Calle rioja
Francisco Correal
El filósofo de Cerro Muriano
Su primera vocación fue la de catedrático de instituto debido a la influencia de dos de sus maestros en su querido San Isidoro, el americanista Emiliano Jos y Eugenio García Lomas. Sin embargo, Calderón Quijano lo convenció para realizar su tesis doctoral y tomar la senda universitaria. Profesor a la antigua, que siempre llama de usted a su interlocutor, de lo único que presume durante la entrevista es de haber dirigido 37 tesis de licenciatura y 32 tesis doctorales. Españoles, chilenos, nicaragüenses, bolivianos, peruanos e incluso una marroquí han aprendido con él el sacrificado oficio del navegante en esa mar océana de legajos que es el Archivo de Indias. Recuerda con nostalgia la época en la que los historiadores trabajaban en la misma antigua Casa Lonja de Sevilla (ahora lo hacen en la que antaño fue la Cilla), "en verano, en la planta baja para estar más frescos y, en invierno, en la alta para aprovechar el sol". Es poseedor de distinciones de nombres sonoros y evocadores, como La placa de plata del Águila de Tlatelolco o la Medalla al Mérito Histórico Capitán Alonso de León. En 2010 recibió la Medalla de la Ciudad de Sevilla. Sus estudios sobre América en el siglo XVIII son lectura obligada para cualquier especialista en la materia.
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