El Jardín del Recuerdo, un nuevo monumento para el cementerio de Sevilla
Obras públicas
Se ubicará cerca de la entrada principal y albergará las cenizas de los difuntos bajo él
En la actualidad en el cementerio de Sevilla, las cenizas que no se destinan a custodia familiar se depositan,
previa solicitud, en una zona común preparada a tal efecto, conocida como las pirámides. Esta zona está dotada de seis depósitos enterrados, con una capacidad total aproximada de 18 metros cúbicos. Nunca se ha procedido a esparcir las cenizas en los depósitos, sino que se han ido amontonando dentro de
bolsas individuales de plástico, ocasionando así la existencia de un gran número de pequeños espacios ocupados por aire, que han mermado mucho la capacidad de almacenamiento calculada en proyecto. Se estima que el volumen actual restante, susceptible de admitir acopio de cenizas, es de un 30% del original.
Como consecuencia, y atendiendo la demanda habitual de este servicio, se hace necesario prever, a corto plazo, nuevas ubicaciones de espacios en el recinto del cementerio destinados a este fin. De ahí la obligación y oportunidad de poner en marcha un proyecto para dar solución a este problema. Su nombre es Jardín del Recuerdo y su ubicación es la calle Fe del camposanto. Se trata de un sector ajardinado, sin pavimentos, cercano al acceso principal del cementerio, con un perfil plano y una superficie aproximada de 291 metros cuadrados. Actualmente, contiene arboleda y arbustos ornamentales, así como una fuente decorativa.
En él habrá seis depósitos enterrados para acoger el vertido de cenizas, de una capacidad aproximada de 5 metros cúbicos cada uno, lo que arroja un volumen total de 30 metros cúbicos de almacenaje, suficiente para el acopio del producto resultante de unas 15.000 incineraciones de cadáveres. Los depósitos irán coronados por elementos poliédricos ornamentales de envolvente piramidal, revestidos con materiales nobles y serán accesibles mediante tapa superior abatible. Estas pirámides irán ancladas a una plataforma rectangular pavimentada con losas y bordillos de granito. Sólo dos arbustos, una fotinia y un
júpiter blanco, se erradicarán por exigencias de accesibilidad para ser trasplantados en otro lugar del cementerio.
Esta actuación acarreará una inversión de casi 75.000 euros (74.828,14) y tendrá un plazo de ejecución de dos meses. A nivel estético, su impacto será mínimo, pues la mayoría del espacio estará bajo tierra. Sobresaldrá menos de un metro y medio de altura, mientras que excavará 3,27 metros subterráneos. Junto a estas pequeñas construcciones reposan los restos del ex presidente de la Segunda República Diego Martínez Barrio y del pintor José Villegas Cordero, así como del monumento al coronel Márquez, defensor de la Constitución de 1812 y ejecutado por las tropas francesas en la Plaza de San Francisco.
Cinco tipos de enterramiento en este cementerio
El cementerio de San Fernando, construido a mediados del siglo XIX por Balbino Marrón, acoge a miles de fallecidos, los cuales descansan de varias maneras en el recinto. Actualmente, el camposanto de la ciudad ofrece cinco tipos de enterramiento a los seres queridos que acuden a él. El primero de ellos son los nichos. Es decir, cavidades en un muro integrado en edificación de hileras. De la misma forma, aunque de dimensiones más reducidas son los osarios, pensados para familiares que quiere custodiar las partes o las cenizas de un difunto. Los columbarios se disponen de la misma manera, siendo aún más pequeños sus espacios. Y, por último, los enterramientos más tradicionales: bajo tierra. Esta tipología suele estar acompañada de una lápida. No es el caso de los panteones, la forma más llamativa y sofisticada de dar descanso a los difuntos. Algunos, como el de Joselito El Gallo, obra de Mariano Benlliure, son monumentos dignos de ser visitados.
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