La Iglesia de Sevilla calcula que perderá un tercio de sus ingresos por la ausencia de turistas y paraliza las obras previstas
Patrimonio
La Archidiócesis movió en el año 2019 un total de 50 millones de euros
Las aportaciones de los fieles suponen la principal fuente de ingresos
La mayor parte de los gastos se destina a la conservación del patrimonio
"Estas serán las últimas cuentas de una era de bonanza. Volveremos a las cifras de hace 13, 14 o 15 años". Así de contundente se ha mostrado este miércoles el ecónomo de la Archidiócesis de Sevilla, Alberto Benito, al valorar la situación económica que se avecina. En la presentación del informe económico del pasado año 2019, ha revelado que lla Iglesia de Sevilla perderá alrededor de un tercio de sus ingresos en los próximos años. Un porcentaje que se traduce en unos 17 millones de euros, aproximadamente. El motivo es la paralización de la visita cultural a la Catedral, cuya recaudación juega un papel muy importante en el balance general. La consecuencia es que se han paralizado de manera inmediata todos los grandes programas de rehabilitación de edificios. Se suspende, entre otras actuaciones importantes previstas, la rehabilitación de la cara norte de la Giralda, la que faltaba para finalizar la intervención.
La Catedral de Sevilla ingresó el pasado año un total de 17.456.382 euros por la visita cultural, dos más que en 2018. Con esta importante cantidad no sólo se mantiene el propio templo metropolitano, sino que también se emplea para la rehabilitación de otras parroquias y edificios religiosos de la provincia y para la construcción de nuevos templos. Debido a la irrupción del Covid-19, y a la paralización de la visita por la ausencia de turistas, la Archidiócesis da por perdida este año esa cantidad, y estima que durante varios años los ingresos serán mucho menores. "Una de la consecuencias más inmediatas y trágicas es que perdemos prácticamente un tercio de los ingresos que ya se notará este año", ha lamentado el ecónomo diocesano. Debido a ello, se van a resentir todos los programas de rehabilitación en marcha. "Tendremos que más imaginativos para obtener ingresos. Lo más importante para la Iglesia es desarrollar su labor pastoral, evangélica asistencial".
Una buena muestra de cómo la bonanza económica de los últimos años ha auspiciado la restauración de edificios son los 7 millones de gastos extraordinarios que las cuentas de 2019 revelan que se dedicaron a estos menesteres. "Si tienes esos recursos, se pueden acometer estas obras", puntualizó Benito.
Grandes intervenciones en marcha
La Archidiócesis de Sevilla tiene actualmente cuatro grandes proyectos en marcha o próximos a comenzar. Las restauraciones llevadas a cabo en el Santuario de Consolación de Utrera, con un coste de 800.000 euros; la rehabilitación de la Cilla del Cabildo de Osuna (700.000 euros), la parroquia de Santa Cruz de Écija (700.000 euros), la esperada recuperación de la iglesia del convento de Santa Clara de Sevilla que, con un inversión de 3,2 millones de euros, está financiada gracias al convenido firmado en 2017 con el Ayuntamiento.
Respecto a esta última, el Arzobispado no quiere comenzar hasta que cuente con, al menos, dos tercios del dinero. Este mes se espera una nueva trasferencia del Ayuntamiento de 900.000 euros, y restaría, el próximo año, la última de 1.150.000 euros. "Nosotros hemos seguido dando pasos. El proyecto ya está aprobado por Cultura y sólo falta que se conceda la licencia de obras. También tenemos preparado el concurso para la obra. Cuando tengamos el dinero de este año podríamos empezar. Queremos hacerlo cuanto antes, pero en estas circunstancias no podemos aventurarnos. No podemos pedir un crédito puente como hacíamos antes porque no tenemos garantizados los ingresos. Si tenemos el dinero este mes podríamos arrancar antes de que acabe el año", ha resaltado el ecónomo.
La pérdida de ingresos también afectará de manera importante a las obras previstas en la Catedral. La más importante es la que estaba prevista en la cara norte de la Giralda, con la que culminaría la rehabilitación integral (a falta del campanario). "Es evidente que los ingresos de la Catedral son prácticamente nulos desde marzo. Así no podemos completar la obra de la Giralda, que es la que más se ve, pero tampoco se podrá seguir con la rehabilitación del Sagrario, de varias capillas o de la Iglesia del Salvador, donde estaban previstas diversas actuaciones. Nos vamos a centrar en las tareas de mantenimiento. No haremos nuevas obras porque no hay dinero", ha explicado Teodoro León, vicario general y deán de la Catedral.
Otras obra que quedan en suspenso son las previstas en las iglesias sevillanas de San Benito, San Esteban, Omnium Sanctorum, Santiago, o las del propio Arzobispado, ya comenzadas y que serán paralizadas.
Satisfacción por las nuevas visitas a la Catedral
Las visitas singulares, con el novedoso horario nocturno, puestas en marcha desde el pasado 1 de junio están teniendo una gran aceptación, como ha reconocido el deán, Teodoro León. Gracias a ellas, ha resaltado, la Catedral está retomando la actividad aunque a años luz de los niveles anteriores a la pandemia y con unos ingresos que apenan sirven para cubrir los gastos generados: "Se están desarrollando de manera muy positiva. Prácticamente se cubren todas las plazas. Decidimos ponerlas en marcha para ir creando esa sensación de que nos adentramos, poco a poco y dentro de las actuales circunstancias, en la normalidad. No podíamos permanecer sin hacer nada".
Además de las visitas singulares, la Catedral y la Giralda se podrán visitar desde el próximo lunes en pequeños grupos de hasta 50 personas. Las entradas se pueden adquirir desde este miércoles en la web del monumento.
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