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Una solución más sencilla para los aneurismas de aorta complejos en el Virgen del Rocío

Avances quirúrgicos

El hospital afianza la utilización de una técnica mínimamente invasiva que se abre paso ante la cirugía abierta en casos de dilatación de aorta toracoabdominal

Más de una veintena de pacientes se han beneficiado ya de esta alternativa que evita la cirugía abierta

Cirujanos del Virgen del Rocío realizan el primer implante de una prótesis de esternón y ambas clavículas a medida en Andalucía

Profesionales del servicio de Angiología y Cirugía Vascular en un quirófano. / H.u. V. R.

Un aneurisma de aorta es una silenciosa bomba de relojería. No da la cara, no duele, no hay señales de peligro. Poco a poco, la ateroesclerosis, ligada sobre todo al tabaquismo, el colesterol alto y la hipertensión, aunque también puede tener detrás un componente genético, va provocando un ensanchamiento de las paredes de la aorta, cada vez más debilitadas. Si se produce una rotura, lo que suele ocurrir sin previo aviso, el riesgo de muerte es altísimo. La aorta es el vaso sanguíneo principal que suministra sangre a todo el organismo. En minutos, se puede perder la vida por la hemorragia. Por eso, hay que actuar con extrema rapidez y es tan importante hacerlo antes de que esto ocurra.

Con este objetivo, una vez más, el Hospital Virgen del Rocío lo ha conseguido y despunta ya en la vanguardia de España. El servicio de Angiología y Cirugía Vascular ha logrado dar un paso adelante en la medicina sevillana, consolidando una técnica pionera en Andalucía que permite un tratamiento mínimamente invasivo ante el aneurisma de aorta toracoabdominal complejo. Un procedimiento que hasta la fecha sólo está implantado en unos pocos centros de Europa y del que en Sevilla se han beneficiado ya más de un veintena de personas.

La técnica paso a paso

Cuando a un paciente se le diagnostica un aneurisma toracoabdominal, muchos se imaginan la gran incisión y la larga recuperación asociadas con la cirugía de corazón abierto. Sin embargo, para la mayoría de los pacientes, la cirugía abierta es ya cosa del pasado gracias a la pericia del equipo de Angiología y Cirugía Vascular del Virgen del Rocío.

Fuente: Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Virgen del Rocío. Gráfico: Dpto. de Infografía

Lo que diferencia a un aneurisma toracoabdominal de otros aneurismas es que se extiende tanto hacia arriba en el pecho como hacia abajo en el abdomen. Estos son unos de los aneurismas aórticos más difíciles de tratar debido a la complejidad de su localización, con ramas que suministran sangre a muchos órganos vitales del cuerpo. Precisamente, por esas múltiples ramificaciones, la intervención convencional implica abrir el tórax y, en la mayor parte de los casos, detener el latido cardíaco y emplear una técnica de circulación extracorpórea para poder corregir la enfermedad. Intervenciones muy largas y que representan un riesgo importante de ictus, de trombosis o embolia cerebral e infartos.

Ante ello, el jefe del servicio en el Virgen del Rocío, el doctor Lucas Mengíbar Fuentes, explica que la evolución tecnológica experimentada en los últimos años, tanto en las técnicas diagnósticas como en las prótesis o stent endovasculares, representa un gran avance para los cirujanos, que ahora pueden tratar arterias de difícil acceso, que de otra forma no podrían ser abordadas quirúrgicamente por los riesgos que supone para la vida del enfermo.

"Hasta hace unos años, los pacientes con patología de aorta complejos eran sometidos a procedimientos de cirugía abierta con una morbimortalidad nada despreciable, posibles complicaciones como infecciones o rechazos a la propia prótesis, y con tasas de ingresos en UCI y planta muy prolongados, por encima de los 10 días de media", explica el especialista. "Actualmente, nuestros pacientes son sometidos a procedimientos percutáneos, o con accesos mínimamente invasivos, y presentan una tasa de complicaciones mínima y una estancia media menor a la semana, algunos de ellos sin pasar por UCI", añade.

La técnica empleada para estos casos por el equipo del doctor Mengíbar supone un avance más en el abordaje endovascular que ya se estaba haciendo en el centro desde el año 2000. Con este procedimiento, el paciente es operado con anestesia local y la intervención se realiza con control de imagen vascular avanzado, mediante pequeñas incisiones (o punciones) en las arterias de la ingle por las que se introduce la prótesis. Esta técnica minimiza el riesgo de la cirugía abierta convencional y representa un avance muy importante en el campo de las enfermedades cardiovasculares. Se trata de un procedimiento que está totalmente consolidado y que desde hace más de dos décadas es la primera opción para la mayoría de aneurismas abdominales. Sin embargo, los profesionales del Virgen del Rocío han dado en los últimos años un paso más en el tratamiento mínimamente invasivo también de los aneurismas que, más allá de la parte abdominal, afectan a toda la aorta, torácica y abdominal, dañando la salida de las arterias renales y viscerales, y que antes eran fieles candidatos a la clásica cirugía abierta y sus contraindicaciones.

