Luces de la puerta de Carmona
calle rioja
Homenaje. Por primera vez vienen a Sevilla desde Carmona los premios a la excelencia científica y agroalimentaria que llevan el nombre del profesor Manuel Losada Villasante.
AL carro de la cultura española le falta la rueda de la ciencia. La frase, que ayer recordó Juan Espadas, alcalde de Sevilla, es de Santiago Ramón y Cajal. Ayer le pusieron tres ruedas con el mejor de los faros, el magisterio de Manuel Losada Villasante (Carmona, 1929), que preside con su nombre los premios a la Excelencia que ayer recayeron en un biólogo y dos ingenieros.
La voz de Salomón Hachuel entró como un torrente por la radio en casa de Losada Villasante. "Se emociona muchísimo y no le convienen estos buenos malos ratos", dice Antonia Friend, esposa del boticario que se convirtió en biólogo enamorado de la luz.
Los árboles del protocolo dejaban ver en la sala Antonio Machado de la Fundación Cajasol el bosque del trabajo de estos tres científicos. Como el propio Losada, que vivió etapas de aprendizaje en el extranjero -Alemania, Dinamarca y California, donde conoció en 1959, el año del Nobel, a Severo Ochoa- los tres galardonados han tenidos etapas de formación en el extranjero pero desarrollan sus investigaciones en Andalucía sumando esfuerzos para conseguir en 2020, propósito formulado por Susana Díaz, presidenta de la Junta, que un 2% del Producto Interior Bruto se destine a la ciencia y a la investigación.
Ninguno de los tres había nacido cuando Manuel Losada Villasante creó en 1967 el Instituto de Bioquímica Vegetal y Fotosíntesis, en puertas de celebrar sus bodas de oro, las mismas que hace tres años celebró de su matrimonio con Antonia Friend.
Pablo Huertas (Sevilla, 1975), obtuvo el premio a la Excelencia en la Investigación Científica por un estudio sobre "qué ocurre cuando el ADN se altera, se rompe". En su época de estudiante, todavía estaba Losada de catedrático, se formó en Cambridge y trabaja con un equipo de doce personas en un proyecto fundamental para la detección temprana del cáncer y otras patologías.
Manuel Pérez Ruiz (Sevilla, 1978), premio a la Excelencia en Investigación Agroalimentaria, desarrolló un trabajo a nivel europeo sobre equipos inteligentes para la aplicación localizada de herbicidas. Un paso en el relevo "de la agricultura convencional por la agricultura inteligente" mediante el uso de drones que detectan las malas hierbas.
Juan Ramón Sánchez Valencia (Málaga, 1981), premio a la Excelencia en la Investigación e Innovación, recibió el apoyo moral de Miguelito, su bebé, que se hizo notar en plena intervención de la presidencia de la Junta. Cuando terminó la carrera, se fue a un pueblo próximo a Zurich. Allí puso los cimientos de un proyecto coral, las aplicaciones de la nanotecnología en fotónica, sensónica, fotovoltaica y electrónica, con campos novedosos como la alternativa a los microchips de silicio de los ordenadores.
Es la cuarta edición de estos premios, que en las tres ocasiones anteriores se entregaron en el parador de Carmona, la patria chica de Losada Villasante. El alcalde de Carmona, Juan Ávila, vino hasta Sevilla para participar en esta apuesta de futuro que conlleva un homenaje a su ilustre paisano y su fértil cosecha de buenas hierbas. "Losada Villasante es un universitario modélico", dijo Miguel Ángel Castro, rector de la Universidad Hispalense, institución que cuenta con dos premios Príncipe de Asturias de la entidad de Losada y de Ramón Carande.
Una semana antes de la entrega, Losada Villasante asistió en la Cartuja, en la sede de la Universidad Internacional de Andalucía, a la presentación de su legado científico. Unas memorias que ha titulado Recuerdos, Realidades y Esperanzas. Tres palabras que resumen el espíritu de estos galardones. Recuerdos, porque los premiados nunca olvidarán el premio -estatuilla de la Escuela de Artesanos de Gelves y seis mil euros para cada uno-, realidades porque en todos los casos se buscan soluciones a problemas palpitantes. Y esperanzas que conectan con "las luces largas del futuro", según Susana Díaz.
Estos premios son una iniciativa de la Cadena Ser en colaboración con el Ayuntamiento de Carmona, la Universidad de Sevilla, la Fundación Cajasol, con Antonio Pulido de anfitrión, Mercadona, con Jorge Moreno, director de Relaciones Externas, y el Foro Interalimentario, cuyo director general, Víctor Yuste, dijo que es el sector que mejor se ha adaptado a los tiempos de crisis.
Tres científicos nacidos en la Transición, cada uno con su revolución. La Sevilla que recibe a Murillo y Velázquez hace una apuesta por la ciencia con el magisterio de un apasionado de la luz en estos tiempos tan dados a la tiniebla. En el jurado científico estuvieron los profesores Rosario Fernández, Guillermo Antiñolo y Julián Martínez. En el de agroalimentaria, Miguel López, secretario general de COAG Andalucía, y Juan Moreno, de la Unión de Consumidores de Andalucía.
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