La Junta evalúa los efectos del cierre de Cargill

R. S.

05 de febrero 2013 - 05:03

La Junta y los trabajadores de la planta de Cargill valoraron ayer las pérdidas directas -101 puestos de trabajo- y las indirectas para el campo y el sector del transporte con el cierre de esta planta. Así se señaló en una reunión del delegado del Gobierno de la Junta en Sevilla, Francisco Javier Fernández; la delegada territorial de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, Aurora Cosano, y su homólogo de Agricultura, Medio Ambiente y Pesca, Francisco Gallardo, con los trabajadores para analizar las consecuencias que acarrearía el anunciado cierre de la planta que la multinacional tiene en la barriada de San Jerónimo.

El cierre de la planta supondría "importantes afecciones" al campo andaluz, ya que la participación de Cargill en la compra de semilla en Andalucía para su planta en Sevilla es del 36% en girasol clásico y del 50,2% en alto oleico, "no existiendo en Andalucía otras empresas que puedan asumir tal volumen de molturación con el consecuente impacto en el precio de la semilla así como en los pequeños agricultores que perderían las garantías de comercialización de su producto", según la Junta.

Otros de los sectores que se vería perjudicado es el del transporte, pues actualmente, con la planta a pleno funcionamiento, el movimiento de camiones es de unos 150 diarios. A esto se une que, según fuentes del comité de empresa, Cargill es la primera planta industrial de Sevilla capital en consumo de electricidad, gas, impuestos municipales y vertidos.

Los trabajadores han denunciado el abandono del negocio por parte de la empresa y señalan como punto de inflexión el cierre de la refinería en el año 2010, momento en el que, aseguran, empieza a descender el embotellado de aceite de girasol en la empresa Cargill, pasando de ser la segunda empresa en el mercado nacional a prácticamente desaparecer.

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