Así ha sido del discurso de investidura de José Luis Sanz en su toma de posesión como alcalde de Sevilla
toma de posesión del nuevo gobierno municipal
José Luis Sanz ya es alcalde de Sevilla. Este sábado, tras formar la mesa constituida por los concejales con mayor y menor edad, se ha procedido a la toma de posesión y a la votación del alcalde de la capital gaditana. Minutos antes de las 13:30 horas, el popular recibía el bastón de mando que le acreditaba como máximo responsable de la ciudad tras la elecciones del pasado 28 de mayo.
Lee el discurso de investidura íntegro de José Luis Sanz en la toma de posesión como alcalde del Ayuntamiento de Sevilla el 17 de junio de 2023:
Como dice D. Antonio Burgos, Sevilla es el sueño de los sevillanos. Y quizá esto de ser sevillano sea una actitud ante el mundo, una forma de mirar el mundo.
Excelentísimo señor presidente de la Junta de Andalucía Señoras y señores capitulares Autoridades civiles y militares Representantes de entidades sociales, ciudadanas y empresariales Familiares y amigos que nos acompañáis en este solemne acto.
Hoy he cumplido el sueño de ser el alcalde de la ciudad más bonita del mundo. Y lo malo no es que lo diga yo, sevillano del barrio de la Alfalfa, sino que probablemente tenga razón, como sigue afirmando Antonio Gala desde sus verdes campos del Edén.
No puedo sentir más orgullo de representar y gobernar para todos los sevillanos. Ni puedo sentir más honor de portar este bastón de mando en este salón Colón desde el que nos miran los reyes que forjaron nuestra historia. Y donde se le ha dado solemnidad a los acontecimientos más importantes de las últimas décadas.
Pero este bastón de mando y las paredes de este gran salón me imponen el mayor respeto, compromiso y
responsabilidad con todos y cada uno de los ciudadanos, a los que va a ir dirigida nuestra acción de gobierno.
Soy consciente de que nuestras decisiones van influir en el día a día de cada sevillano, tanto que si no cumplo con las expectativas estaré defraudando a muchos, a mí el primero.
Pero ahora solo me guía la ilusión por mejorar la calidad de vida en todos los barrios de la ciudad. Me ilusiona tanto porque sé cómo hacerlo. Pero antes, dicen que es de bien nacido el ser agradecido.
Y hoy tengo mucho que agradecer. Gracias a todos los alcaldes que me precedieron en el cargo, especialmente a los 8 ediles que han gobernado en nuestra democracia, por su dedicación extraordinaria al servicio público y a buscar el bien común. Mi reconocimiento a Luis Uruñuela, Manuel del Valle, Alejando
Rojas Marcos, Soledad Becerril, Alfredo Sánchez Monteseirín, al que deseo de todo corazón una pronta recuperación, Juan Ignacio Zoido, Juan Espadas y Antonio Muñoz. Gracias por su entrega y sus desvelos por nuestra ciudad.
Quiero tener un recuerdo muy emocionado para otro gran alcalde, en este caso de Triana. Hace 25 años del terrible asesinato del concejal Alberto Jiménez Becerril y su mujer Ascensión García Ortiz por parte de ETA. Alberto será siempre concejal perpetuo de este Ayuntamiento porque nunca pudieron apagar su voz. Siempre estaremos aquí para proteger y difundir sus ideas y valores.
Gracias a los 132.745 sevillanos que han confiado en mi para que gobierne esta ciudad. Y a todos los que no me votaron y participaron en un proceso electoral para mejorar su ciudad. Quiero que sepan que voy a ser el acalde de todos.
Gracias a los 13 concejales que hoy comenzáis junto a mí una aventura apasionante. Sé que hoy están en esa bancada nerviosos, expectantes, y algunos puede que con la tensión que impone esta máxima responsabilidad. Pero también sé que, además de que le van a faltar horas en el reloj, le van a poner sentido común, humanidad y corazón a la gestión. Y estoy convencido de que le van a devolver a Sevilla lo que hoy Sevilla les ha dado.
Gracias a mis compañeros del Partido Popular. A los militantes de cada uno de los distritos y a sus 11 presidentes, por haberme abierto las puertas de cada uno de los 108 barrios, para convivir con los problemas, los deseos, las inquietudes y los sueños de muchos sevillanos.
