Ingenieros que hacen ciencia en el Macarena
Salud
Un trabajo realizado por un técnico del hospital y una neurofisióloga del Puerta del Mar demuestra los beneficios de la aplicación de modelos físicos a la práctica clínica y se hace con el premio a la Mejor Comunicación en el Congreso nacional de Ingeniería Hospitalaria
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La ingeniería hospitalaria relacionada tiempo atrás con el mero mantenimiento y buen uso de edificios, instalaciones y equipamiento hospitalarios, hoy ya es un concepto obsoleto. De hecho, es una de las profesiones que más están evolucionando y que más van a evolucionar. El Hospital Virgen Macarena es ejemplo de ello y su ingeniero técnico José Antonio Triviño el alma mater de parte de ese cambio de concepto.
Está convencido de que la electromedicina y la ingeniería "tienen que meterse más en los temas clínicos" y "trabajar de la mano con los facultativos". Dos ideas que le han llevado a lo más alto en el último Congreso Nacional de la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria, que pone en valor la labor que realizan en los hospitales ingenieros, físicos, informáticos y otras profesiones afines, y en el que, en su afán de que la práctica clínica de la ingeniería sea posible y mejore en sus resultados, ha sido reconocido con el primer premio a la Mejor Comunicación Oral con un trabajo conjunto con la facultativa especialista de área del Hospital Universitario Puerta del Mar, Ana Isabel Barroso, y Carmen Garrido, ingeniera industrial y subdirectora de los Servicios Generales del Macarena, donde se engloba el Servicio de Electromedicina: Estimulación Magnética Transcraneal: Importancia de la orientación de la bobina.
"Este trabajo muestra que la colaboración entre las unidades técnicas del hospital y los facultativos especialistas es posible y que los departamentos de ingeniería y de electromedicina dentro de los hospitales pueden aplicar modelos físicos para mejorar el entendimiento en las áreas clínicas, así como la capacidad de los facultativos de hacer entender los problemas que les surgen en la práctica clínica buscando soluciones más allá de su especialidad", explica Triviño en declaraciones a este periódico.
En concreto, esta presentación expuso los resultados de un trabajo conjunto en el que, a través de un modelo físico, se obtuvieron datos sobre la orientación idónea de la bobina a la hora de estimular un modelo bidimensional de un grupo de neuronas motoras. "Lo que hemos hecho es con un experimento muy sencillo. En un primer paso, la doctora Barroso fue capaz de hacerme ver claramente en qué consistía la prueba de la estimulación magnética transcraneal y explicarme la anatomía para poder simular. A través de ello creamos un pequeño modelo anatómico de lo que es la corteza del cerebro, siempre instruido por el facultativo, buscando biografía sobre ello, y en él aplicamos un método de los años 80, que se llama el método de las impedancias, para sacar conclusiones sobre cómo se podía generar el impulso nervioso mejor en función de la orientación de la bobina", explica.
"En definitiva este premio es el resultado del trabajo conjunto entre un ingeniero del hospital y un facultativo, que, a través de un pequeño experimento, muestra que la colaboración entres las unidades técnicas del hospital y los facultativos especialistas es posible, y que los departamentos de ingeniería y de electromedicina dentro de los hospitales pueden aplicar modelos físicos para mejorar el entendimiento en las áreas clínicas, así como la capacidad de los facultativos de hacer entender los problemas que les surgen en la práctica clínica buscando soluciones más allá de su especialidad", añade
Para Triviño, este reconocimiento a la "originalidad", ya que ha sido el único trabajo presentado en el Congreso en esta línea, supone todo un impulso para "seguir aportando". "No pienso quedarme aquí. Estoy convencido de que la electromedicina tiene que meterse en la práctica clínica, trabajar con el facultativo y, dando cada uno su punto de vista, profundizar en el conocimiento que se tiene sobre temas clínicos. Lo que hemos conseguido no es una investigación que requiera de grandes inversiones, es sólo un trabajo con interesantes conclusiones. Una forma de demostrar que, a partir de dos áreas que no se conocen de nada, y que conecten y empiecen a trabajar juntas, se puede transferir y aunar información valiosa en ambas ramas y con la que todos salimos ganando", defiende el ingeniero.
La puerta ya está abierta y Triviño ya tiene en marcha nuevos proyectos con el área de Neurofisiología, con la idea de trabajar con otros equipamientos y nuevas simulaciones que permitan profundizar en el conocimiento de su funcionamiento. Invita a todos los ingenieros y físicos de los hospitales a seguir sus pasos. "Nuestro trabajo ha sido disruptivo. La gran novedad de este Congreso porque nunca nadie se había atrevido a aplicar métodos de ingeniería y física tradicionales a novedades de la medicina que se van descubriendo. Ojalá esto sólo sea el principio y en el próximo Congreso se presentan muchos trabajos en esta línea", concluye.
Un Congreso de Ingeniería Hospitalaria en clave sevillana
El trabajo llevado a cabo por personal técnico de centros sanitarios del SAS ha obtenido diversos reconocimientos en el Congreso Nacional de la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria que ponen en valor la labor que realizan ingenieros, físicos, informáticos y otras profesiones afines que permiten que la práctica clínica sea posible y mejore en sus resultados. En concreto, profesionales de los hospitales Virgen Macarena y Virgen del Rocío fueron distinguidos por el Comité Científico, como la primera y segunda mejor comunicación, respectivamente, en este Congreso que contó con la participación de más de 1.400 profesionales.
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