Inicio de las obras y cuenta atrás para poner en servicio la muralla de la Macarena
Patrimonio
Los trabajos para conservar este bien han comenzado este mes y serán cofinanciados entre el Ayuntamiento y el Ministerio de Fomento
Tras esta ambiciosa intervención se podrá acometer otro proyecto para la apertura al público de la liza y la Torre Blanca
Ya está colocado el cajón de obras en la muralla de la Macarena. Los trabajos para restaurar este patrimonio olvidado durante muchos años se iniciarán en los próximos días, un proyecto ambicioso que el Ayuntamiento de Sevilla ha hecho realidad después de conseguir una importante financiación por parte del Gobierno central.
La iniciativa será cofinanciada gracias a la participación de Sevilla en el programa del 1,5% cultural del Ministerio de Fomento. Las obras se adjudicaron a finales del pasado noviembre a Patrimonio Inteligente S.L. por 738.438 euros y consisten en la restauración y consolidación de la muralla en el tramo intramuros comprendido entre el Arco de la Macarena y la Puerta de Córdoba.
El proyecto es estratégico pues va más allá de la mera conservación del patrimonio histórico de la ciudad, pues se enmarca en un proceso diseñado desde el Ayuntamiento de Sevilla para poner en servicio este Bien de Interés Cultural (BIC) que hasta ahora permanece fuera de los circuitos turísticos. Su incorporación permitirá diversificar y ampliar el espacio para el visitante y desplazarlo hasta el norte del casco histórico, un interesante eje que culmina en el Hospital de las Cinco Llagas, sede del actual Parlamento andaluz, y que recorre el denominado a través de la calle San Luis un trazado de algo menos de un kilómetro donde se puede disfrutar de una buena muestra de arte barroco y arquitectura mudéjar, joyas de la ciudad aún por descubrir para el gran público.
No obstante, el objetivo de esta intervención que se ha iniciado es conservar y restaurar la muralla. La apertura al público y creación de un centro de interpretación forman parte de otro proyecto complementario que tendrá que esperar a que concluyan los trabajos. Eso requerirá de una nueva actuación para acondicionar la conocida como Torre Blanca y la liza, con el propósito de que ambos espacios pudieran ser visitados, dentro de las posibilidades que ofrezca el monumento y sus condiciones de accesibilidad.
Los trabajos empezarán el próximo lunes. Ahora, en primer lugar se va a intervenir sobre los elementos de carácter estructural que presentan daños, a fin de afianzarlos reforzarlos. Se conservará el aspecto original de las fábricas de tapia, restaurándolas de modo que se mitigue su degradación, pero conservando a la vez su pátina y el potencial narrativo de las trazas impresas sobre las mismas. Se aplicarán tratamientos epidérmicos.
El equipo técnico de la Gerencia de Urbanismo ha desarrollado con carácter previo un proyecto de caracterización y datación de materiales en las fábricas de tapia de la muralla, que ha permitido obtener un conocimiento más profundo y exhaustivo de aspectos constructivos, que serán tenidos en cuenta en la inmediata intervención de conservación que se va a poner en marcha para frenar la degradación de este patrimonio.
Pero no es la primera intervención, pues ya se hicieron otras a mediados de los años 80, a cargo de José García Tapial y José María Cabeza, y, de hecho, la última actuación significativa es del año 2008. Las patologías de la muralla se han ido estudiando a lo largo de los últimos cuarenta años y es ahora cuando parece que hay una voluntad política firme para invertir en el mantenimiento de esta patrimonio histórico, clave para diversificar también el turismo y ayudar a distribuir los flujos de visitantes.
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