Hospital de la Cruz Roja de Sevilla: 100 años de medicina e historia

De albergue de mendigos a hospital de vanguardia. Han pasado 100 años desde que el Hospital de la Cruz Roja abriera sus puertas en Sevilla en la Ronda de Capuchinos. Concretamente, un 11 de noviembre del año 1923, y gracias al patrocinio de los reyes Alfonso XIII y Doña Victoria. El lugar elegido responde a la donación de unos locales y terrenos que gratuitamente cedieron para su edificación los herederos de Don Juan Marañón y Lavín. Cien años en los que el centro ha ido adaptándose en paralelo al discurrir de la historia de la ciudad y a la evolución asistencial, siendo hoy referencia de la sanidad privada en algunas unidades y servicios. "Un centro resiliente", "humano" y "cercano" como lo describen profesionales sanitarios y gestores que han pasado por allí en los últimos años y que hoy dan voz a este reportaje.

"Un hospital diferenciado"

"Siempre hemos sido un hospital diferenciado por la calidad asistencial, pero, sobre todo, por el trato y la cercanía que creo que es lo que nos caracteriza. Podemos decir que hacemos, en parte, una función social que nos transmite esa pertenencia a Cruz Roja y que, al fin y al cabo, es inherente al día a día del hospital", valora Daniel Maqueda, actual director y gerente del centro.

Hasta llegar a él, la primera gestión del centro estuvo en manos de la Junta de Damas de la Cruz Roja sevillana presidida por la marquesa de Yanduri y dirigido por el doctor Francisco Galmares y Díaz de Lama. Una primera etapa en la que este hospital dispensario empezó a dar pruebas de una gran pujanza y prestigio en la ciudad. En él se ubicó la Escuela de Enfermeras de la Cruz Roja de Sevilla y, durante la Guerra Civil, se reconvirtió en hospital militar dedicado a atender las necesidades sanitarias de la campaña. El siguiente cambio puso los cimientos de lo que es hoy el centro y las posteriores ampliaciones de 1965 y 1969 le dieron su configuración actual. "La de un hospital privado de referencia en la ciudad", define el que fuera director médico del centro entre 2008 y 2017, el doctor Eduardo Clavijo. Hoy jubilado, Clavijo mantiene un estrecho vínculo con el hospital que durante tantos años fue su "segunda casa". También a la Cruz Roja, de la que se hizo voluntario en esta nueva etapa de su vida.

Una fusión de tradición e innovación

En una conversación de apenas media hora, el doctor es capaz de hacer de cabeza un repaso detallado de lo que vivió en el centro y de su evolución en la última década, la de mayor transición del hospital hacia lo que es hoy y adaptación a los nuevos tiempos. El doctor sitúa el punto de inflexión en el año 2006 cuando habla de una "gran transformación" del hospital, tanto en su "aspecto físico" como en el "ideológico". "En lo que se refiere a la atención integral a los pacientes", apunta. "Fue el momento en el que centro dejó de ser un lugar donde fundamente se daba un servicio de medicina interna a pacientes del Servicio Andaluz de Salud (SAS) a pacientes de algunas aseguradoras a transformarse en un hospital de atención médica y quirúrgica", añade Clavijo.

La modernización del hospital ha sido profunda desde entonces, analiza Eduardo Clavijo. "Se ha ido reformando por fases hasta reconvertirlo todo", apunta. En lo físico, un recorrido por el interior del hospital denota que ha sabido conservar su belleza arquitectónica. Basta con fijarse en detalles para adentrarte en la historia de la arquitectura regionalista andaluza. Así se conserva del edificio original toda la parte exterior, que está protegida por la Consejería de Cultura, su jardín y la capilla del hospital.

Pero el viaje por los cien años de historia de la Cruz Roja va más allá de los cambios físicos. En ese proceso continuo de adaptación a los nuevos tiempos llegaron al centro las unidades específicas que han conseguido despuntar con servicios referentes y una novedosa oferta sanitaria de la ciudad. "El centro se ha ido especializando e incluyendo unidades de referencia como la de rehabilitación para pacientes de accidentes de tráfico; el laboratorio de reproducción asistida y la consulta de reproducción; el área de ensayos clínicos, donde se está trabajando con el Instituto Neurológico Andaluz con pacientes con Alzheimer; se potenció la cirugía mayor ambulatoria; la unidad de rehabilitación cardiorrespiratoria; o la unidad de desarrollo infantil y atención temprana a niños (UDIATE), entre otras muchas", detalla el doctor.