Gracias a mis presidentes. A Alberto Núñez Feijoo por su confianza y por el ejemplo que nos lleva dando a lo largo de su carrera política: Gestión, cercanía, honestidad y moderación son las señas de identidad que nos definen. A Ricardo Sánchez por su apoyo constante para que este
proyecto saliera adelante.
A Juanma Moreno. Al que quiero dar públicamente las gracias por haber creído en mí. Por haberme acompañado en este camino de 600 días hasta el salón Colón. Por haber avalado sin fisuras mi proyecto para Sevilla. Y por ser mi aliado para empezar a cambiar y transformar la ciudad. Desde aquel brindis en la plaza del Salvador siempre me ha estado aconsejando, proponiendo y escuchando. Hemos trabajado juntos con complicidad, y lo seguiremos haciendo.
Por eso quiero anunciarles que hoy iniciamos una nueva etapa en la que el apoyo, la colaboración, el entendimiento, la cooperación y las sinergias con la Junta de Andalucía van a suponer un auténtico revulsivo para el desarrollo y el crecimiento de Sevilla. Gracias, presidente, por tu implicación y por tu cariño siempre hacia nuestra ciudad.
Gracias a mi familia. A Laura, mi mujer. Y a mis hijos, José Luis y Laura, a los que he robado el tiempo como padre y marido para entregárselos a Sevilla. Son los únicos responsables de que hoy haya cumplido mi sueño. No puedo ser más afortunado de tenerlos a mi lado. Y un recuerdo para mis hermanos, mi padre, más presente que nunca, y mi madre. Gracias de corazón.
Y gracias a Sevilla. La Ispal que fundaran los Fenicios sobre las islas del Guadalquivir; la Híspalis que llegó a ser colonia de Roma; la Sevilla visigoda de San Isidoro y San Leandro; la gran Isbilya, reino de Taifa y ciudad grande con los almohades; la Sevilla cristiana de Pedro I; la que abanderó la primera vuelta al mundo de Magallanes y El Cano y se convirtió en la capital del comercio mundial en el XVI como puerta de América; la Sevilla ilustrada del XVIII; la romántica que enamoró a los viajeros europeos por su forma de entender la vida; y la pujante y emprendedora de 1992.
Gracias, Sevilla, por ser el escenario perfecto con 108 arterias que conducen a un corazón. Desde Bami hasta Triana, desde el Cerro a Pino Montano o de la Macarena a Nervión, Sevilla son sus barrios a la sombra de la Giralda.
Somos unos afortunados de pertenecer a una de las ciudades más atractivas del mundo, por su historia, por su arte, por su cultura, por su patrimonio, por su belleza y por la fuerte atracción que provoca nuestra manera de vivir y relacionarnos con el entorno.
Todo esto nos ofrece unas posibilidades infinitas que debemos saber aprovechar sin caer en la autocomplacencia y el conformismo. Como dice Pérez Reverte, “nadie podría inventarse una ciudad como Sevilla”, pero si necesitamos despertar a un gigante que lleva décadas dormido.
Mi motivación es máxima porque Sevilla es una ciudad que despierta expectativas inabarcables y concentra un potencial que no se puede cuantificar. Después de dar las gracias, es hora de presentarse. Soy José Luis Sanz y me gusta que las cosas se hagan bien. Quizá a veces peque de un exceso de responsabilidad, pero detesto la desorganización, la dejadez y la improvisación. Esas cualidades que me transmitieron mis padres han estado siempre presentes en mi gestión como alcalde.
Como dije al principio, soy un niño de la Alfalfa, donde está el origen de mis familias, pero nací en el número 16 de la calle José Laguillo. He vivido en varios barrios, como Santa Clara, fui alumno del Portaceli y de la Universidad de Sevilla, y soy hermano de San Isidoro y la Candelaria. Estos son los lugares que me vieron crecer y que han condicionado mi carácter y mi personalidad
He sido alcalde del municipio que me acogió para vivir, pero nunca dejé de mirar desde los cerros del Aljarafe a la gran urbe. Desarrollé un modelo de gestión de éxito que vamos a aplicar en cada barrio de Sevilla. Un modelo de trabajo intenso, con el mejor equipo, cercano al vecino y planificado al milímetro para que nada falle, y si falla tener prevista la solución. Sé que el modelo funciona. Todo consiste en mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, y en eso me voy a esmerar estos 4 años de mandato que los sevillanos me han otorgado en las urnas.
