La Junta le retira a un enfermo de esclerosis múltiple un tratamiento por tener más de 55 años
José Blanco tiene 62 años y empezó a recibir este fármaco hace dos, cuando ya sobrepasaba la edad límite para su financiación en la que se escuda el Gobierno andaluz
La familia de José Blanco no se lo podía creer cuando el pasado mes de febrero recibió una notificación del Hospital de Valme en la que se le comunicaba la suspensión del tratamiento para la esclerosis múltiple que padece por superar el límite de edad para el que está prescrita su financiación. Este vecino de Morón de la Frontera tiene 62 años y, según el único argumento esgrimido desde la administración andaluza, que a su vez se escuda en que se siguen las directrices del Ministerio de Sanidad, este medicamento sólo se puede aplicar a menores de 55 años. Una situación "surrealista", según los familiares, ya que a José se le comenzó a administrar cuando ya contaba con 60.
José Blanco fue diagnosticado de esclerosis múltiple primaria progresiva hace 14 años cuando tenía 48. Estuvo años sin tratamiento específico, de prueba en prueba y con un notable deterioro, hasta que en el verano de 2018 lo llamaron desde el Hospital de Valme para proponerle la participación en un ensayo clínico con un fármaco llamado Ocrelizumab con el que creían se podían obtener buenos resultados. "No nos lo pensamos. No teníamos nada que perder y era algo nuevo que no habíamos probado antes", afirma José Jonathan Blanco, hijo de José.
Y así fue. Los resultados fueron en el camino de lo previsto y "ya con la primera dosis se le empezó a ver más animado", afirma su hijo. "Con la segunda aplicación ya no quería ni coger ni la moto eléctrica que le compramos para moverse por la casa y el pueblo. Se encontraba muy bien y podía andar poquito a poco sólo con la ayuda de una muleta", destaca.
No obstante, todo ese progreso se vio truncado hace ahora un año cuando, tras recibir la tercera dosis en enero del año pasado, se les comunicó la retirada del tratamiento de Ocrelizumab con el que estaba contando desde hacía año y medio sin más explicación que la de ser mayor de 55 años. Es entonces cuando empezó un auténtico calvario para esta familia moronera que ve como la salud de José se va degradando poco a poco. "Decidí ir al hospital a pedir una explicación y me dijeron que podía poner una reclamación. La situación era tan surrealista que hasta la administrativa que me cogió el escrito se sorprendió de las razones que nos estaban dando para la retirada de un tratamiento que tan buenos resultados estaba teniendo en mi padre", afirma José Jonathan que, además, asegura contar con un escrito de la neuróloga de su padre en el que se hace hincapié en la "importante mejoría" del paciente a raíz de la aplicación de este tratamiento ahora retirado.
"¿Es lógico que nos prescriban un tratamiento con el que está demostrado que mi padre iba mucho mejor y que al año y medio nos lo quiten porque tiene más de 55 años si ya tenía 60 cuando se lo empezaron a administrar? Es algo que no tiene ni pies ni cabeza", se pregunta el hijo de José.
Como consecuencia de estos doce meses sin recibir el tratamiento, la salud de José "ha caído en picado". Según explica su hijo, "ha entrado en depresión y no quiere salir a la calle ni ir al campo, que ha sido prácticamente su vida durante todo el tiempo en el que se han encontrado bien". "Su salud empezó a ir para atrás prácticamente desde el momento en el que se enteró de que se lo iban a dejar de administrar, imagino que psicológicamente sólo de pensarlo al ver que estaba tan bien. Pero en los últimos tres meses es cuando ha pegado un bajón impresionante y yo diría que incluso está peor de como estaba antes de que le pusiesen ese tratamiento", destaca José Jonathan, que pide a las administraciones que el Ocrelizumab vuelva a ser subvencionado para su padre.
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