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Interior contabilizó 37 delitos de odio en Sevilla en 2020

La mayoría fueron ataques homófobos e ideológicos

Son cuatro casos menos que en 2019

Sevilla está por debajo de la media española en este tipo de delitos

Ataque al autobús de Hazte Oír. / Eduardo Briones / Ep

El Ministerio del Interior contabilizó 37 delitos de odio durante el pasado año en la provincia de Sevilla. Así figura en un informe elaborado por el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska, en el que se detalla la evolución de este tipo de delitos durante 2020 en toda España. En Sevilla, son cuatro casos menos que en 2019, que se cerró con 41 episodios. Sin embargo, no hay una tendencia clara en los últimos años, pues los 37 de 2020 son siete más que en 2018, que acabó con 30.

Mapa de delitos de odio por provincias. / Departamento de infografía

Sevilla tiene una tasa de 1,9 delitos de odio por cada 100.000 habitantes. Es una media ligeramente superior a la de la comunidad andaluza, que es de 1,8, pero más de un punto por debajo de la de España, que es de 3. En Andalucía, la superan Almería (con 2,9) y Jaén (con 2,4). A nivel nacional, la lista la encabeza la provincia de Álava, con una media de 13,5 delitos de odio por cada 100.000 habitantes. Le siguen Melilla, con 11,5, y Vizcaya, con 10,3. La demarcación con mejores datos es Zamora, con sólo un caso a lo largo de 2020, lo que le hace tener una tasa de 0,6.

Tipo de delitos de odio en Sevilla en 2020. / Departamento de infografía

De los 37 delitos de odio registrados en Sevilla a lo largo del ejercicio pasado, 11 fueron contra la orientación sexual y la identidad de género. Otros diez consistieron en ataques por motivos ideológicos. Seis fueron actos racistas o xenófobos. Hubo tres apartados que sumaron cada uno dos casos: la discriminación por razones de sexo o género, la discriminación generacional y los ataques contra las prácticas o creencias religiosas. Completan los 37 casos cuatro asuntos que fueron tramitados como infracciones administrativas.

Protesta contra la transfobia en Sevilla. / Belén Vargas

El informe detalla también el número de victimizaciones, que fueron 30. Interior no habla de víctimas, sino de victimizaciones, puesto que una misma persona puede sufrir más de un ataque. Hubo 12 victimizaciones por cuestiones homófobas, 8 por ataques ideológicos, 7 por actos racistas, 2 por sexo o género y una más que no se catalogó en ninguno de estos campos.

En cuanto al número de detenidos o investigados, en Sevilla fueron 20. La mayoría de ellos, 14, fueron los presuntos autores de ataques relacionados con la ideología. Hubo tres detenidos o imputados por ataques contra la orientación sexual, dos por discriminación generacional y otro contra las prácticas o creencias religiosas. El informe también aporta el dato de hechos esclarecidos, que fueron 26 en la provincia de Sevilla. Se reparten de la siguiente manera: 11 ataques homófobos, 6 racistas, 4 ideológicos, 2 sexistas o de género, otros 2 religiosos y uno por discriminación generacional. En este apartado se incluyen todos los ataques que sufra una persona por su edad y casi todos los casos que se tramitan son contra ancianos, en una práctica denominada gerontofobia. Interior no registró en Sevilla en 2020 ningún ataque contra los pobres (aporofobia), contra gitanos (Interior incluyó un apartado específico de antigitanismo y lo sacó del genérico de racismo) ni por razón de enfermedad.

Interior contabilizó 37 delitos de odio en Sevilla en 2020 / Rosell

Este es el noveno año en el que se registran los delitos de odio en España, entendidos como cualquier ataque que sufra una persona o colectivo por el mero de hecho de pertenecer a una raza, etnia, ideología, orientación sexual, género, condición social, confesión religiosa o edad, entre otros conceptos. “La evolución de nuestra sociedad exige una respuesta cada vez más eficaz para abordar los retos que nos plantean las actitudes y manifestaciones existentes en contra del disfrute de los derechos humanos” explica el Ministerio en su informe. “Ante este tipo de conductas es necesaria una mayor protección a esos principios, valores y derechos universales porque el que los ataca busca no solo dañar a la víctima, sino también transmitir un mensaje de rechazo y amenaza a los individuos que forman parte del mismo grupo o colectivo que la víctima”.

