Juan Carlos Cortés, director de la Agencia Espacial Española: “Vivir en la Luna es inmediato y nosotros lo veremos”

SEVILLA

El nuevo responsable de la institución defiende una legislación que acabe con la saturación de satélites

Hoy presenta en Aerópolis el Programa Tecnológico Espacial 2024 con 70 millones

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Juan Carlos Cortés, director de la Agencia Espacial Española.
Juan Carlos Cortés, director de la Agencia Espacial Española. / Ismael Rubio

El pasado 15 de mayo, el ingeniero Juan Carlos Cortés Pulido asumió la dirección de la Agencia Espacial Española. Estará al frente de este organismo –puesto en marcha en tiempo récord– durante los próximos cinco años. Y no son pocos los desafíos que asume. Desde mantener el liderazgo de España –frente al todopoderoso Estados Unidos y nuevos actores como India o China– hasta presentar el borrador de la futura Ley del Espacio –una de las principales reclamaciones del sector–. Otro de los grandes retos que afronta con ilusión es que el sevillano sienta hacia la Agencia el mismo orgullo que alguien de Houston tiene por la NASA. Quiere acercar la institución a la ciudad para que forme parte del día a día hispalense. Que todos conozcan la labor que realiza una institución que –por ahora– funciona con el 70% del equipo. Y sumando efectivos.

No duda ni un segundo en afirmar que "nosotros veremos" la conquista de la Luna. De hecho, considera que llegar al satélite natural de la Tierra "no es ninguna novedad" y que "ahora se va para quedarse". Aunque matiza que las primeras colonias tendrán fines científicos y geopolíticos.

–Desde su llegada al cargo fue claro en la importancia de afianzar el rol de España como cuarta potencia espacial europea. En la práctica, ¿qué significa este puesto?

–El cuarto lugar es una medida objetiva en función del presupuesto. Ordenándolo de mayor a menor están Francia, Alemania, Italia y España. Lo que ocurre es que el peso político de España es mucho mayor que el que le corresponde por su inversión. Somos capaces de liderar un proyecto de satélite completo, tenemos dos operadores de satélites o estamos al frente de un programa de lanzadores. Hay países con una inversión del mismo orden o superior que no tienen esas capacidades. Por tanto, me refiero a un tema que tiene que ver con el posicionamiento de la industria, de los centros tecnológicos y de la ciencia. En el mundo hay pocos países con la capacidad de hacer un satélite y nosotros a finales de año lanzaremos Spainsat NG. Es el más puntero de Europa y uno de los más avanzados del mundo y se ha hecho aquí.

–¿Cuáles son nuestros puntos fuertes?

–Tenemos un sector muy competitivo, una industria que está en la cadena de valor completa y toda la taxonomía de compañías. Desde startups –en Sevilla tendremos un Business Incubation Centres (BIC)– a medianas empresas o contratistas principales. Pero también tenemos unos centros científicos de primer nivel como el Instituto de Astrofísica de Andalucía en Granada o el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial en El Arenosillo (Huelva). Y una panoplia de centros tecnológicos muy competitiva. Todo esto nos da una situación muy importante dentro del sector espacial.

–¿Y los débiles?

–Los tenemos. Los proyectos espaciales necesitan una coordinación y una colaboración cada vez mayor, porque el presupuesto es enorme. Hablamos de miles de millones de euros. Como pasó en el sector aeronáutico, hay una corriente a la concentración para tener más posibilidades de llevar a cabo proyectos complejos. España no es una excepción y necesitamos crecer en tamaño. La familia espacial es consciente de que requerimos una concentración industrial para competir en el mundo con mayores garantías.

–De los proyectos en los que está implicada la Agencia, ¿cuál diría que es el más puntero?

–Es difícil, porque tenemos proyectos punteros en todos los ámbitos. Querría destacar el satélite propio Spainsat NG de telecomunicaciones, el proyecto PAZ que es un satélite radar y los programas futuros en el ámbito de satélites ópticos. Además, España –a través de la Agencia– lidera el programa SST de seguimiento de basura espacial. Es un tema absolutamente de moda, porque la sostenibilidad preocupa muchísimo ya que las órbitas están cada vez más saturadas. Estamos al frente del proyecto Cheops orientado a la caracterización de exoplanetas. En el ámbito de las telecomunicaciones, estamos metidos en los programas de distribución de claves cuánticas que es el futuro de las comunicaciones seguras. También estamos apoyando los programas de micro lanzadores con PLD. Se lanzó con éxito el Miura 1 desde El Arenosillo y ahora estamos trabajando en el Miura 5.

"Se pone en cuestión la inversión en espacio y realmente es una actividad para mejorar la vida del ciudadano”

–¿Cómo trasladan todo esto al ciudadano?

–La familia espacial conoce perfectamente todo lo que tiene que ver con los programas, pero es cierto que el comunicarlo es un tema pendiente y absolutamente troncal. Siempre hay preguntas o se pone en cuestión la inversión en espacio y realmente es una actividad orientada a mejorar la vida del ciudadano. Temas como la navegación, la gestión del clima o una transacción bancaria tienen que ver con el espacio. Incluso inventos del día a día como el teflón de las sartenes o el velcro tuvieron su origen en el espacio.

Llegada a la Luna y a Marte

–¿Cómo va la carrera hacia vivir en la Luna?

–Habitar la Luna es inmediato y nosotros lo veremos. La carrera espacial –en materia de exploración– tiene dos focos fundamentales. Marte a largo plazo y la Luna que es inmediato. Se llegó allí en los años 50 y es algo que ya se ha conseguido, pero ahora se volverá con vuelos tripulados para establecer colonias. Esto es un catalizador del desarrollo tecnológico. Hay que hacer construcciones en la Luna, tener sistemas que nos permitan trabajar de forma segura o poner en órbita estaciones. Está a mitad de camino de cualquier sitio, de hecho las misiones a Marte no partirán de la Tierra, sino desde allí.

