Implante pionero en Andalucía para devolver visión a una paciente sin cristalino

El Dr. Lorenzo Trujillo, especialista en retina de la clínica Miranza Virgen de Luján, ha implantado de forma pionera en Andalucía una lente intraocular para astigmatismo a una paciente afáquica (sin cristalino). La novedad de este procedimiento estriba en que el tipo de lente implantada corrige, por primera vez, el astigmatismo (lente tórica) en una paciente carente de cristalino.

La falta de soporte capsular, que en otros casos se ha solventado suturando la lente a la esclera (parte blanca del ojo), se ha abordado en esta ocasión mediante otra novedad, que consiste en el anclaje de la lente en la esclera, sin necesidad de hacer una sutura. Un tercer aspecto novedoso de esta lente (lente Carlevale) es que es plegable, por lo que puede introducirse a través de una pequeña incisión de 2 mm en la córnea, evitando así tener que realizar una incisión del tamaño de la lente desplegada, que mide 12 mm.

La cirugía que ha llevado a cabo el Dr. Lorenzo Trujillo destaca por su alta complejidad, ya que antes de la implantación de la lente en pacientes afáquicos es necesario llevar a cabo una vitrectomía (cirugía de retina) para extraer restos del cristalino o de la lente implantada previamente, que se han desplazado hasta este tejido, causando, así, la afaquia.

Esta suele producirse de forma secundaria a una cirugía de catarata, cuando el cristalino o la lente implantada en su lugar se luxan y “caen” en el espacio interno del ojo. Se trata de la complicación más habitual de la cirugía de catarata, aunque no llega al 2% de los pacientes operados y requiere un manejo experto. También existen algunos casos de afaquia espontánea por traumatismo o bien porque, con la edad, ceden los ligamentos que sujetan el cristalino.

Una vez solucionado este problema, extrayendo los restos de cristalino o lente mediante una cirugía de retina, queda por resolver la afaquia, lo que implica implantar una lente intraocular en un espacio sin apoyo, ya que la cápsula, donde normalmente se apoyaría la lente, se ha roto. Al desaparecer este apoyo, la lente debe suturarse en la esclera.

El avance en el diseño de las lentes Carlevale ha permito que en esta cirugía pionera, la lente haya quedado anclada en la parte interna de la esclera, gracias a una pequeña estructura en forma de “T” incorporada a la lente y fijada a la esclera, mediante una ventanita sin sutura, como la pieza que hace de tope de un gemelo se fija al ojal de la camisa.

La afaquia

El cristalino o lente natural del ojo tiene una refracción de 20 dioptrías, por lo que en pacientes sin cristalino (afáquicos), es necesario corregir este importante defecto refractivo. Hasta los años 90, todos los pacientes operados de catarata eran afáquicos, ya que la cirugía consistía en extraer el cristalino opaco, sin sustituirlo por una lente intraocular, como se realiza actualmente. Entonces, estos pacientes tenían que compensar la afaquia utilizando gafas con lentes de gran grosor.

Actualmente, la cirugía de catarata suple el cristalino por una lente intraocular y, solo en caso de complicación de la cirugía o de luxación espontánea, ya sea del cristalino o de la lente intraocular por traumatismo o laxitud de los ligamentos, se produce una afaquia. La solución pasa por una vitrectomía para retirar la lente o el cristalino luxado y la consiguiente implantación de la lente suturada o anclada, un procedimiento que requiere de un cirujano experto.

Además, en el caso de la paciente sevillana, sin lente intraocular y con el cristalino desplazado a la retina, la cirugía revestía mayor complejidad al tratarse de una paciente con una membrana epirretiniana previa, un problema que afecta a la mácula o centro de la retina, zona responsable de la visión de detalle.

La cirugía ha sido todo un éxito y ahora la paciente ha podido recuperar la visión como cualquier otro paciente operado de cataratas.