Guerra de cifras en la huelga de la educación

Un éxito o un fracaso según se mire. La huelga convocada este viernes en la Educación andaluza ha provocado un baile de cifras en su seguimiento, como suele ser habitual. Mientras los sindicatos convocantes han avanzado que la jornada de movilización cuenta con un respaldo del 50% del profesorado de Secundaria y de un 75% del profesorado de primaria; la Junta de Andalucía rebaja estas cifras en Sevilla a un global del 3,2%.

El profesorado se ha movilizado, con distinto resultado según quién ofrezca los datos, por lo que consideran una vuelta insegura a las aulas en un contexto tan alarmante como el del Covid-19. Tras las concentraciones protagonizadas ayer por el sector de la cultura, y unos días antes de la manifestación que hará la hostelería el próximo martes, los sindicatos habían convocado este viernes una huelga y movilizaciones en la educación andaluza para exigir que la Consejería de Educación y Deporte aplique medidas preventivas en los centros educativos contra la Covid y "evitar que la educación sea un puente de transmisión comunitaria".

A las 11:00 ha partido bajo la lluvia la gran manifestación desde la sede de la consejería, en la Isla de la Cartuja, hasta el Palacio de San Telmo, sede de la presidencia. Hace unos minutos se han conocido las primeras cifras de la participación. La Junta de Andalucía cifra el seguimiento en Sevilla en un 3,2% y en Andalucía en un 4,5%.

En primaria, habría hecho huelga 750 de los 10.862 profesores, un 6,5%. En secundaria, habrían secundado la huelga 13 de los 12.186 docentes, lo que supone apenas un 0,1%. En centros de E.R.E. serían 3 de 818 (0,4%). Y en centros de adultos habrían siso 2 de 425 (0,5%). En total: 728 de 24.301 (3,2%).

Por su parte, el sindicato Ustea ha calificado la convocatoria de "éxito" y ofrece unas cifras muy distintas. "Consideramos que la jornada de movilización, con una participación del 50% del profesorado de Secundaria y de un 75% del profesorado de primaria, ha sido un éxito y es una advertencia clara para el Gobierno de Andalucía y para la Consejería de Educación, que tiene que dar su brazo a torcer y dejar de escatimar esfuerzo y recursos para la educación pública, que viene sufriendo un abandono secular y unas carencias estructurales profundas tras años de recortes".