La ventana
Luis Carlos Peris
Reventa y colas para la traca final
El Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Andalucía, Ceuta y Melilla no es partidario de ampliar las carreteras AP-4 y N-IV para aliviar los atascos que se producen los fines de semana y en vacaciones entre Sevilla y Cádiz. Su argumento es que "más vías no es la vía" porque "más incrementos de capacidad inducen a más movilidad privada y provocamos el efecto contrario al deseado".
A petición de este periódico, los ingenieros de caminos han expresado su postura respecto a la reclamación de los empresarios de Sevilla y Cádiz al Ministerio de Transportes para que ejecuten dos ampliaciones de las carreteras actuales: un tercer carril en la AP-4 y un segundo carril en la N-IV, lo que se conoce como el desdoble de esta vía. La respuesta la emiten los expertos de la Comisión de Transportes y Movilidad del Colegio de Ingenieros de Caminos que coordina David Álvarez Castillo, ingeniero de caminos especializado en transporte y movilidad, y también miembro de la Comisión de Transporte y Movilidad del colegio a nivel nacional.
Se oponen, sobre todo, al desdoble de la N-IV que consideran "la peor de las opciones" y solo admitirían como última opción el tercer carril en la AP-4, pero solo una vez se hayan aplicado antes las medidas que consideran prioritarias: fomento del tren y de del autobús, como complemento a estas.
La solución para solventar el problema que se viene presentando en el eje Sevilla – Cádiz en relación a la congestión en verano son varias alternativas de "movilidad sostenible". "La principal acción, hoy en día, y ante la ya existencia de dos infraestructuras paralelas, no parece pasar por la ampliación de ninguna de ellas. La principal apuesta debe enfocarse al fomento y mejora del transporte público, especialmente el servicio ferroviario en ese eje, junto a plataformas reservadas de autobús en los respectivos accesos", señalan los expertos del colegio.
Los ingenieros avisan de que no tiene sentido hacer fuertes inversiones en estas dos carreteras ante la posible vuelta del peaje a la autopista Sevilla-Cádiz, por lo que reclaman un análisis profundo de sus repercusiones en la demanda de tráfico. "La entrada del pago por uso puede provocar un efecto de reordenación de demandas, lo cual, si se prevé próximo como así parece, no tendría sentido hoy en día hacer una fuerte inversión en ninguna de las vías, hasta valorar qué efecto ha tenido y cómo se ha reordenado la demanda", proponen. "La vuelta al peaje por uso puede contener de nuevo la demanda, y debería ser una previsión a tener en cuenta en la toma de decisiones", insisten.
Sobre el desdoble de la N-IV, los ingenieros ven "ilógico crear dos vías de alta capacidad en paralelo" cuando "cada vía tiene que tener su función", la AP-4 "de media-larga distancia" y la N-IV "para atender la corta-media distancia". Señalan que convertir la N-IV en otra vía de alta capacidad supondría que "quedarían excluidos los tráficos de ciclistas, vehículos agrícolas o el tráfico local" de pedanías y poblados de la zona. Además, se añade el impacto en ocupación de suelo y probablemente económicos, por lo que este desdoblamiento se supone la peor de las opciones".
El gremio admite que la AP-4 tiene problemas de saturación de su capacidad de forma puntual, "poco tiempo durante el año" en "periodos de vacaciones y/o fines de semana e idas y vueltas de las playas de Cádiz". Cifran esta demanda en 30.000 vehículos al día concentrados en ciertos periodos, pero matizan que este dato está lejos de los 192.000 vehículos/día que pueden admitir sus dos carriles en cada sentido. Señalan que esta saturación está motivada por viajes de ocio, cuyo "valor del tiempo es menor"que si se colapsara en horas punta los días laborables. Por eso recomiendan un análisis coste-beneficio de la viabilidad económica de cada una de las alternativas que se propongan.
