Un MIR de premio en el Macarena

reconocimiento internacional

José Antonio Aguiar es residente en Oftalmología y se ha convertido en el primer andaluz, y tercer español, en ganar un prestigioso certamen internacional sobre la especialidad

El Macarena como cuna de talento endocrino de España

José Antonio Aguiar, en el centro, junto a la oftalmóloga María Gessa, y el jefe de servicio de Oftalmología del Macarena, Enrique Rodríguez de la Rúa.
José Antonio Aguiar, en el centro, junto a la oftalmóloga María Gessa, y el jefe de servicio de Oftalmología del Macarena, Enrique Rodríguez de la Rúa. / Ismael Rubio

En la unidad de Oftalmología del Hospital Virgen Macarena están de enhorabuena. No todos los días se llega a lo más alto de un certamen mundial, ni tampoco todos los hospitales pueden presumir de contar en su cantera con un residente reconocido internacionalmente con un premio que nunca antes había recibido un médico en formación andaluz y que sólo lo ostentan dos españoles más en todo el mundo tras ocho ediciones del congreso internacional destinado a sanitarios en formación oftalmológica más prestigioso.

El afortunado, un onubense con formación académica entre Huelva, donde hizo el Grado de Enfermería, y Tenerife, donde estudió Medicina, y con formación profesional en el hospital sevillano. Joven, pero sobradamente preparado, José Antonio Aguiar, que comienza ahora su cuarto año como MIR (médico interno residente), es decir, lo que se conoce como un R4, ha sido recientemente distinguido con el segundo premio en el prestigioso certamen de casos clínicos de patologías oculares Trophy.

Este reconocimiento es resultado de haber destacado entre los mejores durante el congreso anual de la Asociación para la Investigación en Visión y Oftalmología ARVO, un evento de calado internacional donde participan diferentes profesionales clínicos y científicos del ámbito de la oftalmología, celebrado el pasado mes de mayo en Seattle. El joven acudía como representante español y se hizo con el segundo premio ante un jurado internacional de mucho prestigio, convirtiéndose así en el primer residente de oftalmología andaluz, y el tercer español, que accede a un premio de este calibre.

"Estoy muy contento. Personalmente, por supuesto, pero también por haber podido representar a un hospital y, sobre todo, una unidad, la de Oftalmología, que se deja la piel con los residentes. Este premio es resultado de la dedicación y esfuerzo que hacen a diario sus profesionales para tener a sus residentes muy actualizados y para que salgamos muy bien formados. No puedo estar más agradecido por haber confiado en mí para la presentación de un trabajo que, creo que más que merecidamente, ha obtenido este reconocimiento mundial", asegura el residente.

Reconocido entre 345 participantes

Este concurso viene celebrándose desde el año 2012. En la edición de 2024, el caso sevillano premiado destacó entre los 345 trabajos que se presentaron de un total de 30 países, todos ellos bajo una misma cláusula: que se trataran de casos clínicos inéditos en los que hubieran participado los concursantes. Este año, el certamen se celebraba bajo la temática El secreto del éxito de la superficie ocular: no olvides los párpados, título que marcaba la línea de los posibles trabajos.

El caso sevillano que se ha coronado a escala mundial por su elevado potencial resolutivo partió de las manos de la doctora María Gessa, oftalmóloga del Macarena responsable del trabajo presentado, y mentora de José Antonio Aguiar. En el mismo se detallaba el abordaje pionero en el hospital de un paciente, relativamente joven, que, provocadas por un tumor a nivel del cráneo, padecía una úlcera corneal, que le había provocado que el ojo saliera hacia afuera y eso le impedía cerrar los párpados, unido a una falta de motilidad y sensibilidad, a las que se consiguieron dar una solución definitiva. El caso, muy raro, del que hay constancia de escasas publicaciones en todo el mundo, había sido expuesto a diferentes tratamientos pero no se había conseguido resolver con ninguno.

"Con la participación en certámenes como este tenemos la oportunidad desde el hospital de dar a conocer al mundo nuestra labor docente e intercambiar conocimientos con colegas de otros países. Para los propios residentes el poder exponer un caso clínico puntero ante profesionales de tanto prestigio supone un aprendizaje extra muy valioso. Además, que ese trabajo presentado sea reconocido, porque está bien hecho, es una satisfacción aún mayor porque sabes que también se convierte en ayuda para otros compañeros a la hora de poder solucionar problemas similares en casos que son muy extremos y bastantes raros", explica la oftalmóloga.