La técnica que desde el año pasado viene consolidando el equipo de Angiología y Cirugía Vascular del hospital sevillano responde a procedimientos endovasculares aplicados con éxito también para patología aórtica compleja. Para ello, se utiliza una prótesis personalizada y hecha a medida para cada paciente que tiene ramas y orificios especiales para adaptarse a la anatomía individual de cada paciente, protegiendo el suministro de sangre a todas las partes del cuerpo. La intervención consiste en colocar esta prótesis y desde dentro colocar un stent que hace de puente entre la prótesis y la ramificación, "generando una especie de aorta nueva", matiza el especialista. La prótesis se despliega mediante un catéter que se introduce en el cuerpo a partir de pequeñas punciones de aguja en la ingle, eliminando la necesidad de una incisión. Una vez colocada, proporciona una vía para que la sangre fluya sin acumularse en la protuberancia del aneurisma, donde crearía presión.

El doctor Lucas Mengíbar Fuentes, y jefe del servicio, en su consulta en el Hospital Virgen delRocío. / H. U. V. R.

"Todo mediante una pequeña punción en la arteria femoral, sin necesidad de hacer corte alguno, por lo que reduce aún más el periodo de convalecencia y recuperación del paciente, que ya no necesita obligatoriamente de una estancia posterior en la Unidad de Cuidados Intensivos y que puede ser dado de alta para que regrese a su domicilio en tan sólo 48 ó 72 horas tras la intervención. Además de esta ventaja, las técnicas endovasculares permiten dar una solución quirúrgica a pacientes que no podrían someterse, por sus condiciones clínicas, a una cirugía abierta", apostilla. Este procedimiento sustituye además el día entero en el quirófano de antes por las tres ó cuatro horas en las que se logra corregir la lesión con este método.

En esta línea, el doctor recalca que el riesgo de mortalidad con cirugía abierta en determinados casos era tan alto que muchas veces se llegaba desestimar el quirófano para evitar complicaciones. "Lo que se hacía era intentar cuidar al paciente de otra manera con medicación, controlándole la tensión y evitar así las complicaciones irreversibles de la cirugía. Pero ahora todo son ventajas", añade el profesional.

El procedimiento se ha utilizado "sin complicaciones" en más de una veintena de pacientes desde su primera aplicación en 2020. El año pasado se alcanzaron las doce intervenciones de este tipo frente a las tres que se hicieron el año anterior, reduciendo drásticamente las tasas de morbimortalidad y la estancia hospitalaria de los mismos. En los seis primeros meses de 2022 se han beneficiado ya de estas ventajas siete pacientes, por lo que todo hace indicar que, como mínimo, se alcanzaran las cifras del 2021. Lo que revela su consolidación.

Buenos resultados

El doctor Lucas Mengíbar, insiste en el éxito de este procedimiento, no sólo por los buenos resultados, sino porque, además, está permitiendo dar un tratamiento seguro a personas que prácticamente estaban "desahuciadas". Las complicaciones y comorbilidad que supone una cirugía abierta a los pacientes, teniendo en cuenta que la media de edad de la mayor parte de los pacientes a los que se les detecta esta patología de aorta compleja supera los 70 años y que, en muchos casos, están condicionados por enfermedades previas de diversa naturaleza, quedan totalmente descartadas. "Son pacientes de cierta edad, más de 70 años normalmente, y con otras enfermedades a los que una cirugía en la que se les tiene que abrir el tórax y todo el abdomen para sustituir toda la aorta puede conllevar graves complicaciones. Aunque la intervención sea un éxito, la posibilidad de tener efectos coronarios, infecciones en general y en la herida o fallo renal irreversible es muy alto. Por tanto al final acabas teniendo una mortalidad muy alta, no en quirófano, pero si a posteriori", argumenta.

En cuanto al perfil del paciente candidato a esta técnica, no hay indicaciones concretas. "Cualquier persona que cumpla los criterios de inclusión en quirófano como para cualquier otra intervención es candidato a esta técnica", afirma el doctor.

Una de las pocas desventajas de las nuevas técnicas son el elevado coste de los implantes. "Son prótesis fabricada exclusivamente para cada paciente de las que se encargan casas productoras que están en Australia o California y eso tiene un coste, por lo que cada caso tiene detrás una discusión previa porque como poderse aplicar se puede hacer en cualquier persona porque es una alternativa de poco riesgo comparado con la alternativa. Todo indica que estamos en el camino del crecimiento", subraya el jefe de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Virgen del Rocío.

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