Juzgan por otro asalto a un cortijo a la banda de Sevilla que mató a un ganadero en Badajoz
Los delincuentes, originarios de Castilblanco y Burguillos, robaron en un cortijo de Olivenza y golpearon al dueño con una escopeta
La banda, liderada por el Patillas, tiene pendiente todavía el juicio por el homicidio
Una banda de delincuentes de Sevilla será juzgada la próxima semana en Badajoz por un asalto a un cortijo de Olivenza, en el que maniataron a la pareja que dormía dentro y le dieron un culatazo al hombre para que dijera dónde guardaba los objetos de valor. Este mismo grupo de malhechores, oriundos de las localidades de Burguillos y Castilblanco de los Arroyos, tiene pendiente otro juicio, que se celebrarán dentro de unos meses, por el homicidio de un ganadero en la localidad pacense de Feria. La banda estaba liderada por José M. R. M., apodado el Patillas.
La Audiencia Provincial de Badajoz enjuiciará a cinco miembros de la banda por el asalto ocurrido el 23 de febrero de 2020 en un cortijo de Santo Domingo de Olivenza, según publicó ayer el diario Hoy. La Fiscalía pide para algunos de los componentes del grupo 19 años de prisión. Esa madrugada, el Patillas y dos de sus socios, Antonio J. M. M. y Cristian J. G. V. accedieron a la finca Los Morines, donde dormía una pareja.
Para entrar, escalaron primero la valla que rodeaba la finca y después utilizaron una llave para abrir la puerta de la cocina. Los asaltantes sabían dónde estaba la llave porque se lo había dicho Victoria G. E., novia de uno de los asaltantes, cuya madre había trabajado realizando labores de limpieza en la finca. Esta mujer sabía que la llave estaba en un farolillo y conocía la finca y los objetos de valor que podía haber en ella.
Entraron en la vivienda a las tres de la madrugada, pero habían llegado al lugar sobre las once y media de la noche. Otra de las acusadas, Ana M. L. M., condujo el vehículo en el que llegaron, propiedad de Antonio J. M. M. Los hombres se bajaron del coche para realizar labores de vigilancia y las mujeres los recogieron sobre la una. A las tres volvieron todos. A esa hora suponían que la pareja que estaba en la finca estaría ya dormida, por lo que utilizaron la llave para entrar en la casa.
Una vez dentro, cogieron dos escopetas que estaban colgadas en el salón, que habían sido inutilizadas. A pesar de ello, entraron en el dormitorio y apuntaron a la pareja. Los alumbraron con una linterna al tiempo que los amenazaban de muerte. El dueño de la finca les preguntó si se trataba de una broma y el Patillas le golpeó con fuerza en la cabeza con la culata de la escopeta.
Luego registraron la casa en busca de objetos de valor. Al no encontrar dinero, registraron sus carteras y se llevaron 270 euros, los teléfonos móviles y las llaves del coche, mientras los ataban de pies y manos con cinta carrocera. Les dijeron que los seguían vigilando y que se quedaran quietos. Se fueron de la casa con el dinero, las armas, los móviles y unos pantalones zahones, un botín valorado en 855 euros.
Cuatro meses más tarde, el 10 de mayo de 2020, la banda del Patillas mató presuntamente al ganadero José González Fernández en su finca de Feria. La semana que viene no se juzga su participación en el homicidio, que todavía está pendiente de juicio.
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