Música, una fecha a la que también se le conoce como el Día Internacional del Músico, lo que hace de ella un momento idóneo para recordar a los grandes músicos y músicas que ha dado Sevilla, entre los que se encuentra el protagonista de hoy: Manuel López-Quiroga Miquel, conocido también como el Maestro Quiroga.
Maestro, dibujante, pero ante todo músico
Manuel López-Quiroga Miquel nacería en Sevilla en el año 1899. Su padre fue grabador un oficio que le transmitiría a su hijo. Antes de dedicarse plenamente a la música, el Maestro Quiroga comenzó la carrera de Magisterio y realizó estudios de pintura y dibujo en el Museo de Sevilla.
En relación a la música, a los ocho años tocaba sevillanas y pasodobles al piano y, como recogen en el Canal de Cultura Contemporánea, apenas tres años más tarde se convirtió en organista en la iglesia de los jesuitas situada en la calle de Jesús del Gran Poder, gracias a otro organista que se ofreció a enseñarle música. Además, realizó sus estudios en el Conservatorio Municipal de Sevilla, siendo discípulo de Eduardo de Torres, maestro de capilla de la Catedral de la ciudad en aquel momento.
Con tan solo 20 años ya había estrenado tres zarzuelas: 'El presagio rojo', 'La niña de los perros' y 'Sevilla, qué grande eres'. Y en 1929 viajará a Madrid, donde sigue componiendo al tiempo que toca en teatros y cabarés. Desafortunadamente, la música no llegaba para pagar las facturas, por lo que tuvo que recurrir al oficio familiar de grabador.
En 1931 conoce a Rafael de León, poeta de procedencia sevillana también, con el que tuvo gran afinidad para componer. Otros nombres conocidos de su entorno fueron los letristas Salvador Valverde o Antonio Quintero. Todo ello, con el aumento del peso de la copla en el panorama nacional, permiten que Manuel López-Quiroga pudiera dejar el grabado en el año 1933, creando también una editorial de partituras y una academia en la que ayudaba a cantantes en su momento desconocidos pero con potencial.
Con mucho esfuerzo fue creando un nuevo estilo, la tonadilla, que se parecía a las canciones populares, al cuplé y a la zarzuela, participando de ellas, pero al mismo tiempo diferenciándose de ellas.
Tras la guerra
Después de la guerra civil española su música siguió sonando de la mano de las letras de Antonio Quintero y de Rafael de León. Algunas de sus composiciones más populares fueron: 'María de la O', 'La Zarzamora' o 'Ay pena, penita, pena', algunas obras que siguen siendo reconocibles hoy en día.
El Maestro Quiroga compuso canciones que fueron muy populares en las décadas de la posguerra (los años 40 y 50), pero también siguió trabajando en el teatro con la zarzuela y realizó giras con figuras importantes de la misma como Estrellita Castro, Imperio Argentina o Concha Piquer.
En 1976 fue nombrado Consejero de Honor de la Sociedad General de Autores de España y, apenas dos años antes de su muerte, en 1986 se le homenajeó desde esa misma sociedad con el Ministerio de Cultura cuando fue nombrado Hijo Adoptivo de Madrid. Manuel López-Quiroga murió en el año 1988, con 89 años.
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