Soy José Luis Sanz, y tengo un proyecto llamado Sevilla. Pero este proyecto no podrá desarrollarse, no dará frutos y no será beneficioso para la ciudad si no arreglamos tres asuntos que me quitan el sueño. Desde el primer día. Un gran edificio necesita reformas urgentes si presenta muchos desperfectos por haberse descuidado el mantenimiento. Y si además los cimientos se están pudriendo, corremos el riesgo de que se caiga. Sin esas reformas, el edificio nunca será nada, ni una gran casa, ni un gran museo, ni un gran colegio. Y por muy bonito que sea, acabará sin uso, viejo y decrépito. Por eso, antes de proyectar nada es necesario esa reforma.
Sevilla tiene que volver a funcionar. La suciedad es un asunto pendiente, un grave problema que no podemos demorar más. La ciudad más bonita del mundo no puede seguir siendo la ciudad más sucia de España. No hace falta ni reconocerlo ni lamentarse más, hay que actuar con decisión y poniendo todos los recursos necesarios. Además, uno de mis concejales dirigirá la nueva delegación de ‘limpieza, arbolado y zonas verdes’ para centrarse de manera exclusiva en la limpieza.
De manera urgente, iniciaremos un plan de choque. Se trata de ordenar, planificar y ejecutar para que los
resultados se vean lo antes posible. La limpieza será mi obsesión y una de mis prioridades. También es de vital importancia atajar el problema creciente de la inseguridad, acuciada por la falta de efectivos y recursos materiales. Confío en la capacidad y en la profesionalidad de nuestra policía local, pero tenemos un déficit de agentes que se está empezando a notar en las calles.
También voy a acudir a la Moncloa para exigirle al presidente del Gobierno, entre otros asuntos pendientes
con Sevilla, los cerca de 400 policía nacionales que nos hacen falta. La seguridad ciudadana hay que tomársela en serio.
El tráfico, los aparcamientos y el transporte público son también tres de los grandes problemas que colapsan la ciudad, dificultan la movilidad y hacen la vida imposible al sevillano. Sevilla nunca será una ciudad cómoda y atractiva si no afrontamos con valentía e inversiones el problema de la movilidad y los aparcamientos. Lo primero que vamos a hacer es planificar las obras que se acometan. Con la oficina de coordinación y planificación monitorizaremos a través de inteligencia artificial los procesos de obra, la movilidad y las contingencias que surjan, estableciendo un plan de movilidad alternativo con vecinos y comerciantes al comienzo de los trabajos.
También es necesario reordenar del tráfico en muchas zonas donde se le ha complicado la vida al sevillano, como en la Macarena o en la Carretera de Carmona; construir pasos subterráneos en Montes Sierras y San Lázaro; y el soterramiento de la ronda urbana norte, que solvente los problemas de peligrosidad y ruidos. También iremos dando pasos en un proyecto ambicioso como es el soterramiento del Paseo de Colón desde San Telmo hasta la calle Arjona. Ya he anunciado que el Plan Respira no entrará en vigor.
Vamos a seguir promoviendo e implantando una movilidad sostenible, reduciendo las emisiones contaminantes y favoreciendo un modelo de ciudad más habitable y saludable. Pero no vamos a empezar la casa por el tejado. Hasta que no se construyan más aparcamientos y se incrementen los transportes públicos no vamos a cerrar al tráfico el centro de Sevilla, porque sería su muerte definitiva.
Algo que me parece inconcebible que en Sevilla no se apruebe un proyecto de aparcamiento desde el año 2008. Un desierto de 15 años que llegará a su fin con la construcción de un nuevo tipo de parkings subterráneos. Muchos vecinos nos lo han demandado, como en el Zodiaco, Ronda de Pío XII, Alvar Núñez en Triana o Cueva de la Pileta y Avenida Emilio Lemos en Sevilla Este.
Pero no solo hay cuidar el transporte privado. El transporte público es fundamental en nuestro proyecto, y éste necesita más servicio, más kilómetros, mejor velocidad comercial y mejores frecuencias en las líneas de autobuses. Crearemos nuevas líneas, como la de Sevilla Este con el Hospital Macarena o la lanzadera hacía la Ciudad de la Justicia, y se reforzarán los servicios especiales para grandes eventos y partidos de fútbol.
