El asesino de Laura Cerna consumió cocaína antes de cometer el crimen
Crimen Tiro de Línea
Un informe psiquiátrico afirma que el consumo de drogas pudo ser para el acusado una "merma para refrenar una conducta agresiva".
El hombre que mató a una norteamericana y luego descuartizó su cuerpo tenía íntegra su capacidad de conocer, pero su voluntad se encontraba "levemente limitada" por el consumo de alcohol y cocaína, según el informe psiquiátrico aportado al juzgado.
Dicho informe señala que el acusado, de 30 años, tiene "rasgos psicopáticos de la personalidad y consumo ocasional de cocaína y alcohol", y es "compatible" que el día del homicidio de Laura Cerna hubiese consumido dichas drogas, si bien sin llegar a una intoxicación.
Como consecuencia de dicho consumo combinado de drogas, el acusado pudo sufrir una leve limitación de su capacidad volitiva y sobre todo una "merma para refrenar una conducta agresiva" hacia la víctima, según los peritos.
No obstante, fuentes del caso aseguran que dichas facultades mentales estaban "preservadas" en días posteriores, cuando el acusado descuartizó el cuerpo de la mujer, lo metió en una maleta y una bolsa y arrojó ambas al río Guadalquivir junto al puente de las Delicias.
Por la forma en que relata lo sucedido, el acusado "mantiene íntegras sus funciones psíquicas superiores" y el análisis de su personalidad "no pone de relieve afectaciones importantes", afirman los psiquiatras en el informe elevado al juzgado de instrucción 18 de Sevilla.
Laura Cerna, que trabajaba como profesora de inglés, fue asesinada a puñaladas el 30 de agosto de 2010 pero su cuerpo no fue localizado por los buzos de la Policía hasta el 6 de septiembre, cuando el sospechoso confesó el crimen.
El presunto autor del homicidio, un camarero que la conocía de vista por frecuentar el mismo barrio, cumple desde entonces prisión incondicional sin fianza,prisión incondicional sin fianza imputado por un delito de homicidio, al que el abogado de los padres de la víctima añadió otros presuntos delitos de violación y profanación de cadáveres.
El informe definitivo de la autopsia confirmó la "etiología homicida clara" de las puñaladas en el pecho que presentaba la víctima y desestimó el argumento del acusado de que la mujer se autolesionó con un cuchillo cuando vio rechazada su propuesta de mantener relaciones sexuales.
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