Por este motivo, apunta el documento, el ordenamiento jurídico español “recoge penas más estrictas, al producir efectos más nocivos sobre la comunidad, así como vulnerar, principalmente, los principios de igualdad de derechos e igualdad ante la ley”. Desde 2012, Interior viene actuando con mayor incidencia contra este tipo de delincuencia. Esto se consolidó con la creación de la Oficina Nacional de Lucha Contra los Delitos de Odio, en el año 2018. Este organismo se constituyó como enlace permanente con las organizaciones de la sociedad civil relacionadas con este fenómeno delictivo, así como con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Manifestación contra el racismo. / D. S.

En julio de 2020 se puso en marcha un nuevo protocolo policial que actualizaba otro de diciembre de 2015. Se introdujo una revisión integral de la actuación policial en todas sus fases ante la comisión de estos tipos delictivos, mediante la adaptación del contenido de las primeras diligencias del atestado policial para garantizar que queden evidenciados todos los indicios que permitan determinar la motivación y naturaleza de los hechos con objeto de su debida valoración por la autoridad judicial. Es decir, desde el primer momento se establece lo que puede ser valorado como un delito de odio, señalando como objetivo fundamental, el tratamiento sensible y profesional a las víctimas, garantizando su derecho a la protección, información, apoyo, asistencia, atención y participación activa sin discriminación de ningún tipo.

La cifra total de delitos e incidentes de odio registrada por las Fuerzas de Seguridad en España fue de 1.401 hechos. Esto supone una disminución del 17,9% en relación con 2019. Pese a esta bajada, sí ha habido aumento importante en algunos ámbitos, como el de los ataques contra personas con discapacidad, la discriminación por razón de enfermedad, el antigitanismo o la discriminación por sexo y género y por edad. Esta tendencia al alza de estos asuntos en España no se observa en Sevilla.

La mayor victimización se produce en los hombres, con un 59% de los casos. El grupo de edad que más sufre los delitos de odio es entre los 26 y 40 años, con un 34,3% de las denuncias. Los menores padecen el 2,9% del total de ataques de este tipo. Entre los principales hechos cometidos contra víctimas de ambos sexos se encuentran las amenazas y lesiones. La distribución de las víctimas según su nacionalidad refleja que en primer lugar se encuentran las de nacionalidad española con el 65,9% del total de victimizaciones registradas, siendo la cifra de víctimas extranjeras un 34,1%. Dentro del conjunto de estas últimas, las que contabilizan valores más elevados son las procedentes de Marruecos (9,2%).

Los autores de este tipo de delitos son casi siempre hombres (un 81,5% de los casos), mientras que el grupo de edad más numeroso entre los detenidos e investigados por ataques de odio es el comprendido entre los 26 y los 40 años, con más de un 30% del total de hechos. El informe hace también referencia al uso de las nuevas tecnologías de la información para cometer estos delitos. Mediante estos medios hubo 189 delitos de odio registrados, la mayoría de ellos cometidos a través de internet y las redes sociales. En este campo, los ilícitos más comunes fueron las amenazas.

Del ex líder de los Supporters a los raperos

Los últimos delitos de odio registrados en Sevilla no fueron demasiado sonados, o al menos no trascendieron a la opinión pública. Eso no significa que no hayan tenido su importancia, aunque se hayan llevado con mayor discreción. En los últimos años en Sevilla sí hubo asuntos que adquirieron notoriedad. Uno de ellos fue la agresión por parte de un ex líder de los Supporters a una persona a la que creyó que era homosexual, a la salida de una discoteca próxima la Plaza de Armas. El autor de este ataque homófobo protagonizaría luego una carrera delictiva marcada por su presunta relación con el narcotráfico. También tuvo un incidente de odio en Bilbao, cuando atacó a una persona que tomaba un aperitivo en una terraza de esta ciudad sin mediar palabra.

Otro caso muy conocido fue el de un grupo de personas que lanzó piedras y bloqueó el autobús de la asociación Hazte Oír. Aunque el mensaje de esta entidad de ultraderecha podría ser considerado como tránsfobo, la Policía consideró que los ataques sufridos por la asociación podían ser considerados como un delito de odio por razones ideológicas.

La pasada primavera fue juzgado un sevillano por publicar una serie de mensajes amenazantes contra líderes del PP, como Pablo Casado, Juanma Moreno, Isabel Díaz Ayuso o José María Aznar. El acusado llegó a desear que les pegaran un tiro. Se enfrenta a tres años de cárcel por ello.

Algo parecido le ocurre al rapero Valtonyc, al que un juzgado de Estepa ha procesado por lanzar una serie de mensajes de odio contra guardias civiles durante un concierto en Marinaleda. Otro cantante, Pablo Hasel, está siendo investigado por un delito de odio por desear que se estrellara el avión del Betis.

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