El Hospital Militar cierra tres alas este verano pese al repunte de Covid

Plan de Vacaciones del SAS

Satse alerta del bloqueo de 87 camas en el centro y denuncia el traslado "improvisado" de algunos profesionales a otros servicios del Virgen del Rocío

El área hospitalaria inhabilitará en agosto más de 370 camas entre todos sus centros

Las enfermeras de Atención Primaria se quedan sin sustituciones este verano en el área Sur

Varias personas esperan en los bancos de la puerta de las Urgencias del Hospital Virgen del Rocío. / José Ángel García

El Hospital Militar, rebautizado como Hospital de Emergencia Covid-19 por su prioritaria dedicación a la atención de esta patología desde su reapertura en febrero de 2021, cerrará este verano tres alas de hospitalización, la cuarta, quinta y sexta impar, más 15 puestos de UCI, que supondrán una merma de 87 camas en el cómputo global de unidades. Todo pese a que desde la Administración andaluza ya se ha advertido del aumento de los contagios de coronavirus y sus posibles efectos en la presión asistencial tras el repunte de ingresos de la semana pasada, ya por encima de los 600 en Andalucía.

La estrategia forma parte del Plan de Vacaciones de Servicio Andaluz de Salud (SAS). Al igual que los centros de salud de Atención Primaria cierran por las tardes entre julio y septiembre por el periodo de vacaciones del personal y la falta de sustitutos para mantener las agendas abiertas, los hospitales sevillanos también cambian el paso durante el verano para "adecuar el número de camas disponibles a la ocupación hospitalaria y la programación quirúrgica prevista en cada centro". En este caso la maniobra clásica del SAS tiene como eje el cierre de camas, es decir, la inhabilitación de salas de hospitalización para ajustarla al volumen de la plantilla que queda disponible en el periodo de vacaciones.

Principalmente, según fuentes oficiales, se hace por la bajada de actividad quirúrgica y de demanda de ingresos, en base a "antecedentes históricos de demanda asistencial en el periodo estival más reciente" y "siempre conllevando la activación de los recursos adicionales que fueran necesarios en caso de que se supere la demanda esperada", pero también porque el plan de vacaciones presentado por el SAS no será suficiente para cubrir todas las vacaciones y, a menos personal, menos trabajo que se puede cubrir en planta. Estos cierres también se aprovechan para hacer reformas en los hospitales.

Así todo, en el área hospitalaria Virgen del Rocío, este verano serán una media de 377 camas las que el SAS cerrará en todos sus centros durante el mes de agosto, el más afectado por esta medida. Del total, 87 se inhabilitarán en el Hospital Militar; 24 en el Infantil; 44 en el Hospital de la Mujer, donde Salud aduce a las obras de renovación del sistema de climatización de la quinta planta como razón del cierre; 92 en el Hospital de Traumatología; y 130 en el General.

Igualmente se prevé el menor ritmo quirúrgico durante este verano. Según el SAS, en toda Andalucía se prevé la realización de 71.500 intervenciones, 2,4 millones de pruebas diagnósticas y 2,9 millones de actos asistenciales en consultas externas, suponiendo la actividad quirúrgica prevista la realización del 80% de la actividad ordinaria del resto del año, según recoge el plan de la Junta para el verano.

Una estrategia que, aunque es un clásico de cada periodo estival, no deja levantar ampollas entre los representantes sindicales que ven, "un año más", como "la falta de diligencia en la búsqueda de personal sustituto termina afectando a los descansos de los sanitarios". "De nuevo vemos cómo la falta de previsión con la que trabaja el SAS respecto al Plan de Vacaciones repercute en la atención sanitaria de todos los sevillanos porque se disminuye, no sólo el número de profesionales en activo por falta de sustituciones, sino también el número de camas hospitalarias", lamenta la secretaria provincial del Sindicato de Enfermería, Satse, en Sevilla, Reyes Zabala.

