Calle rioja
Francisco Correal
El filósofo de Cerro Muriano
Los jueces y los forenses velan por los pacientes y las familias cada vez que se activa la cadena de trasplantes. Garantizan derechos, que se cumpla la legislación y aportan seguridad.
La figura del médico forense aparece en dos momentos claves: en el levantamiento del cadáver del donante y en la autopsia. "El médico forense de guardia, cuando se produce un posible donante en asistolia, recibe el aviso y se traslada de manera inmediata al hospital", explica la doctora Rocío Marín, directora del Instituto de Medicina Legal. "El trabajo consiste en investigar las circunstancias de la muerte e informar al juez", añade. Los tiempos son acelerados. En la donación en asistolia la investigación y la elaboración del informe tiene que realizarse en quince minutos. Una vez que el forense redacta el informe, el juez dicta un auto para la extracción.
Tras la compleja intervención quirúrgica, el cuerpo del donante es estudiado en una autopsia; y, de nuevo, vuelve a tener un papel fundamental el forense. "Los donantes en asistolia, a veces, son jóvenes que han fallecido de manera súbita. En la autopsia estudiamos una posible malformación cardiaca congénita. En el caso de que el patólogo y el forense determinen que sufría una malformación congénita se informa a la familia para que pueda acudir a la unidad específica del Hospital Macarena y, de este modo, podemos prevenir", añade la doctora Marín. Esta Unidad del Macarena estudia al entorno familiar para detectar problemas hereditarios de corazón cuyo único síntoma es a veces la muerte súbita. "De este modo la muerte se transforma en una doble oportunidad de vida; por un lado están los trasplantes y por otro la prevención con los familiares para la detección de posibles malformaciones congénitas", concluye.
Junto a la asistolia, otra modalidad estratégica en la donación de órganos es la donación en vivo, que se produce cuando una persona decide ceder un riñón o parte del hígado a un ser querido. En este proceso, el papel del juez del Registro Civil Eugenio Pradilla constituye un pilar. "En una comparencia me reúno con tres o cuatro médicos para dar garantías de que la donación se realiza de manera voluntaria y altruista", explica el magistrado del Registro Civil de Sevilla. En este encuentro con el juez los médicos certifican el proceso para garantizar que la donación en vivo se realiza sin coacciones ni presiones por ejemplo de tipo económico.
El papel del nefrólogo y del urólogo es vital. "El nefrólogo se encarga de realizar estudios médicos del donante para confirmar que puede ceder un riñón. Además de las pruebas médicas, en el informe se realiza un estudio en el que también participa e trabajador social y el psicólogo para comprobar que la donación se realiza sin coacciones", añade el nefrólogo Miguel Ángel Gentil. Los donantes de riñón o de hígado están más sanos que la media. "Tenemos que confirmar que al desprenderse de un riñón el donante no sufrirá problemas", añade el urólogo Eduardo León, que destaca la dilatada experiencia del equipo del Virgen del Rocío en trasplantes. Los donantes en vivo disfrutan de un seguimiento médico a lo largo de su vida. El doctor León recuerda que "el trasplante es la mejor terapia, hoy por hoy, para el enfermo renal crónico avanzado".
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