IU de Sevilla desoye las indicaciones de Madrid para que García dimita

La imputación en el caso Enredadera de José Manuel García, portavoz de IU en el Ayuntamiento de Sevilla, va camino de abrir una guerra entre la dirección local y central de la coalición de izquierdas. Mientras el consejo de IU en la capital andaluza defiende que García no debe abandonar su cargo hasta que sea procesado, en Madrid, el diputado nacional Alberto Garzón ya ha advertido que en casos relacionados con corrupción se ha de ser "ejemplar" ante los ojos de la ciudadanía. Dichas declaraciones van en consonancia con las expresadas por el coordinador del partido en Andalucía, Antonio Maíllo, quien ya el lunes advirtió que García "tendría que dimitir" si seguía imputado tras su declaración esa jornada ante la juez Mercedes Alaya.

Los casos de corrupción no sólo generan la desconfianza de los ciudadanos en los políticos, sino que también crean divisiones en los partidos a la hora de aplicar el código ético. Una cosa es la teoría y otra muy distinta parece ser la práctica. Especialmente cuando las normas hay que aplicarlas en el ámbito más cercano. Esta situación es la que ya se está viviendo en el seno de IU. La imputación del portavoz municipal en Sevilla, José Manuel García, en el caso Enredadera, una trama investigada por la juez Alaya en la que se pagaban comisiones a cambio de favores en la adjudicación de contratos públicos, ha creado una brecha más que visible entre la dirección local y central de esta coalición.

El mismo día de la declaración el coordinador regional, Antonio Maíllo, pese a defender la "inocencia" de García en este asunto, aseguraba que sus compañeros de Sevilla actuarían con "coherencia". Por tal motivo, se remitió a declaraciones realizadas días anteriores en las que afirmó que el portavoz tendría que dimitir de su cargo "si se mantenía su imputación tras la declaración".

Un día después el diputado nacional de IU, Alberto Garzón (quien ya ha anunciado su candidatura a las primarias de la formación de cara a las elecciones generales), aseguró sin ninguna duda que García sería "perfectamente coherente con las prácticas de IU". Garzón no empleó la palabra dimisión, pero sí advirtió que "para que la gente en la calle nos entienda como un instrumento útil tenemos que ser ejemplares". Una ejemplaridad que conlleva el estar libre de cualquier imputación mientras se ostenta un cargo.

El Consejo Local de IU en Sevilla parece hacer oídos sordos a las advertencias de Garzón y Maíllo, pues la noche del lunes, horas después de que García declarase y siguiera imputado en el caso Enredadera, manifestó su apoyo al actual portavoz municipal, del que defendía su "inocencia". Sobre su posible dimisión en atención a las indicaciones de las directivas central y regional, fuentes del Consejo Local indicaron a este periódico que el código ético de IU "no es aplicable" en este caso, pues García está imputado "pero no procesado".

Los miembros de la dirección sevillana se refieren al punto número ocho del citado código. En él se insta a "asumir las responsabilidades políticas a que hubiera lugar en casos de corrupción, con dimisión cautelar de los cargos públicos y cargos de libre designación en caso de imputación y procesamiento por delitos de corrupción política o urbanística". La dirección sevillana entiende que para que García dimita, además de estar imputado, debe ser procesado, situación a la que aún no se ha llegado.

"Ahora mismo el caso se está investigando, en diligencias previas, por lo que no se ha abierto ningún procesamiento", explican desde el Consejo Local, donde, no obstante, se admite que existe un "debate en la organización" sobre la continuidad del portavoz, "aunque si dimite o no es decisión personal de él", subrayan en el partido.

Dicho "debate" se produce a seis meses de las elecciones municipales, una cita para la que la formación local aún estudia si se presentará bajo las siglas de Ganemos. Este contexto ha ralentizado el proceso para elegir el candidato sevillano en los comicios locales, un puesto para el que García cuenta "con muchas papeletas", según indicaron desde el propio partido. La situación a la que ahora se enfrenta el actual portavoz, con su imputación y los mensajes continuos de la dirección regional y central sobre la necesidad de ser "ejemplares", hace que su carrera para lograr la candidatura a la Alcaldía hispalense resulte muy dificultosa.