El Jabugo y su socio atracaron siete supermercados de Sevilla en dos semanas

Los dos atracadores históricos de Sevilla, detenidos el pasado sábado en el polígono de San Pablo, asaltaron siete supermercados en poco más dos semanas. Utilizaban un arma de fuego y un cuchillo. La Policía les ha incautado una pistola simulada y un cuchillo, que utilizaban para cometer los robos. Así lo ha informado este jueves la Policía Nacional, que ha dado los detalles del arrestos de estos dos veteranos delincuentes en una nota de prensa y ha facilitado también un vídeo del momento de la detención.

Ambos sospechosos tenían múltiples antecedentes por hechos similares. Fueron detenidos durante un dispositivo de vigilancia, cuando se disponían a cometer otro robo. Uno de los arrestados es Francisco Javier G. H., de 58 años y conocido como el Jabugo. Su socio es Manuel F. R., de 55.

El primer atraco que se les imputa tuvo lugar en un supermercado situado en la plaza de Joselito, en el polígono de San Pablo, sobre las dos menos veinte de la tarde del 27 de julio. Como establece el protocolo policial cuando se comete un delito de este tipo, varias dotaciones de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana y de la Policía Judicial acudieron al establecimiento, acordonaron la zona y recabaron las primeras manifestaciones de los testigos.

Todos ellos coincidían en que los autores de los hechos eran dos varones de más de 40 años, que actuaban con gran rapidez y utilizaban sendos cascos de moto para dificultar su identificación. Después de amenazar a la empleada del establecimiento con un arma de fuego y un cuchillo, lograron huir en un ciclomotor con el dinero de había en la caja registradora.

A este primer hecho delictivo le siguieron otros seis atracos más perpetrados con el mismo modus operandi entre los días 27 de julio y 13 de agosto. Los asaltos se produjeron en supermercados de Nervión, San Pablo (entre ellos uno en la avenida de la Soleá), el Cerro del Águila y Amate.

Apunta la Policía en su nota que "la rapidez con la que se perpetraban los atracos, la utilización en la huida de una motocicleta que generalmente estaba estacionada en las inmediaciones de los supermercados, así como la dificultad para establecer su identificación a pesar de la existencia de imágenes de grabación de los asaltos, complicó la investigación policial así como la localización y detención de los autores de los hechos".

Lo que hizo la Policía fue establecer un dispositivo de vigilancia en las zonas en las que se creía que podían estar los delincuentes. Esa operación llevó el nombre de Summer. Varios agentes del Grupo de Atracos, con la colaboración de otras unidades de la Jefatura Superior, se desplegaron camuflados por el polígono de San Pablo y sus inmediaciones, a la espera de que los delincuentes volvieran a operar.

Este dispositivo de vigilancia estuvo funcionando varias semanas en las zonas por las que los sospechosos solían moverse. Este trabajo dio sus frutos el sábado 20 de agosto, cuando los agentes observaron a los dos individuos cuando se disponían a montarse en una moto que figuraba en las bases de datos policiales como sustraída.

En ese preciso momento, los agentes intervinieron a los sospechosos la pistola simulada y el cuchillo que empleaban para cometer los atracos. La Policía cree que ambos iban a cometer algún robo en un supermercado de las inmediaciones, que fue abortado gracias a este dispositivo. Además, tanto la pistola como el cuchillo pueden considerarse pruebas de su implicación en los delitos, por lo que fueron inmediatamente detenidos.

El juez autorizó la entrada y registro en los domicilios de los arrestados, en los que se hallaron numerosas prendas de ropa y calzados, así como disfraces empleados para cometer los robos a punta de pistola. A continuación, los testigos de los hechos reconocieron la participación de los dos detenidos en diferentes asaltos. También fue recuperado el ciclomotor en el que se desplazaban.

Los dos presuntos responsables habían sido detenidos en varias ocasiones por atracos similares en la década de los 2000, por lo que habían cumplido una condena de diez años. Ambos obtuvieron la libertad recientemente, uno en el año 2020 y el otro en 2022, respectivamente.

En esta última detención se les imputan los delitos de robo con violencia e intimidación, lesiones, contra la seguridad vial, y dos delitos de robo/ hurto uso de vehículo a motor y por ello. Una vez que han pasado a disposición judicial, el juez decretó el ingreso en prisión provisional para ambos.