Integrando el autismo en el colegio
Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo
Los alumnos de las dos aulas específicas TEA del Juan Nepomuceno Rojas han logrado obtener el Sello de Calidad Europeo con un proyecto en el que han participado junto a otros países
"Daría la vida por comunicarme al menos media hora con mi hijo"
"Hoy es un día especial", dice Marta Reina, la directora del colegio Juan Nepomuceno Rojas al entrar en una de las dos aulas específicas TEA de las que dispone este centro desde el año 2006. "Es mi cumpleaños", responde espontáneo Ariel.
En la planta baja, donde se ubica la zona dedicada a los alumnos con Trastorno del Espectro Autista (TEA) en este colegio de la Congregación de las Hijas de Jesús (Jesuitinas), en el barrio de Nervión, todo está perfectamente planificado. El día que este periódico visita las aulas, no sólo es un día especial para Ariel, que cumple 16 años, también para los otros nueve alumnos que asisten cada día a las aulas específicas. En la pizarra que hace de agenda están apuntados dos acontecimientos especiales más que marcan la jornada, la salida del grupo de alumnos a la Iglesia de Santa Catalina, donde les esperaba la Hermandad de la Exaltación en la previa de la Semana Santa, y la visita de Diario de Sevilla.
"Son niños que tienen una agenda muy apretada. No son inflexibles y la flexibilidad es algo que se puede trabajar, pero, de base, uno de sus mayores problemas es la adaptación a los imprevistos. Por ello, la pizarra en la que organizan la tarea de cada día es todo un croquis en el que se apunta todo. Nosotros empezamos a trabajar la flexibilidad desde la sorpresa. Todos los viernes les poníamos la palabra sorpresa en la pizarra y ellos no sabían qué tocaba. Siempre era alguno bueno. Eso les sirve para aprender a aceptar imprevistos", explica Marta.
Inclusión y normalización en las aulas
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es un trastorno de origen neurobiológico que afecta de manera diferente a cada persona y que compromete principalmente a cuatro campos de la vida: la comunicación, las relaciones sociales, la imaginación y la conducta. En la actualidad no existe cura y este trastorno acompañará a la persona a lo largo de su vida. El diagnóstico no impide el desarrollo de la persona y, si bien no hay dos personas con TEA iguales. Las aulas específicas TEA son clases especializadas para lograr la inclusión y normalización del autismo.
En el colegio concertado Juan Nepomuceno Rojas esas son las dos palabras que más se repiten durante nuestras entrevistas con la directora y el profesorado. La zona específica TEA cuenta con dos clases y un taller para diez alumnos. "Ellos desarrollan su jornada aquí, pero están constantemente integrándose con el resto de compañeros de sus diferentes etapas educativas en todas las actividades en las que pueden participar", explica la directora Marta.
El habitáculo donde se localizan las dos aulas específicas es muy amplio y se complementa con un taller donde se desarrollan los proyectos. "En realidad se aprovecha todo. Los pasillos también están integrados. Utilizamos cualquier espacio del colegio que sirva para seguir aprendiendo", concreta Marta.
En estos espacios, dos profesoras PT, que son las pedagogas terapeutas, y dos monitoras atienden a 10 niños, que son todas las plazas que ofrece el centro, que es concertado por la Junta de Andalucía. En las mismas pueden permanecer desde los tres hasta los 21 años. La metodología de trabajo responde a la funcionalidad y siempre se busca adaptarla a las características del alumnado. "Todos los proyectos que trabajamos parten del propio alumnado. Nos paramos a escuchar qué es lo que necesitan y evaluar qué podemos sacar de ellos. Cada uno tiene una habilidad que se puede explotar y aportar a los demás", explica la directora del colegio.
Por ello, pese a que estos niños trabajen a diario en las aulas específicas, su integración en el centro, con el resto de alumnos de las etapas educativas a las que pertenecen, y la socialización en los espacios que comparten, es otra de las asignaturas a trabajar por el equipo docente. "Cualquier recurso es útil para trabajar la integración", apostillan las profesoras y monitoras en las aulas, Cristina Sosa, Consolación Gallego, Virginia Rodríguez y Vanesa Gutiérrez.
La socialización
En los últimos días, la proximidad de la Semana Santa y el éxito entre los escolares en Sevilla del fenómeno Holy Cards, una colección de cromos con imágenes de 60 hermandades de la ciudad diseñado por los sevillanos Juan Carlos Ramos y Javier Ayala, los dueños de Pepe Pinreles, es uno de esos ejemplos. "Hacemos Holyquedadas en el patio con el resto de alumnos en las que se intercambian estampas. Una cosa tan simple y que se ha hecho toda la vida nos está sirviendo para que ellos se integren con el grupo, que sean uno más. Nuestro objetivo no es que completen un álbum, obviamente, es que esto ha servido para que hagan más grupo y sociabilicen más en el patio", apostilla Marta.
Los alumnos de las aulas específicas son los encargados de llevar los préstamos en la biblioteca. Ellos se han encargado de forrar los libros, de poner los tejuelos y de digitalizarlos. Han elaborado los carnés de biblioteca y se encargan de los prestamos. "Nuestra biblioteca no es como una biblioteca al uso. Como el edificio tiene forma de L tenemos en cada subida de escalera un rincón lector y ahí es donde se cogen y entregan los libros", explica Marta. "Es una forma más trabajar con datos, la lectoescritura, las matemáticas, la digitalización y, también, la socialización con todos los alumnos. Es decir, todo aquello que tienen que trabajar, pero de manera funcional", añade.
