"Lope era el más voraz, no dejaba rabo sin desollar"

José María Micó Hizo la edición del 'Guzmán de Alfarache' con 25 años, soltero y en casa de sus padres Participó en Sevilla en el 400 aniversario de la muerte de Mateo Alemán

"Lope era el más voraz, no dejaba rabo sin desollar"
"Lope era el más voraz, no dejaba rabo sin desollar"
Francisco Correal

22 de noviembre 2014 - 05:03

EN 1987 Cátedra publicó su edición de Guzmán de Alfarache. José María Micó (Barcelona, 1961) tenía 25 años. Ese mismo año se casó. Tamaña empresa no dañó su matrimonio. Acompaña a la guitarra a su mujer cantante.

-¿Quién le encarga el Guzmán de Alfarache?

-Francisco Rico, que había sido mi profesor en Filología y quizás más joven que yo ya había publicado en los años sesenta un estudio sobre la picaresca, un ensayo sobre el Lazarillo y el Guzmán de Alfarache.

-¿El encargo fue una carga?

-Al principio sí. Empezaba a dar clases en un colegio universitario de Girona y estaba con mi tesis sobre Góngora.

-Un barcelonés editando a un sevillano y dedicándole la tesis a un cordobés...

-Se corresponde a la importancia que Sevilla en particular y Andalucía en general tuvieron en el Siglo de Oro.

-El legado de Góngora reúne a los poetas del 27. ¿A quién reunió el legado de Mateo Alemán?

-Con él empieza la novela picaresca como género, porque el Lazarillo era de mediados del siglo XVI. Empiezan el Buscón, la Pícara Justina. Había una gran voracidad, el más voraz de todos era Lope de Vega, que no dejaba rabo por desollar.

-¿Qué distingue a Alemán?

-La importancia que le da al aspecto comercial, a la edición.

-Tuvo olfato económico y murió arruinado...

-El Guzmán de Alfarache es lo que hoy llamaríamos un best-seller, pero casi todo se publicaba en ediciones piratas.

-¿Vino a la ciudad de su autor?

-Si, pero no para documentarme, sino para recorrer los escenarios de la obra. Sevilla la conocía de un viaje de fin de curso.

-¿Qué quedaba de esa época?

-La convivencia de una religiosidad extrema con una picaresca en grado máximo, lo que se corresponde con la importancia de la ciudad como gran metrópoli.

-¿Qué supuso esa obra?

-Fue mi primer trabajo serio. Todo un máster en Filología y en literatura del Siglo de Oro.

-¿Cambió sus planes de boda?

-No, pero hay dos conexiones entre el libro y la boda. Mi sueldo de profesor era muy bajo y para empezar un proyecto de familia pedí a la editorial que en lugar de pagármela de golpe, me lo abonaran en diez plazos. De vuelta de la luna de miel por la Rioja y Castilla, ya tenía los primeros ejemplares en mi casa.

-Mateo Alemán visitó Lisboa, Madrid, México. ¿Y Barcelona?

-Que yo sepa no. Como no fuera de paso en sus viajes a Italia, donde como se deduce de su obra no fue por motivos librescos.

-¿Cuál ha sido su trayectoria?

-Primero Mateo Alemán, después Góngora, luego traduje el Orlando Furioso y llevo un par de años con la traducción de la Divina Comedia de Dante.

-¿Tenía su novia celos del Guzmán de Alfarache?

-Yo vivía todavía con mis padres. La escribí de soltero. En un pequeño canterano de mi padre, un escritorio o secreter. Con mi hermano pequeño roncando al lado.

-¿Cómo vivió el 9-N?

-Estaba en Florencia, en dos congresos sobre Dante.

-¿Qué le parece el proceso?

-Tengo ganas de votar un día con normalidad. Llevamos dos años con algunas cosas bien y muchas mal por parte de todos.

-Hizo la tesis de Góngora. ¿Con qué poeta del 27 se queda?

-Los más gongorinos eran Lorca y Alberti. Al principio me gustaba Guillén y el Alberti tardío. Cernuda me interesa ahora más que antes. Todos se empaparon de Góngora, que además era un poeta con muchos registros: el cultismo, el popularismo.

-¿Ha ido a México, la ciudad donde muere Mateo Alemán?

-Sí, pero por Petrarca. Era hispanista, me he vuelto italianista.

-¿Qué ha cambiado desde 1987 hasta ahora en la percepción del Guzmán de Alfarache?

-Muchas cosas. Entonces no se sabía la fecha de su muerte. No conservo un solo archivo informático. Lo escribí a mano y después a máquina. Leí su San Antonio de Padua y su Ortografía. En autores antiguos, todas las obras completas son incompletas.

-Aparte de Mateo Alemán, ¿qué le une con Sevilla?

-Igual vengo con mi mujer a la sala El Cachorro con el disco Caleidoscopio.

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