La exitosa resolución en el Macarena, se orquestó en un procedimiento quirúrgico dirigido por la doctora Gessa, en la que tuvo su participación activa el residente premiado, y se trabajó, primero, elevando el párpado inferior mediante un injerto, que consiguió cerrar el ojo y poder protegerlo, y, a continuación, se le realizó un trasplante de membrana amniótica, que es el mejor recurso para regenerar cualquier tipo de tejido, lográndose con ello curar la úlcera corneal. "Con esta cirugía se le consiguió resolver de forma definitiva el problema a ese paciente muy complejo. Años después sigue sin daños", apostilla la oftalmóloga sevillana.

Un aprendiz ambicioso

El Hospital Virgen Macarena tiene una tradición docente muy potente a la que avalan sus 50 años de historia. En concreto, el servicio de Oftalmología cuenta con 14 unidades de referencia (11 UPRA, dos CSUR y una Red Europea) que se convierten en uno de los principales atractivos de los médicos residentes a la hora de elegir, no sólo especialidad, sino también centro de formación, por su elevado prestigio nacional.

Esto fue precisamente lo que atrajo a José Antonio Aguiar a sus filas tras acabar el Grado de Medicina en la Universidad de La Laguna, en Tenerife. Antes, se había formado como enfermero en la Universidad de Huelva, consiguiendo rápidamente su primer contrato, con el que, asegura, se "enamoró" de la profesión por la cercanía y el trato con el paciente.

El residente José Antonio Aguiar y la doctora María Gessa, durante la entrevista en su consulta en el hospital.
El residente José Antonio Aguiar y la doctora María Gessa, durante la entrevista en su consulta en el hospital. / Ismael Rubio

Cuando apenas le había cogido el gustillo a la bata blanca, el joven veía que no se cumplían todas sus expectativas dentro de la rama sanitaria y, movido por su ambición de poder participar en procesos diagnósticos y de toma de decisiones y prescripción de tratamientos, se volvió a colgar la mochila y regresó a la Universidad, de donde hace ahora cuatro años salió convertido en médico. La formación MIR en el Hospital Virgen Macarena la tuvo clara. "Me habían hablado muy bien de este hospital por su compromiso con la formación de los residentes y, una conversación con un médico adjunto aquí, me hizo finalmente declinarme por él. Ahora lo entiendo. Los residentes salimos muy bien preparados porque hay un grupo de profesionales aquí que se esfuerza mucho en que los residentes salgamos muy bien formados y en tenernos actualizados", explica.

El porqué Oftalmología, responde a sus cualidades más personales. "Me gusta mucho el trabajo manual, soy muy minucioso, y me tiraba la cirugía, pero sobre todo, la microcirugía, y Oftalmología creo que es de las especialidades que más ofrece esta oportunidad. Ahora sé que no me equivoqué y que aquí estoy cumpliendo un sueño", sentencia el MIR premiado.

El afortunado, xxxxx

Al principio da vértigo

en julio pasa a R4

Mi interés por el ámbito sanitario viene de siempre, siempre he tenido interés sobre cómo funciona el cuerpo humano. Empecé haciendo enfermería, lo estudié en Huelva, soy de allí, y estaba enamorado de la profesión, empecé a trabajar, y me encantaba , me encanta el trato con el paciente, y como enfermero, el día a día es eso, atender preguntas que no habían tenido respuestas por parte de los médicos, y sobre todo, el contacto. Pero es verdad que notaba que había cosas que me gustaban mucho, diagnostico, prescripción, toma de decisiones a la hora del manejo de los pacientes, que , como enfermero, o podía. Ahí me surgió la idea de estudiar Medicina y me tiré a la piscina. La hice en en Tenerife y me encantó la carrera. Profundizar en el conocimiento de la patología. Cuando terminé, tuve mi momento de debate interno, como nos pasa a todos, para elegir la especialidad, me gusta mucho el trabajo manual, soy muy minucioso, y me tiraba la cirugía, pero sobre todo, la microcirugía, y entre las distintas opciones microquirúrgicas que ofrece la vía MIR, oftalmología cumplía mucho ese perfil. Es un campo que en la carrera no se estudia demasiado, pero cuando te metes un poco ves que es amplísimo porque abarca muchísimo, es complicado y a la vez resolutivo y eso me hizo decantarme.