Otro ejemplo de integración y normalización es cómo todos los alumnos de las aulas TEA controlan todos los espacios del centro. Manuel nos guía hasta el comedor. La coordinadora del servicio, Vanesa Gutiérrez, explica cómo estos niños tienen su mesa reservada, pero en la misma sala que el resto de alumnos. "Tienen muy buena conducta y saben perfectamente qué tienen que hacer. Lo tenemos todo indicado con pictogramas, en los que ellos pueden ver el menú del día y hacer todo como el resto de alumnos", afirma.
Los menores también participan en las excursiones según la etapa educativa a la que pertenecen. "El viaje de fin de curso en cuarto de ESO es hacer el Camino de Santiago. El año pasado lo hizo uno de nuestros alumnos por primera vez. Fue una experiencia muy enriquecedora para todos. Para él, por supuesto porque salió de sus rutinas, pero también para el resto porque permitió que el resto conociera mucho más de él", destaca Marta.
Aulas reconocidas a nivel europeo
Fruto de la integración de las aulas específicas en el día a día del centro, el año pasado se decidió dar un paso más con ellos. Siguiendo los pasos de lo que ya se había hecho con el alumnado de Primaria y Secundaria con anterioridad en un proyecto a nivel europeo, la dirección del centro y profesorado de estas clases decidieron vivir esta experiencia, también, en las aulas TEA. "La experiencia está siendo super positiva", subraya Cristina Sosa, que es la docente encargada de coordinar el programa eTwinning, que es una plataforma con programas europeos para profesores y alumnos de toda Europa.
El primer proyecto que pusieron en marcha fue el Doodle Chef, que se coordinó y desarrolló en las aulas TEA de este colegio sevillano y se realizó de forma conjunta con diversos centros educativos de Turquía, siendo todos los destinatarios alumnado de diversas edades con trastorno del espectro autista.
Este proyecto consistía en realizar una adaptación del libro La cocina de dibujos de Hervé Tullet mediante pictogramas, para hacerlo accesible a las personas con autismo, así como la realización de las distintas recetas artísticas que aparecen el libro. Su principal objetivo era fomentar el interés del alumnado por el dibujo y grafismo, así como potenciar su creatividad, la competencia lingüística, digital y el trabajo colaborativo; adaptando el material y el trabajo a las características específicas de este alumnado.
Para ello, se realizaron un gran número de actividades variadas de forma colaborativa: conocer al autor y sus principales características artísticas, realizar obras pictóricas, videollamadas en inglés con el resto de participantes, actividades digitales a través de diferentes apps, etc.
La participación de los alumnos del Juan Nepomuceno Rojas en este proyecto no sólo sirvió para que los niños se sintieran realizados y al mismo nivel que todos sus compañeros, el buen trabajo ha tenido su recompensa en forma de premio. "Nos presentamos y este año recibimos el Sello de Calidad Europeo por este proyecto. Nos mandaron unos certificados y ellos estaban muy contentos", afirma Cristina. "Lo entendemos como una forma de empoderar y subir la autoestima, tanto para ellos, como para los demás. Sus compañeros ven cómo niños con autismo, a pesar de que siempre tenemos en mente los estereotipos que rodean a este trastorno, tienen muchas posibilidades y fortalezas que les pueden llevar a hacer cosas de este tipo y ser reconocidos por ello", añade.
Dada la gran acogida y los resultados obtenidos en el proyecto Doodle Chef, estos alumnos participan actualmente en el programa eTwinning con uno nuevo llamado Touch Math con socios de Rumanía, Eslovenia, Turquía, Italia y España en el que vuelven a darlo todo iniciándose en el uso de la metodología STEM para realizar actividades que inciden en el uso de las matemáticas en la vida diaria.
"Con esta nueva incursión en eTwinning, estos alumnos nos demuestran que con ganas y los apoyos necesarios las personas TEA tienen en los programas europeos un nuevo espacio de inclusión", afirman las profesoras, que indican que ya están trabajando de cara al próximo curso un proyecto Erasmus para alumnos de aulas específicas en el que colaborarán con niños de Rumanía, Turquía o Alemania. Cristina explica que se trata de un Erasmus de intercambio de buenas prácticas. "Es un Erasmus de cooperación, que es un tipo de proyecto dentro de erasmus que es de colaboración entre centros. Cada centro va a escoger un tema en el que tiene experiencia y buenos resultados para que el resto lo vea. Nosotros nos vamos a encargar del arte. Vamos a trabajar el teatro, el dibujo y las herramientas digitales y los profesores de otros centros vendrán para ver cómo trabajamos", explica orgullosa la coordinadora del proyecto.
"En aulas específicas tienes que tener una mente muy abierta y saber que tienes que dar un salto más allá de lo meramente académico y saber que tienes que integrarlo todo. Eso no significa que se abandone lo académico, pero lo trabajas de otra manera, no con un libro, sino con proyectos como el de la biblioteca o la máquina de sumar. Es intentar que ellos descubran su talento y lo pongan al servicio de los demás", concluye directora.
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