El Hospital Virgen Macarena controla la EPOC con inteligencia artificial

La inteligencia artificial forma parte de nuestra vida. Casi sin darnos cuenta, facilita innumerables gestiones que mejoran nuestro día a día, nuestro ocio, nuestro trabajo y hasta nuestra salud. Y es que, la tecnología puede servir para casi todo, incluso para mantener una conversación con pacientes crónicos capaz de detectar descompensaciones y evitar largos y engorrosos ingresos hospitalarios. Esa va a ser la tarea en el servicio de Neumología del Hospital Virgen Macarena de Lola, un asistente virtual que se va a encargar de interrogar a los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) en función de su dolencia, catalogar la información y transmitirla en tiempo real al médico. Para ello, los pacientes no necesitan dispositivos, instalación, aplicaciones, ni wifi, sólo descolgar el teléfono.

"Es un programa que va a ayudar a los pacientes a tener un seguimiento más estrecho de lo habitual a través de una enfermera virtual que los va a llamar de manera periódica y, a través de una serie de preguntas, nos facilitará el poder detectar si el paciente está en riesgo de presentar un empeoramiento con la intención de mejorar la vigilancia de la enfermedad y a la vez disminuir la necesidad de atención hospitalaria", explica la responsable del proyecto en el centro, la neumóloga Virginia Almadana que, junto a su compañera Ruth Ayerbe, y el equipo de enfermería de las consultas especializadas de EPOC darán forma al proyecto.

El programa AZerca es una colaboración entre el hospital sevillano, la farmacéutica AstraZeneca y la compañía tecnológica Tucuvi para mejorar el seguimiento de los pacientes con EPOC que presentan un mayor riesgo de ser agudizadores, es decir, de tener frecuentemente recaídas de su enfermedad y un empeoramiento por el que pueden acabar ingresando más o consultando más a los servicios de salud, ya sea a través de su médico en Atención Primaria, en las Urgencias o en el propio servicio de Neumología.

La doctora Almadana explica que los pacientes van a recibir una llamada a la semana. Los mismos han sido instruidos sobre el funcionamiento del programa. "Se les va a llamar siempre a la misma hora, el mismo día de la semana y se les han dado indicaciones sobre el tipo de preguntas que les hará el asistente para que todo sea más fluido", explica.

Así, s el paciente dispone de algún sistema de monitorización en casa, tipo pulsioxímetros, tensiómetro o medidor de la saturación oxígeno, Lola puede hacer referencia a esos niveles en sus preguntas, pero no es indispensable. "Se trata de una atención personalizada ya que el asistente, al estar pasado en un sistema de inteligencia artificial, es capaz de ir adaptando la conversación a las respuestas. Por ejemplo, si pregunta a un paciente si tiene edemas en las piernas, si la respuesta es que no, Lola para, pero si es que sí, seguiría indagando en esa línea", detalla la neumóloga.

Los datos recopilados son analizados y estructurados de forma automática en una plataforma para posteriormente ser revisados por el equipo de enfermería especializado, priorizando alertas preconfiguradas que permiten focalizar la atención en aquellos pacientes con mayor riesgo de descompensación o cambios en su clínica habitual. "Esto permite una intervención temprana y personalizada para evitar exacerbaciones potenciales, ingresos innecesarios y, en última instancia, mejorar los resultados en salud", destacan desde el servicio.

Esto complementa la labor de los profesionales sanitarios, ya que les permite hacer un acompañamiento de los pacientes de una forma más frecuente, cercana y personalizada, lo que se traduce en una mayor adherencia al tratamiento y una mejora en el autocuidado, y además pueden anticipar posibles descompensaciones que deriven en un empeoramiento de la enfermedad.

Este programa arrancará con la participación de alrededor de 15 pacientes de la consulta especializada de EPOC del Macarena, aunque el reclutamiento sigue activo. El seguimiento tiene prevista una duración de 12 meses y tiene como objetivo evaluar si es factible implementar la herramienta en el Servicio de Neumología del hospital sevillano. "Es un pilotaje pero la idea es que se mantenga porque confiamos en que tenga un buen impacto en la disminución de los ingresos y control de los pacientes", concluye la responsable del programa en el Virgen Macarena.