Quería hacer la residencia en Andalucía, no tenía claro dónde, conocía a un adjunto aquí y le pregunté y me aconsejó este hospital. Después entendí porqué. Los residentes salimos muy bien preparados, hay un grupo de profesionales aquí que se esfuerzan mucho en que los residentes salgamos muy bien formados, en tenernos actualizados. Tenemos mucha subunidades que son punteras, como la unidad de tumores, obiropatia tiroidea unidad de referencia, me llamaba mucho la atención. Estar en un sitio, además de cerca de casa, ser un hospital de renombre y, además, lo que he escuchado de otros residentes, ahora la sensación que tengo es esa. También depende de cómo te tomes la residencia y que no sea que la residencia pase por ti, sino que vayas tu tb tirando del carro. Aquí tienes la suerte de disfrutarla. La gente con la que trabajamos tiene mucha experiencia y mucha labor docente. Se preocupa mucho de que aprendamos.

11 unidades de referencia en el servicio de Oftalmología

Las unidades de referencia se consiguen haciendo mucho esfuerzo y haciendo tanto técnicas diagnosticas y quirúrgicas como tratamientos que sean punteros y que son complejos.

primer andaluz que gana el certamen un tercero de españa

Es uno de los certámenes internacionales más prestigiosos, desde el año 2012 se celebra, se presentan trabajos de todo el mundo. Normalmente va un ganador por cada país y luego entran en una competición con un jurado internacional de mucho prestigio. Cada año tiene una temática. Son casos clínicos de patologías oculares, pero este año la temática era relacionada con los párpados.

medica. Aquí teníamos un caso que pensamos que podría ser bueno para que lo desarrollara José Antonio y el resultado del éxito habla por sí solo. Es una manera con la que el hospital da a conocer al mundo su labor docente, intercambiar conocimientos con colegas de otros países.

El tumor estaba lesionando al ojo desde diferentes vías. El caso en cuestión se refería a un paciente que habíamos operado aquí e la unidad con un caso muy severo. Es un paciente relativamente joven que tiene un tumor a nivel del cráneo y le está afectando a las órbitas y le provoca una úlcera en el ojo por dos motivos. Uno, porque está haciendo que el ojo protulla hacia adelante, con lo cual, los parpados no pueden cerrar bien el ojo. Y el segundo motivo es que ha afectado a la sensibilidad del ojo y la motilidad. No tener sensibilidad es una de las cosas más grave que puede ocurrir en el un órgano porque impide la regeneración de los tejidos. Llevaba ya con diferentes tratamientos pero no conseguía resolverlo. Cuando llegó a mis manos, a la hora de valorar al paciente pude ver que para solucionar el problema de la córnea era trabajando sobre los párpados. Lo que hubo que hacer fue elevarle el párpado inferior mediante un injerto, se le cerró el párpado, que eso se llama tarsorrafia externa, se le cerró un poco la parte externa, para proteger el ojo, y además se le puso un trasplante de membrana amniótica, es el mejor recurso para regenerar cualquier tipo de tejido. Con esta cirugía se le consiguió resolver de forma definitiva el problema a ese paciente muy complejo. Con ese abordaje de párpados y córnea se le consiguió resolver el problema.

El caso es mío, pero el como residente participó

Vimos en José la personal ideal para hacerlo. Ella fue quien me comentó el tema dl certamen y me abrió esa puerta y sólo tuve que cruzarla y estudiarme el caso. La experiencia con haber llevado el caso, haber vivido esa tensión. El certamen lo organiza el laboratorio TEA, se celebró en Seattle. Los tres finalistas elegidos en la fase final del concurso son los que van al ARVO esos tres ganadores vayan allí donde sea del mundo y que expongan allí el caso clínico, una de las premisas es que sea inédito.

medica. Estamos muy orgullosos porque es un caso que trataba una enfermedad muy compleja. Mandas tu trabajo con la ilusión de mostrar lo que haces, es el objetivo cuando te presentas a un certamen internacional, aprender es muy importante y exponerlo a profesionales de tanto prestigio se presta a ello, pero cuando tu trabajo es reconocido porque está bien hecho, también es una ayuda a otros compañeros a poder solucionar problemas similares. Son casos extremos. Son casos bastantes raros.

Casos publicados como este hay muy pocos. Es raro que se den todas las circunstancias que se dieron

Estoy muy agradecido a la doctora por darme esta oportunidad, y, ya no sólo a ella, a todos los profesionales de este hospital porque contamos. Crecimiento a nivel personal.

Medica. muy orgullosa de nuestro residente porque ves las capacidades, ves las ganas, ves la fuerza y que nuestras funciones, una es servir al paciente, ayudarle y mejorar, pero fundamental es la transmisión de conocimientos. esa cadena es la que no se puede perder porque gana la medicina y los pacientes en general.

Se celebró del 5 a 9 de mayo y ellos lo presentaron el 7

El laboratorio TEA nos brinda ir al año siguiente también al congreso en calidad de embajador por haber ganado el año anterior. Al principio da vértigo

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