El Macarena potencia la prevención de complicaciones tras la cirugía de mama
salud
La precocidad es una de las máximas de la Sanidad. La atención precoz permite cuando no prevenir, atajar o disminuir los efectos adversos de ciertas afecciones. La cirugía de cáncer de mama no es una excepción. Sufrir linfedemas o acumulación de líquido linfático, complicaciones en la cicatriz o desarrollar patología de hombro suelen suponer un plus de preocupación para las pacientes que se enfrentan a la recuperación de esta enfermedad.
Conocedores de esta circunstancia, en el Hospital Virgen Macarena van por delante. Así, la Unidad de Fisioterapia en Linfedemas, que viene desarrollando desde hace más de tres años un protocolo rehabilitador para personas intervenidas por cirugía de mama, sigue dando pasos para la prevención de complicaciones en el más amplio sentido de la palabra.
De aplicar este protocolo se encarga la fisioterapeuta María José Roldan, siempre de la mano de la doctora María Pérez, responsable de la unidad de Linfedemas del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación. El objetivo, "anticiparse a las complicaciones", resume en pocas palabras la sanitaria; el resultado, las "más de mil mujeres beneficiadas" desde que se puso en marcha esta actividad preventiva.
"Es una actividad muy positiva por parte de las pacientes, que siempre se muestran encantadas cuando le ofrecemos esta posibilidad, y muy contentas por esta oportunidad que antes no existía", recalca María José Roldán.
Hasta la aplicación de este protocolo preventivo en 2019, la prevención del linfedema estaba enfocada en una prevención secundaria, es decir, se hacía una vez que ya se había diagnosticado el linfedema. "Ahora se ha intensificado el proceso y se hace una prevención primaria, es decir, se trabaja antes de que aparezca la complicación", explica. "Es una actuación muy precoz, inmediatamente después de la cirugía de mama, lo cual nos ha permitido ampliarlo a otros campos que antes tampoco se trataban", añade. Se refiere la fisioterapeuta a una evolución tórpida de la cicatriz y también a la prevención de la patología de hombro.
Así, desde esta Unidad, que pertenece al Servicio de Rehabilitación y Medicina Física del hospital sevillano, fragmentan esta asistencia fisioterápica en tres talleres grupales teórico-prácticos: el taller del hombro, el taller de cicatriz y el taller de linfedema. Son voluntarios, la duración de cada uno de ellos es de una hora y media y se le ofrece a todas las mujeres que son intervenidas por cáncer de mama. "Es otra de las novedades porque, anteriormente a este protocolo, sólo se les ofrecía a determinados casos de cirugía de mama, aquellos en los que se practicaba una linfadenectomía", explica María José Roldán.
En ellos, los miembros de esta Unidad de Fisioterapia valoran la situación de cada paciente, recomiendan prácticas y se les instruye con pautas de autocuidado ya sean relacionados con el hombro, con la cicatriz o con el linfedema, sobre el que se explica qué es, qué incidencia tiene, cómo prevenirlo y cómo detectarlo.
"Sobre éste último, básicamente, lo que hacemos es enseñarles a las pacientes qué es el linfedema, desmitificarlo un poco, ya que es una complicación a la que le tienen mucho miedo", indica.
"Les explicamos que la incidencia es baja y, en cualquiera de los casos, tiene tratamiento y, sobre todo, enseñamos cómo se detecta para que lo más precozmente posible acudan a los cauces necesarios para ser tratadas", concluye.
También te puede interesar
Lo último
Contenido ofrecido por Cervezas Alhambra