Un rincón para Exponostálgicos
El Pabellón de la Navegación acoge la muestra conmemorativa del 25 aniversario de la Expo, que realiza un recorrido por la ciudad desde 1976 hasta la actualidad.
sevilla/Más de mil personas han visitado ya la exposiciónUn éxito de todos. Del sueño a la realidad, que acoge el Pabellón de la Navegación con motivo del 25 aniversario de la Exposición Universal de 1992. Un rincón para exponostálgicos que realiza un recorrido por la historia de la ciudad y la isla de la Cartuja desde 1976, cuando se propuso Sevilla como candidata, hasta la actualidad a través de maquetas de infraestructuras y pabellones, materiales audiovisuales, artículos de merchandising y objetos personales, además de dos telecabinas que han conseguido recuperar, restaurar y recopilar durante los últimos dos años la Asociación Legado Expo.
Juan Espadas, alcalde de Sevilla, fue el encargado de inaugurar este lunes de manera oficial la muestra -abierta desde el viernes- junto a la consejera de Hacienda y Administración Pública, María Jesús Montero; el comisario de los actos del 25 aniversario de la Expo, Julio Cuesta; el presidente de la Asociación Legado Expo, Ángel Aramburu, y los patrocinadores de la muestra, entre ellos la Fundación Cajasol.
"Hace dos años, la asociación puso en marcha la maquinaria para que el 25 aniversario de la Expo 92 no se convirtiese sólo en un repaso nostálgico, sino en la oportunidad de potenciar la marca Sevilla, usando la herencia del 92 como plataforma", señaló Ángel Aramburu. "A todas las autoridades aquí presentes les diría que meditasen sobre qué deberíamos hacer si esta exposición se convierte en un éxito de visitas, si deberíamos o no guardar todo este material 25 años más", indicó el presidente de la Asociación Legado Expo, organizadora de la muestra junto a la Empresa Pública de Gestión de Activos (Epgasa) y la colaboración del Colegio Oficial de Arquitectos de Sevilla.
La muestra, dividida en cuatro salas, se compone de dos partes. La primera hace alusión al proceso organizativo de la Expo y la transformación de Andalucía y de Sevilla en particular en materia de infraestructuras. Una maqueta de 18 metros cuadrados del término municipal de Sevilla según el PGOU de 1987 destaca en la primera sala. Esta maqueta ha sido cedida y restaurada por la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla para la exposición.
Aquí se juega con la Expo'92 que pudo haber sido y no fue, exhibiendo proyectos finalistas de los concursos de ideas, como la maqueta del proyecto diseñado por Emilio Ambasz, que propuso que el río penetrara en el recinto, formando un lago alargado con muchos de los pabellones flotando en él.
La segunda parte de la muestra, se centra en los seis meses que duró la Exposición Universal, con la exhibición de maquetas como la del pabellón de Hungría, que ha viajado desde Budapest a Sevilla para sumarse a esta muestra gracias a la cooperación del Museo de Bellas Artes de Hungría y la familia del Imre Makocevz, autor del proyecto; y la del pabellón de Japón, cedida por el coleccionista Narciso Rodríguez. Este edificio de madera se construyó sin usar un solo clavo a través de una ancestral técnica nipona, según explican desde Legado Expo.
Diseños de los vestuarios de Rocío Jurado para el espectáculoAzabache; el libro de honor del Pabellón de Andalucía -cedido por el Archivo General de Andalucía-; una maqueta de la cabalgata La magia del tiempo, que recorría las calles de la Expo cada tarde, propiedad de Joan Font y su grupo Els Comediants; y las mascotas que se barajaron como alternativa de Curro, son otros de los objetos que se pueden ver junto a los bocetos de los logos y hasta las papeleras del recinto.
También se exhiben una maqueta del monoraíl y dos telecabinas, que la Asociación Legado Expo encontró en un desguace de Madrid. Este medio de transporte estaba formado por 135 vehículos que cubrían a veinte metros de altura un recorrido de casi dos kilómetros de largo en poco menos de un cuarto de hora. El telecabina funcionó hasta 1995 y en 2006 se desmontó el tendido de cable y los apoyos.
La exposición cuenta, además, con un cubo de 15 metros de altura donde se proyectan vídeos de la Expo, un cine para 30 personas y una sala audiovisual donde se proyectan documentales de la época y algunas de las películas que se reproducían en los propios pabellones.
La Expo no fue un sueño, tal como quiere demostrar esta muestra, y hoy nadie duda de la transformación de la ciudad, pero pese a los esfuerzos por poner en valor la importancia de este acontecimiento histórico, la muestra no deja de ser un homenaje a los nostálgicos. La visita de los grandes mandatarios internacionales, por otro lado, se resuelve con fotografías personales y convencionales, con la ausencia de archivos fotográficos de calidad de la época.
Al igual que ocurrió en los actos de la semana pasada, desde la Junta aprovechan la efeméride para destacar las virtudes de Andalucía. "Venimos diciendo estos días que el recuerdo de la Exposición del 92 nos tiene que avivar la conciencia para saber que son necesarias apuestas de este tipo en el futuro para que sigamos incorporándonos al tren de la modernidad, de la innovación y, por tanto, ser punta de lanza en el conjunto de España y de Europa", manifestó María Jesús Montero, consejera de Hacienda y Administración Pública, durante la inauguración. "En esta época de escepticismo es importante recordar que tenemos una tierra de talento, de inversión e innovación y que apoyamos y apostamos por el sector empresarial y por todos aquellos que quieran construir conjuntamente con Andalucía un mundo mejor", concluyó.
La muestra, cuya entrada tiene un precio de 3 euros (2 euros entrada reducida) estará abierta un total de 176 días, hasta el 12 de octubre, al igual que la Exposición Universal de 1992. Para su desarrollo ha contado con una inversión de 190.000 euros y se prevé que 80.000 personas visiten las instalaciones.
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