La Junta protege el legado de la Expo
La Consejería de Cultura inscribe en el Catálogo del Patrimonio Histórico los pabellones de España, Andalucía, Finlandia, Francia, Hungría y la Navegación y anuncia que habrá más iniciativas en este sentido
La Consejería de Cultura ha inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bienes de Catalogación General, de manera colectiva, seis pabellones de la Exposición Universal celebrada en Sevilla en 1992; concretamente los edificios que se alzan en la isla de la Cartuja y que representaron a España, Andalucía, Hungría, Francia y Finlandia y el pabellón temático dedicado a la Navegación. La medida, no obstante, es sólo el preludio de una "más amplia" catalogación del legado de la Expo 92.
Según una orden firmada por la consejera de Cultura, Rosa Torres, y publicada ayer en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), el procedimiento incoado hace meses por la Dirección General de Bienes Culturales para la inscripción de estos edificios en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz ha finalizado con su protección como Bienes de Catalogación General, "de manera colectiva".
La Junta justifica la catalogación de estos pabellones, "a pesar del escaso lapso de tiempo transcurrido" desde su construcción, alegando que las edificaciones están "perfectamente estabilizadas en el imaginario de Sevilla, alcanzándose una visión patrimonial para esa arquitectura".
Gracias a esta catalogación, según reza en el documento, "se sientan bases para una más amplia catalogación en el ámbito de la sevillana isla de la Cartuja, con arreglo a las posibilidades que oferta la legislación de Patrimonio Histórico". En ese sentido, la orden firmada por Torres apunta a las futuras catalogaciones a partir de "inmuebles que ya la crítica ha reconocido por sus aportaciones estéticas, por la eficacia de su diseño arquitectónico o por las soluciones o depuración técnica de su ejecución, además de ser en muchos casos significativas obras de autor".
La orden reserva un extenso párrafo para el pabellón de Hungría, restaurado en 2001 bajo la supervisión del arquitecto Enrique Morales Méndez y antaño pabellón de la Energía Viva bajo la gestión del Grupo Expo-An. Señala el documento que la Delegación provincial de la Consejería de Cultura ya resolvió en su momento las alegaciones formuladas por la compañía Atymsa Nuevas Tecnologías S.L en cuanto a un posible traslado del conjunto arquitectónico de la finca primigenia de la calle Marie Curie.
En ese sentido, la Consejería de Cultura se ampara en los informes técnicos emitidos por su Dirección General de Bienes Culturales y el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, adscrito a dicha Consejería, abogando por el "mantenimiento sin traslado" del pabellón dentro del citado procedimiento de catalogación. A tal efecto, el 24 de noviembre de 2008 se habilitó un nuevo trámite de diez días para dar lugar a nuevas alegaciones de Atymsa Nuevas Tecnologías S.L., que el 3 de diciembre solicitó la ampliación de este segundo periodo de alegaciones.
No obstante, tal petición le fue denegada y la empresa aprovechó el periodo de alegaciones para declarar su supuesta "indefensión" ante el procedimiento administrativo por "no poder ser asistida por expertos y por no poder haber visto completo el expediente", si bien la Consejería de Cultura rechaza "de plano" tales argumentos en esta orden definitiva recordando los dos trámites de audiencia concedidos a Atymsa Nuevas Tecnologías S.L. y que "en cualquier momento del procedimiento pudo acceder al expediente si lo hubiera
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