Interior ‘ignora’ a policías que se jugaron la vida en el reparto de medallas

La Dirección General de la Policía ha ignorado a una serie de policías nacionales de Sevilla que protagonizaron intervenciones en las que pusieron en riesgo sus vidas. A estos agentes no se les han concedido medalla alguna, pese a que cumplen con los requisitos que marca la ley para obtener una cruz al mérito policial con distintivo rojo, que acarrean una pensión del 10% del salario. El pasado viernes se conoció el listado de condecoraciones que se entregarán la semana próxima en el día de los Santos Ángeles Custodios, patrones del Cuerpo.

Entre ellos no figuran varios casos destacados que en su día acapararon titulares de prensa, como el de uno de los agentes que se saltó a una cornisa para salvar la vida de una mujer que pretendía arrojarse al vacío en Alcalá de Guadaíra, el de un policía que estuvo a punto de morir durante una intervención en Los Pajaritos, y que ha desarrollado una enfermedad neuronal grave a raíz de un fuerte traumatismo en la cabeza por un golpe propinado con la culata de un arma (lesión reconocida por forenses como producida en acto de servicio), o el de unos funcionarios que expusieron su vida en un incendio en San Juan de Aznalfarache.

El caso de los agentes de Alcalá de Guadaíra es especialmente extraño, puesto que recibirá la cruz al mérito policial con distintivo blanco el oficial que participó en los hechos pero no el policía, que fue precisamente quien salió a la cornisa para agarrar por fuera a la mujer. Además, la Fundación Policía Española ha reconocido el trabajo de los dos agentes y les entregará el Premio a los Valores Humanos de la institución.

Tampoco están algunos funcionarios que han protagonizado investigaciones meritorias, como es el caso de la policía que cazó al violador del Parque de María Luisa tras una ardua investigación, o el de los agentes del Grupo de Atracos que detuvieron a uno de los criminales más peligrosos que se ha capturado en Sevilla, Sergio Fernando Lima Moreira, más conocido como Dani el Uruguayo, a quien tras este arresto pudo imputársele el asesinato de un vigilante de seguridad en El Viso del Alcor.

Otras ausencias notables son las de algunos policías históricos de Sevilla que reclaman desde hace años sus cruces. Es el caso de Cayetano, que fue durante tres años el policía nacional con más detenciones de toda España; o el del oficial Ricardo Morente, quien, además de resolver decenas de homicidios, logró esclarecer el doble crimen de Almonaster la Real justo cuando estaba a punto de prescribir, ya que habían transcurrido más de 18 años.

También faltan muchos de los agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), donde sólo ha sido condecorado un inspector y había 16 propuestas para otros tantos funcionarios de la escala básica. No se ha tenido en cuenta el trabajo de estos agentes en Cataluña, en la operación Copérnico, en el Estrecho de Gibraltar contra el narcotráfico y con los inmigrantes ni sus despliegues en el fútbol ni su disposición horaria.

La Dirección General de la Policía sí ha condecorado a toda la cúpula saliente. Entre los que recibirán una cruz al mérito policial con distintivo rojo está el que fuera jefe superior de Policía en Andalucía Occidental, José Antonio de la Rosa, que después pasó a ser el máximo responsable del cuerpo en España y está a punto de jubilarse. De la Rosa es un policía con un amplio historial, pasó 16 años al frente del Grupo de Atracos de Sevilla, y posee numerosas condecoraciones. También recibirá la cruz roja el inspector jefe Arturo Caballero, actual secretario de la Jefatura y quien en su día dirigiera la investigación del caso Arny.

Otros dos mandos que recibirán cruces rojas son un comisario ya jubilado y un inspector jefe de la comisaría de Sevilla Este que ha estado de baja bastante tiempo de baja por una lesión. Las cruces rojas no se entregarán en Sevilla sino en La Línea de la Concepción, mientras que en la capital se harán entrega de las medallas blancas, en un acto que tendrá lugar en la plaza de San Francisco.