Investigadores del Macarena aportan nuevas evidencias sobre la esquizofrenia

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Un estudio del equipo de Salud Mental dilucida que existen más posibilidades de cursar síntomas negativos en países en vía de desarrollo que en los desarrollados

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Las doctoras Ana Pérez y Fernanda Palermo, junto con el doctor Álvaro López, en el centro, líderes de este estudio dirigido por el Hospital Virgen Macarena.
Las doctoras Ana Pérez y Fernanda Palermo, junto con el doctor Álvaro López, en el centro, líderes de este estudio dirigido por el Hospital Virgen Macarena. / M. G.

Una investigación liderada por un grupo de profesionales de la Unidad de Salud Mental del Hospital Virgen Macarena evidencia que la posibilidad de desarrollar síntomas negativos de la esquizofrenia es más probable en personas que padecen este trastorno mental en países en vías de desarrollo que en países desarrollados.

Este novedoso hallazgo ha supuesto la publicación del estudio en Psychiatry Research, una revista de alto impacto en salud mental y neurociencias, y abre la puerta a una posible reconsideración de los hipotéticos factores de protección social vinculados a las sociedades de los entornos menos desarrollados.

"Se trata de un estudio epidemiológico en el que hemos revisado a nivel mundial la prevalencia de un tipo de sintomatología que aparece en personas con trastorno del espectro de la esquizofrenia y que, en salud mental, definimos como síntomas negativos o de déficit", explica el autor principal de la investigación, el psiquiatra Álvaro López. En concreto, añade, "lo que hemos visto en este trabajo es que esa sintomatología deficitaria es más prevalente en los países en vías de desarrollo que en los países desarrollados existiendo una correlación inversa con el índice de desarrollo humano", añade.

La esquizofrenia es un trastorno del neurodesarrollo cuyo origen es multifactorial que se manifiesta mediante alteraciones en la percepción, el pensamiento, la afectividad y la voluntad. Su prevalencia en el mundo se sitúa en torno al 1%. "Se considera un trastorno relativamente constante en distintos entornos culturales y es su curso o pronóstico lo que tradicionalmente se ha considerado diferente según el tipo de entorno cultural", explica el doctor.

En todo caso, esas alteraciones en las que se manifiestan se clasifican en positivas, que son las que la mayor parte de las personas visualizan cuando se habla de esquizofrenia, es decir, aquellos síntomas que generan fenómenos mentales que habitualmente no están presente en la población sana como son la irrupción de ideas delirantes, alucinaciones o desorganización de la conducta; y negativas, que pueden ser menos llamativas, como el deterioro en el lenguaje o retraimiento social, que son funciones psicológicas básicas que están generalmente presentes en la población sana.

"Lo destacable es que cuando la persona con esquizofrenia está estabilizada, esta sintomatología negativa es la principal responsable de la limitación de su autonomía y funcionalidad diaria. Algo para lo que hoy no existe tratamiento farmacológico ni psicoterapéutico eficaz", apostilla.

La investigación parte del compromiso de la unidad de Salud Mental del Macarena con la innovación. El doctor López destaca el énfasis del equipo de profesionales en la epidemiología de los trastornos mentales graves y, sobre todo, "en la elaboración de modelos de predicción". "Es decir, formar una base que nos permita que cuando nos llega una persona que llega con un trastorno mental, de alguna manera predecir y personalizar nuestras intervenciones en base a la presencia y/o ausencia de determinados factores de riesgo por factores de protección", explica el psiquiatra, que destaca la existencia de varias líneas de investigación abiertas en este sentido.

En concreto, el estudio consiste en una revisión sistemática, en la que se ha realizado una síntesis de toda la evidencia disponible sobre síntomas negativos en personas con esquizofrenia siguiendo una metodología "establecida y transparente" –matiza el investigador– de modo que "cualquier investigador en el mundo pueda replicar la búsqueda de la información científica y alcanzar las mismas conclusiones".

Este pionero trabajo aporta, además, otras nuevas evidencias sobre el pronóstico de la esquizofrenia a nivel global, como que un tercio de pacientes presentarán síntomas negativos primarios y persistentes y que la prevalencia de los mismos puede diferir de un país a otro.

"Nuestros resultados contradicen un axioma, que es algo que se ha repetido y replicado mucho en Psiquiatría, y es que las personas que tienen esquizofrenia es como que tienen mejor pronóstico en los países en vías desarrollo que en los países desarrollados debido a la mayor protección y familiaridad del entorno rural. Lo interesante en nuestro paper es que apunta evidencias, como se están viendo en otros estudios en los últimos años, de lo contrario. Que realmente esto no es así y que las nuevas evidencias así lo están demostrando", defiende.

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