Lo que sí tengo claro es que sin el metro no seremos capaces de diseñar ningún futuro para la ciudad. El presidente de la Junta Andalucía ha sido capaz de desbloquear la ampliación después de estar 14 años
enterrada, y ahora el inicio de la línea 3 es una realidad. Las máquinas ya trabajan en Pino Montano.
Pero no podemos quedarnos ahí, querido presidente. Sé que tengo tu compromiso de que la ampliación de la red de metro va a seguir adelante. Son muchos años de retraso, pero tenemos que hacer un esfuerzo, y aquí pido la colaboración máxima de las tres administraciones, para intentar adelantar los plazos y aportar las inversiones necesarias.
Por último, están las zonas verdes, el arbolado y el problema de las altas temperaturas. ¿Cómo es que Sevilla no es la ciudad de las sombras? Sabéis que he gestionado el municipio con más zonas verdes por habitante de Andalucía, por eso su mantenimiento y su conservación serán una seña de
identidad de mi Gobierno. Realizaremos una auditoría de todo el arbolado y tengo preparadas más de 25 propuestas para mitigar el efecto del calor, además de nuestra medida estrella: conformar un anillo verde de 45 kilómetros conectando espacios libres y periféricos, junto con la restauración de los corredores fluviales. Limpieza, seguridad, tráfico, aparcamientos, transportes públicos, zonas verdes, arbolado y medidas contra el calor. Vamos a poner todos nuestros sentidos en ellos para queSevilla vuelva a funcionar.
El segundo gran problema, por no decir el primero, que no me deja dormir y con el que nunca seremos nada es que los dos barrios más pobres de España están en Sevilla (Polígono Sur y Los Pajaritos-Amate). Pero es que otros cuatro están entre los 12 más pobres (Torreblanca, Palmete-Padre Pío, Oliva-Las Letanías y Polígono NorteVillegas). Somos la ciudad con los barrios más pobres de España (6 entre los 12 primeros).
Estas frías estadísticas se convierten en puñales cuando conoces la dura realidad en la calle. Son muchos sevillanos, entre ellos miles de niños, que no tienen unas condiciones de vida dignas, y ya es hora de que alguien les ofrezca ilusión y esperanza para cambiar. Nunca seremos nada, ni creceremos como ciudad ni
seremos capital de nada si no empezamos a atajar este gravísimo problema. Sevilla somos todos.
Tengo un plan para empezar a reducir esa brecha social y económica con los barrios más pobres. Les anuncio que en los próximos meses voy a reunir al Gobierno central, a la Junta de Andalucía, al Comisionado del Polígono Sur y al nuevo delegado de Barrios de Atención Preferente para definir una hoja de ruta, para establecer un cronograma y para empezar a actuar de manera inmediata.
Por la parte que le toca al Ayuntamiento, vamos a planear una transformación urbanística para acabar con la infravivienda y los guetos, incrementaremos las Unidades de Trabajo Social, habrá planes específicos de empleo y retomaremos el modelo de las antiguas escuelas taller,
entre otras medidas.
Y el tercer gran problema que nos impide desarrollar cualquier proyecto es la falta de infraestructuras básicas que necesitamos para pueda desarrollar su vida los cerca de un millón y medio de sevillanos de la capital y el área metropolitana. Ya hemos hablado del metro, pero hay otra obra que es vital para seguir creciendo. Y lo que es más grave, sin ella corremos el riesgo de llegar al colapso en la
movilidad.
Les hablo de la SE-40. Desgraciadamente sigue sufriendo retrasos. Hemos perdido muchos años, mucho dinero y muchas oportunidades y esta circunvalación fundamental debe acabarse lo antes posible. La falta de conexión del aeropuerto con Santa Justa también nos limita como ciudad, además de la incomodidad que supone. La puerta de entrada y salida más importante no puede estar conectada por un autobús y solo por taxis.
Es un asunto prioritario que hay que empezar a resolver. El anillo del Cercanías tampoco se ha cerrado, privándonos de otro medio de transporte para conectar distintos puntos de la ciudad y su área metropolitana.
Quiero comprometerme ante ustedes a que voy a ser un alcalde reivindicativo, gobierne quien gobierne en la Moncloa y en San Telmo. Aquí no hay partidos ni ideologías, está en juego el futuro de la ciudad. Tenemos que acabar con los agravios y maltratos que hemos sufrido en los últimos años. Voy a ser un alcalde incómodo para el resto de las administraciones si Sevilla no es tratada como se merece y necesita.