La portavoz de la principal central sindical entre los enfermeros sevillanos apunta, además, que esa "falta de planificación" ha obligado al SAS a modificar el plan de vacaciones apenas días después de habérselo comunicado a los profesionales. Una maniobra que ha incluido nuevos cierres no previstos inicialmente y con el que desde Satse aseguran se habría intentado "vulnerar" el derecho a vacaciones de los profesionales. "Nos presentaron el día 29 de junio un plan de vacaciones y el viernes día 1, cuando se puso en marcha, los profesionales del Hospital Militar me advirtieron del cierre de una ala de hospitalización no prevista inicialmente, la sexta impar con 24 camas, así como la derivación de su personal al Hospital General como refuerzo a su plantilla", denuncia Zabala. "Es un resultado más de la improvisación con la que trabaja la Administración. Los profesionales tienen pedidas sus vacaciones de verano desde el 30 de abril y a 30 de junio no se les puede decir que cierra su ala de hospitalización y que serán trasladados a otro servicio sin garantías de que les sean respetados sus turnos y vacaciones", añade.

Por otro lado, la portavoz sevillana de Satse insiste en denunciar la "temporalidad" de los contratos de los profesionales que conforman la plantilla del Hospital Militar. Este tema, que ya fue motivo de críticas sindicales en su reapertura hace año y medio, continúa siendo un reclamo de los representantes de los trabajadores porque este centro, que reabrió después de 17 años cerrado como hospital de emergencia para pacientes con Covid-19, ha ido abriendo nuevas plantas y ofreciendo nuevos servicios pero sin tener personal fijo en el hospital. Es decir, todos los trabajadores son eventuales y van rotando, lo que genera la sensación de inestabilidad que denuncian los profesionales y la mesa sectorial. "¿Por qué? Lo desconocemos, pero no nos queda otra como sindicato que instar a la Administración que tiene que dar contratos de larga duración, contratos estructurales de interinidades vacantes para un hospital que han abierto con personal temporal y que pasa el tiempo y sigue igual", insiste Zabala.

"Como consecuencia del caos y la mala organización con la que trabaja el SAS está teniendo una repercusión muy negativa en los profesionales a los que no se les garantiza a estas alturas de julio poder disfrutar de sus vacaciones ya previstas con anterioridad, pero también en la asistencia sanitaria que, lógicamente, se ve resentida cada verano por estas maniobras. Todo, unido a una sensación de inseguridad porque nada indica que no se vayan a seguir cerrando camas, unidades o servicios por esa falta de profesionales. Más cuando el propio consejero -por el titular de Salud, Jesús Aguirre- ya está anunciando que el Covid está creciendo y, aún así, se cierran camas hospitalarias en un centro dedicado a la atención de esta patología y, en concreto, en una planta dedicada a la asistencia de la misma", apostilla.

Mientras, el Plan de Vacaciones presentado por el SAS prevía la contratación de 3.393 profesionales sanitarios para cubrir las vacaciones del personal este verano. No obstante, a falta de datos oficiales, todo hace indicar que no se ha podido llegar a esa cifra por falta candidatos, tal y como admitió Aguirre porque no se han encontrado profesionales ni en las respectivas bolsas públicas de empleo ni en otras comunidades.

Médicos y enfermeros reclaman que se "fidelice" al personal

Tanto el Colegio de Médicos de Sevilla (Ricoms) como el Colegio Oficial de Enfermería de Sevilla (Ecoes) han valorado de forma positiva la oferta lanzada por el SAS para contratar en Sevilla cerca de 4.000 sanitarios a fin de poder cubrir las vacaciones del personal. Una medida que les fue comunicada por parte de la Administración andaluza, al igual que a organizaciones sindicales y Universidades dentro de una estrategia de colaboración con el objetivo de lograr una mayor difusión y captar al mayor número posible de profesionales.

Ante ello, el presidente del Colegio de Médicos, el doctor Alfonso Carmona, defiende la necesidad de que dichos contratos “reúnan unas condiciones favorables para el profesional ya que es la única manera de fidelizar al médico y garantizar así la calidad de la asistencia sanitaria”.

Por su parte Víctor Bohórquez Sánchez, presidente del Colegio de Enfermería de Sevilla, destaca, que la institución a la que representa “siempre tiene la puerta abierta para sentarse a hablar sobre las acciones que beneficien a la profesión enfermera con la finalidad de acabar con la precariedad laboral. Es por ello que sí tenemos que pedir que esos contratos respondan a criterios de calidad con las mejores condiciones laborales, entre las que destaca una mayor remuneración y la estabilidad, ya que es la forma de evitar que nuestros profesionales tengan que abandonar Andalucía”, manifiesta Bohórquez. De igual modo, insiste, “en el ámbito privado también requerimos un mejor convenio retributivo para poder compaginar Sanidad pública y privada y no tener que buscar otras oportunidades profesionales”.

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