Esta es su conclusión sobre este punto. "La actuación en la N-IV parece la menos interesante, debido a que carece de sentido generar dos autovías de alta capacidad en paralelo, sino que se optimiza más y mejor los tráficos con una jerarquización y diferenciación de usos. Por tanto, en caso de requerirse alguna actuación complementaria a todo lo anterior, pasaría por el tercer carril en la AP-4".
"La disyuntiva planteada en materia de actuación entre A-4 y N-IV se entiende como innecesaria. Además, debe tenerse en cuenta el corredor verde de la AP-4, un ejemplo de integración ambiental y paisajística que, con la ampliación, probablemente desaparecería", añaden.
La solución, en opinión de los expertos de la Comisión de Transportes y Movilidad del Colegio de Ingenieros de Caminos que coordina David Álvarez Castillo, pasa necesariamente por mejorar los servicios de transporte público y sostenible entre ambas provincias. ¿Cómo? Potenciar el ferrocarril ("una solución mucho más interesante y positiva", afirman) e implantar plataformas reservadas de autobús. Piden que el tren se fomente y mejore de forma que gane más frecuencia y más velocidad, y se ofrezcan trenes de mayor capacidad que aprovechen al máximo la doble vía electrificada y apta para alta velocidad que existe entre Sevilla y Cádiz, recalcan.
"Se puede ampliar con más frecuencia, con trenes de mayor capacidad (por ejemplo, de dos pisos y de más composiciones) o más veloces, ya que la infraestructura lo permite. Uno de los aspectos recomendados sería el de estudiar la capacidad real de transporte de la conexión ferroviaria, que permitiera cuantificar y dimensionar posibles mejoras y soluciones", señalan.
Una de las claves de la propuesta de los ingenieros de caminos es que "el corredor de transporte del sistema Sevilla – Jerez – Bahía de Cádiz debe ser considerado en su conjunto de una forma multimodal, es decir, no sólo orientado al transporte por carretera enfocado al vehículo privado". En su opinión, las inversiones deben dirigirse a "mejorar los servicios de transporte público, RENFE + bus para la primera/última milla (imprescindible además en las localidades costeras) y transporte de mercancías ferroviario. Incluso destinar parte de ese presupuesto a invertir en otras infraestructuras, como recuperar el ferrocarril en la costa norte de Cádiz, desaparecido ya hace tiempo".
El Colegio pide aplicar sistemas inteligentes de tráfico para desvíos puntuales a demanda. Otra de las claves de la propuesta de los ingenieros de caminos es que se mejore la gestión de la demanda de vehículos en estas dos carreteras con Sistemas Inteligentes de Transporte (ITS), lo que supone desviar el tráfico en los momentos de saturación, y que la autopista AP-4 tenga una mayor permeabilidad trasversal.
"Hoy en día, y gracias a la tecnología existente, puede (y debe) apoyarse la gestión de la demanda en los Sistemas Inteligentes de Transporte (ITS), otro canal de mejora a explorar", afirman los ingenieros de caminos. Eso supone "sacar el máximo provecho y optimización de toda la capacidad viaria en los momentos, precisamente, de mayor tensión, permitiendo aliviar las secciones próximas a saturación de la AP-4 apoyadas en la contribución la capacidad de la N-IV. Un mayor mallado de la red viaria existente, junto con las actuales posibilidades de información del estado de tráfico a tiempo real y de guiado del tráfico tanto por paneles de mensajes variables como por dispositivos embarcados, deberían de permitir una gestión de la demanda a tiempo real proactiva".
Para ampliar la capacidad de la AP-4 proponen "habilitar puntualmente el uso de los arcenes como carriles adicionales", como otra de las opciones que ofrecen los Sistemas Inteligentes de Transporte.
El informe de los ingenieros de caminos concluye con este mensaje. "Las inversiones para el sistema de transporte del eje Cádiz – Sevilla son realmente bienvenidas y, sin duda que hacen falta, pero no para seguir haciendo más de lo mismo".
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