Los padres de Laura Cerna esperan justicia para que su hija "descanse en paz"

Los padres de Laura Cerna, la norteamericana asesinada y descuartizada en Sevilla el pasado 30 de agosto de 2010, han dicho que confían en obtener justicia y que su hija "pueda descansar por fin en paz" en la previa de un juicio que arranca este jueves con un jurado popular.

Thomas y Sandra Cerna, residentes en Miami (Estados Unidos), se han entrevistado este miércoles en Sevilla con la cónsul de su país, Maritheresa Frain, para "sentir el apoyo de nuestro gobierno, que por supuesto está detrás de nosotros, como no puede ser de otra manera", según han comentado.

Sandra Cerna han expresado su esperanza de que el jurado popular que enjuiciará a partir de este jueves al presunto asesino de su hija, Antonio Gordillo Sala, "haga justicia, valore las evidencias y las pruebas que hay y yo pueda decirle a mi hija que ya puede descansar en paz".

Ha añadido que su hija Laura "estaría satisfecha" si pudiese acudir con este mensaje a visitar su tumba en el cementerio de Sevilla.

El juicio contra Antonio Gordillo, que se enfrenta a una petición de 30 años y cinco meses de cárcel, comenzará este jueves con la elección de los nueve miembros del jurado y dos suplentes, y el viernes se producirá la declaración del acusado, que permanece en prisión desde su detención unos días después del crimen.

Los hechos ocurrieron el 30 de agosto del 2010, cuando el acusado, entonces de 30 años y camarero de profesión, invitó a su casa a Laura Cerna, una profesora de inglés de 49 años a la que conocía del barrio, y presuntamente intentó agredirla sexualmente.

Ante la resistencia de la víctima, el acusado la apuñaló, descuartizó el cuerpo y se deshizo de él en el río Guadalquivir, donde apareció seis días después metido en una maleta y unas bolsas junto al Puente de las Delicias.

En su calificación de los hechos, solo la acusación particular que ejercen los padres han incluido el intento de violación, por lo que han pedido para el acusado un total de 30 años y cinco meses de cárcel por delitos de asesinato, agresión sexual y profanación de cadáveres.

La Fiscalía solicita 25 años de cárcel y la representación del ex esposo español de la fallecida imputa al acusado delitos de asesinato y de profanación de cadáveres, por los que pide 25 años y cinco meses de cárcel.

Por su parte, la defensa sostiene que la mujer se autolesionó hasta la muerte y sólo reconoce que el imputado cometió un delito de profanación de cadáveres pues se puso nervioso al comprobar que Laura había fallecido y decidió deshacerse del cuerpo.

Los padres de Laura llegaron este martes a Sevilla y tienen intención de quedarse durante todo el juicio y unos días después con su nieto Michael, de 30 años, "que nos necesita mucho".

Sandra ha destacado que no guarda ningún reproche a Sevilla porque su hija "amaba esta ciudad" y ha relatado la anécdota de que cuando Laura fue a visitarlos en septiembre del 2009, la última vez que la vio con vida, su hija llevaba seis años en esta ciudad y le dijo que estaba segura de no querer regresar a Estados Unidos porque "Sevilla es mi hogar".