–¿Quiénes serán los primeros moradores?

–Inicialmente habrá unas colonias orientadas a probar que es posible vivir allí y tendrán fines científicos y geopolíticos. No viviremos directamente en la Luna. Se hará un asentamiento como paso previo a explorar otras partes del cosmos. Lo más cercano es Marte pero está 600 veces más lejos y se tarda de seis a nueve meses en llegar.

–¿Cree que hay vida inteligente más allá de la Tierra?

–Tiene que haber vida inteligente en el universo por una cuestión estadística. Estamos lanzando misiones orientadas a la búsqueda de exoplanetas, que son planetas con unas características similares a la Tierra en los que se podría encontrar vida. En Marte, uno de los objetivos es encontrar pruebas de vida. No se han encontrado de momento, pero no tengo ninguna duda desde el punto de vista personal.

"Tiene que haber vida inteligente en el universo por una cuestión estadística"

–¿Quién lidera la nueva carrera espacial?

–Estados Unidos. Pero hay nuevos actores como China, India o Rusia. Europa se mantiene en una posición de potencia espacial. Si bien es cierto que en ámbitos como la digitalización, Europa no tiene grandes empresas como Google, en el plano espacial sí que lo es. Con un presupuesto sustancialmente menor que la NASA, tiene una competitividad absolutamente envidiable. La creación de la Agencia Espacial Española es una clara señal de la preocupación por el espacio.

–En los últimos cinco años se han lanzado miles de satélites y el espacio es el nuevo tablero de juego de multimillonarios como Elon Musk. ¿Qué hacer ante la evidente saturación?

–En el espacio existe un vacío legal, lo que permite que haya órbitas saturadas. Ahora mismo debe haber alrededor de 13.000 satélites y esto no ha acabado. La constelación más avanzada es Starlink de Elon Musk, la siguiente que viene es Kuiper de Jeff Bezos y después China con 25.000 satélites. Las órbitas bajas están saturadas. Hace falta una legislación. De hecho Europa está metida en una Ley del Espacio Europea que tiene que cumplir varios requisitos de sostenibilidad, de seguridad y permitir que nuestro sector compita en igualdad de condiciones que los actores de otros países. Por otro lado, para que una constelación sea rentable se necesita una inversión faraónica. Los millonarios pueden hacerlas por el músculo financiero que tienen. No se trata de una cuestión tecnológica.

Juan Carlos Cortés dirigirá la Agencia durante los próximos cinco años.
Juan Carlos Cortés dirigirá la Agencia durante los próximos cinco años. / Ismael Rubio

–¿Por qué es tan necesaria una Ley del Espacio nacional?

–Hace falta una ley paraguas y en España necesitamos –igual que Francia o Portugal– una normativa de actividades espaciales. Algo mucho más concreto y pegado al terreno como registro de satélites o permisos.

–¿Y cuándo las tendremos?

–Mi impresión es que la europea se presentará después de las elecciones del 9 de junio. La Ley del Espacio nacional vendrá seguida y estará coordinada y alineada. De hecho, la Agencia tiene la obligación de presentar un borrador de anteproyecto de ley.

Sevilla y la Agencia

–¿Cómo va el funcionamiento de la Agencia Espacial aquí en Sevilla?

–Tenemos una un catálogo aprobado de 64 funcionarios. Un 70% está ya contratado. Tenemos un concurso que se ha cerrado ahora para 11 funcionarios y nos quedan 20 por sacar. La parte administrativa está casi formada y ahora estamos mirando la parte de programas. La Agencia ya es una realidad y estamos funcionando. De hecho, este lunes –hoy– tendremos la presentación en Aerópolis del Programa Tecnológico Espacial 2024 con 70 millones de subvención.

–¿Y toda esa rumorología sobre funcionarios negándose a venir a la ciudad?

–Ha habido un comportamiento absolutamente ejemplar de la administración. Se han abierto las plazas, la gente que debe venir –que ha sido el núcleo duro de mi equipo– está en la directiva y otros profesionales han decidido no venir por motivos familiares. A nadie se le ha obligado y ha habido la posibilidad de elegir.

"Queremos estar en la vida sevillana"

–¿Cómo se relacionará la Agencia con el sevillano?

–Dentro de la Agencia yo tengo una dirección dedicada exclusivamente a la promoción de la actividad espacial entre la sociedad. Eso implicará visitas de colegios o universidades. Empezaremos por ahí, pero la idea es que el ciudadano conozca cómo depende su vida de la actividad espacial. Que sea consciente de que no es un gasto, sino una inversión. Es un servicio nacional a la ciudadanía. Queremos estar en la vida sevillana. Es una labor que llevará tiempo, pero tendremos éxito seguro porque es un tema muy atractivo y hacemos cosas muy interesantes.

Por otro lado, un elemento fundamental de nuestra actividad es el emprendimiento. Es el escalón inicial de la cadena. Hay un BIC o incubadora en Sevilla para financiar ideas. Para mí es esencial retener talento en la ciudad. Le doy cuatro o cinco años para que la Agencia, el BIC y demás inyectivas que tenemos pensadas para Sevilla tomen fuerza y se materialicen.

–La llegada de la Agencia iba a servir para que muchas empresas que quisieran abrir una sede en España se decantaran por Sevilla.

–Ya ha ocurrido. Varias empresas del sector han abierto ya sus filiales en la ciudad. Se llama efecto sede y tiene un impacto enorme en el lugar de acogida.

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