Tengo claro que a Sevilla le ha faltado un proyecto de ciudad. Es decir, hacia dónde queremos ir y qué queremos ser dentro de varias décadas. Un alcalde no solo está para administrar, sino para liderar ese proyecto que defina las estrategias a corto, medio y largo plazo.
Tenemos un proyecto, pero tengo que anunciarles que este va a ser el mandato de los barrios. Este mandato de los barrios va a estar caracterizado por la presencia de los alcaldes de barrio y un modelo de intervención para recuperarlos, mejorarlos y transformarlos.
Esos alcaldes de barrios serán los delegados junto con los directores generales para dar respuesta inmediata, buscar soluciones y ejecutar obras y proyectos con un mayor nivel de autonomía y rapidez en los procesos administrativos.
Alcaldes de barrios que conozcan a sus vecinos y que estén fiscalizados por ellos. Para convertir los barrios en referentes en calidad de vida, tengo un modelo de gestión basado en la transformación
urbanística y en la excelencia de los servicios públicos.
El paisaje urbano va a tener un cuidado especial, ya que es un elemento muy potente en la construcción de la imagen de una ciudad. Crearemos un libro de estilo que unificará el paisaje urbano para acabar con los pavimentos multicolor o el mobiliario dispar. La marca Sevilla tiene que recuperar una identidad propia que vamos a cuidar y conservar.
Pero este mandato también tiene que servir para empezar a buscar nuevas fuentes de riqueza, empleo y desarrollo económico. Y recuperar el espacio perdido. Quiero que Sevilla siga siendo una gran potencia turística. Nadie duda de que el turismo es la principal industria de Sevilla y tenemos la obligación de cuidarla y mimarla. Muchas familias viven del turismo y necesitan que sigan viniendo visitantes a la ciudad que generen un empleo de calidad. No necesitamos una mayor cantidad, sino una
mejor calidad.
Y también es necesario diversificar al visitante con mayores y mejores ofertas para que no se concentren en el triángulo donde se hayan los monumentos patrimonio de la humanidad y el barrio de Santa Cruz. No tenemos que inventarnos nada, ahí tenemos los conventos, las rutas judías y del mudéjar, el patrimonio de la zona norte, los mercados de abastos, Triana…
La marca Sevilla hay que seguir trabajándola, potenciando su proyección nacional e internacional. Vamos a ir de la mano del sector para recuperar nuestro posicionamiento a nivel internacional.
Pero me obsesiona alcanzar un equilibrio con los residentes porque en algunas zonas el turismo masivo y descontrolado ya está suponiendo un problema. Me da pena ver cómo el centro se está convirtiendo en una zona sin alma y sin sevillanos.
Quiero que Sevilla sea una gran capital industrial empresarial y tecnológica del sur de España. Todo no puede estar pensado para el turismo, no puede ser nuestra única industria, no podemos resignarnos. Seguiremos poniendo a Sevilla en el foco mundial con los grandes eventos, pero siempre he dicho que nuestro futuro no está en la alfombra roja de los Goya. Nuestra acción de gobierno se va a centrar en la innovación, el emprendimiento, la tecnología y la creatividad.
La Isla de la Cartuja tiene que ser la locomotora. Crearemos el Distrito número 12 para Cartuja y ejecutaremos, al menos, 20 actuaciones, para que nuestro parque científico y tecnológico sea un gran referente internacional. Además, convertiré los parques empresariales en parques innovadores con una delegación específica, con la que reactivaremos y pondremos en valor los principales motores económicos y generadores de empleo en la ciudad.
Queremos atraer nuevas industrias y dar un impulso a las existentes. Apostaremos por la industria aeronáutica, por la aeroespacial, aprovechando las sinergias de la nueva
Agencia, y por la industria de Defensa. Sevilla tiene que abanderar los nuevos proyectos de Airbus como el A200M o A410M.
También quiero apostar por la industria del arte sacro, en la que somos líderes a nivel mundial, pero necesita más ayudas y apoyo de la administración para que siga generando muchos empleos y riqueza.
