Madre de Dios: Última llamada
patrimonio | La ruina de los conventos sevillanos
La comunidad de religiosas dominicas espera que llegue el dinero comprometido para restaurar la iglesia, que se encuentra cerrada desde 2014 por graves problemas estructurales
Una situación desesperada y un dinero comprometido que no llega. La situación del convento de Madre de Dios, en la calle San José, es insostenible. Cada día que pasa aumenta el grave riesgo de desplome de buena parte del cenobio. La iglesia está clausurada desde hace años ante los graves riesgos estructurales. Las nueve religiosas sobreviven a duras penas con la venta de dulces, que desciende manera importante en esta época del año, y han tenido que habilitar una estancia interior como improvisada capilla. La peor parte se la lleva la zona denominada Casa del Capellán y Palazuelo, donde se alojaba la reina Isabel la Católica cuando visitaba la ciudad. Están en un estado absoluto de ruina. Las religiosas esperan que pronto pueda llegar ese dinero municipal que les permita acometer las obras urgentes en la iglesia, que es una auténtica joya con esculturas, retablos y pinturas de primer nivel.
La situación de ruina del convento de Madre de Dios se remonta a varias décadas, como se puede observar en los testigos para controlar los movimientos que están fechados en 1991. Con el paso de los años, las religiosas han ido realizado las actuaciones que podido, rehabilitando principalmente sus estancias de uso. Tras varios desprendimientos en la zona del presbiterio, la iglesia tuvo que clausurarse en 2014. A simple vista son visibles las enormes grietas en el arco toral, los movimientos en las vigas de madera y el fantástico artesonado o el desplome evidente de uno de los muros, que pone en riesgo la estabilidad del conjunto.
El año pasado, las religiosas dominicas recibieron con esperanza el anuncio de que en los presupuestos municipales de este año habría dinero para dedicarlo al convento. "Ciudadanos nos dijo que había 300.000 euros acordados con el gobierno municipal para dedicarlos a las obras urgentes de Madre de Dios. Los presupuestos están aprobados, pero de momento no se sabe nada", asegura Joaquín Egea, presidente de Adepa, asociación conservacionista que está colaborando con las religiosas dominicas para rehabilitar el convento. "Aquí no llamado nadie ni ha venido una gorda", añade una de las monjas.
Ya existe un anteproyecto de obras para comenzar la restauración que está a la espera de los fondos necesarios para redactar el proyecto de intervención. Egea apunta a que se pueden explorar otras vías para conseguir el dinero necesario: "Por ejemplo, el 1,5% Cultural del Ministerio de Fomento. Eso lo llevaba Pablo Diánez, pero estaba esperando al dinero para redactar el Plan Director. Al final, una cosa por otra...". En mayo, la comunidad recibió la visita de una fundación que quería contribuir en la rehabilitación y que ya estaba aportando su granito de arena en Santa Inés o en Santa Paula. De momento, siguen a la espera.
Además de la iglesia, las monjas tampoco pueden hacer uso del bello coro del convento, que cuenta con unas pinturas renacentistas muy interesantes. El artesonado, de muy buena factura, está despegándose de la pared. "Esto se nos cae si el dinero previsto por Ciudadanos no se invierte". Si la iglesia se arreglara, las monjas se darían por satisfechas; además, la ciudad ganaría para sí y para el turismo un espacio único del siglo XV con el que estuvo muy vinculado Hernán Cortés y en el que están enterradas su esposa y una de sus hijas.
Desde Adepa reclaman que se empiecen a cumplir los compromisos adquiridos: "Pedimos a Ciudadanos que exija al gobierno que se cumpla ese compromiso. Que sea la Gerencia de Urbanismo la que haga la obra con sus propios medios. No queremos otra cosa".
Todavía se está a tiempo de salvar la iglesia de este monasterio, peor suerte han sufrido la Casa del Capellán y las estancias que cobijaban a Isabel la Católica. La ruina es allí imparable.
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