Un hecho que me preocupa mucho es la fuga del talento. Quiero que nuestros jóvenes se queden a vivir en Sevilla, pero para ello es necesario que tengan oportunidades, que en nuestra ciudad se instalen más empresas e industrias. La única manera de conseguirlo es haciendo de Sevilla una ciudad agradable y atractiva para invertir, en la que se eliminen las trabas administrativas y burocráticas y se agilicen las licencias.
Ese es mi objetivo: recuperar el espíritu transformador de la Sevilla del 92. Con mi proyecto Sevilla Acelera, con la nueva Gerencia de Urbanismo, con el nuevo PGOU y con las oportunidades que nos brinda la nueva Ley del Suelo, vamos a cambiar Sevilla e implantaremos un nuevo modelo urbanístico en la ciudad.
Y, por supuesto, hacen falta viviendas para evitar el éxodo continuo de habitantes y de jóvenes. Voy a generar un parque de viviendas protegidas accesibles en venta, alquiler y para jóvenes. Quiero que Sevilla sea la gran capital cultural del sur de Europa.
Por ello tengo un objetivo claro y es el cambio en el modelo cultural para que no se produzcan los errores del pasado. Ahora vienen tres fechas que tenemos que celebrar y conmemorar por todo lo alto, y es necesario ponerse a planificar y trabajar desde este mandato: El 26, el 27 y el 29.
El 11 de marzo de 2026 celebramos los 500 años de la boda de Carlos V en el Real Alcázar. En 2027 celebramos el centenario de una de las generaciones poéticas más importantes de la historia. Y En 2029 se cumplen 100 años de la Exposición Iberoamericana, que nos situó en el mapa mundial cultural e implicó grandes cambios en la estructura urbana.
Sevilla tiene unas oportunidades inigualables para crecer y desarrollarse. Tenemos el espacio cultural en potencia más importante y extenso de Europa, marcando el epicentro en el Rectorado, donde me gustaría llevar el Museo de Bellas Artes. Quiero que la antigua Fábrica de Tabacos, de la mano de la Universidad, se convierta en el Gran Museo de Sevilla.
Voy a ser ambicioso para que seamos referentes en el mundo. Además, potenciaré el patrimonio histórico artístico, los conventos, el flamenco, la ópera, la música, el teatro, ordenaremos los espacios museísticos existentes y crearemos otros nuevos y, por supuesto, llevaremos la cultura a los barrios.
Señora y señores, tenemos un gran reto por delante. Y una oportunidad enorme. Un día quise ser alcalde de Sevilla porque me apasiona esta aventura. Y porque entiendo que los sevillanos se merecen vivir en la mejor ciudad del mundo, en todos los sentidos.
Tenemos proyecto, tenemos equipo, tenemos ilusión, sabemos dónde estamos y adonde queremos llegar.
Ha llegado la hora de cambiar muchas inercias. Por eso le voy a pedir un esfuerzo a todos los concejales, y también a los funcionarios que nos van a ayudar en esta tarea. Si tenemos que buscar otros caminos, los buscaremos, pero no me voy a conformar con nada que no sea bueno para Sevilla. La burocracia no puede ser un freno para la ciudad.
Ya les he dicho que seré un alcalde reivindicativo. Y por supuesto, el diálogo será una de mis principales herramientas de trabajo. Con todos. Quiero tender mi mano al PSOE, a Vox y a Podemos para que trabajemos juntos por Sevilla.
Sé lo que es pactar y recibir el apoyo de todos los grupos políticos. No pondremos líneas rojas ni vetos a nadie. Quiero convertirme en el mejor comercial de Sevilla. No hay nadie como su alcalde para vender sus excelencias, sus posibilidades y sus oportunidades. Para atraer inversiones, proyectos e industrias hay que llamar a las puertas y convencer a todos de que Sevilla tiene unas posibilidades infinitas. Y de que cualquier empresa que se desarrolle en nuestra ciudad será un éxito. Vamos a gobernar para todos. Para los que nos votaron y para los que no. Sin sectarismos ni revanchas. Solo con el optimismo y la convicción de hacer cada día una ciudad mejor.
Comenzaba mi discurso hablando de la excelencia. Pero decía San Isidoro que “aunque seas el más alto, ten
humildad”. Y aquí está el bastón de mando que, humildemente, entrego a los sevillanos. Sevilla nos está esperando, la ciudad más bonita del mundo.
Muchas gracias por su atención.
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