Otro reflejo de esa modernización que ha permitido su evolución a hospital puntero fue la digitalización de las historias clínicas. "Marcó un antes y un después", concreta el doctor Clavijo. "Fue un proceso largo porque había que enseñar a todo el personal del centro a manejarla. Pero sus ventajas nos hicieron elevarnos al nivel de grandes hospitales", añade. El otro gran paso dentro de ese proceso de transformación ha sido el compromiso con la calidad y el medio ambiente, lo cual ha supuesto importantes reconocimientos al centro, incluso, a nivel europeo; y con la Violencia de Género, siendo el primer centro privado en la provincia en recibir la certificación de la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía.

"Un hospital resiliente"

Una fusión de tradición e innovación a la que el doctor Luis Capitán, ahora decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sevilla, añade el "humanismo" y la "labor social". El cirujano perteneció al equipo médico del hospital durante una década, entre 2006 y 2016. "Guardo recuerdos fantásticos", afirma contundente. En ese proceso evolutivo, pero sin perder esa vinculación a sus orígenes, Luis Capitán destaca el "acierto" de las tarjetas sanitarias de Cruz Roja. "Fue una forma de acercar la medicina privada a la ciudadanía con importes muy económicos y funcionó muy bien", sostiene.

Por cómo ha sabido adaptarse a los tiempos, para el doctor Capitán la Cruz Roja de Sevilla es un "hospital resiliente" que ha sabido "aguantar en el tiempo embestidas de todo tipo". El decano de Medicina en la Universidad de Sevilla pone en valor esa "brillante" adaptación pese a las "limitaciones" y "dificultades" de carácter económico al pertenecer a una ONG. "El hospital que vemos hoy es fruto de un esfuerzo colectivo y un gran compromiso que permitió, no sin dificultades, hacer grandes inversiones, sobre todo, en los quirófanos. El resultado es lo que tenemos hoy, en mi opinión, un gran hospital y de lo mejorcito en sanidad privada", destaca.

En cuanto al día a día, Capitán destaca la "cercanía extrema" en el centro. "Unas características humanas que, creo, eran el distintivo de este hospital. Era muy fácil y reconfortante trabajar allí con una relación humana y afectiva muy buenas", recuerda el cirujano.

La sombra de la labor social

Baluartes de un centro centenario que comparte el doctor Federico Argüelles. Al especialista del aparato digestivo se puede decir que le unen a este hospital lazos de sangre. En él trabajó su abuelo, también médico, y su buen hacer le llevó a convertirse en Medalla al Mérito de la Cruz Roja. Historia aparte, el doctor Argüelles forma parte de su plantilla de profesionales desde el año 2004. Casi 20 años en los que pone en valor el crecimiento a nivel asistencial experimentado, sobre todo, en los últimos 20 años. "Se ha adaptado la forma de ver a los pacientes y atenderlos a las nuevas tecnologías que el hospital ha ido incorporando poco a poco para mantener siempre a la vanguardia la atención a los pacientes", valora el profesional.

En la vida del hospital, el paciente también ha sabido adaptarse a una evolución en la atención sanitaria que el doctor Argüelles destaca como "otro paso más conseguido" en un centro en que la "calidez" de su funcionamiento es una de sus principales armas. "El equipo humano es muy bueno. Su funcionamiento podemos decir que sigue bebiendo a día de hoy de ese origen social que cimentó hace cien años este gran hospital", concluye.

Como consecuencia de este centenario, la dirección del hospital ha organizado el próximo miércoles un acto institucional en la Fundación Cajasol en el que se pondrá en valor la efemérides que contará con un repaso histórico desde su inauguración en 1923 hasta lo que es hoy el centro, con miras al futuro. Estará acompañado de la proyección de fotos de todas las épocas vividas. A nivel interno, el hospital está igualmente preparando una emotiva celebración para final de año dentro de sus instalaciones para no interrumpir la actividad asistencial en un acto de carácter más íntimo. Además, está prevista la celebración de unas jornadas que se dedicaran a la historia del centro dividida por etapas desde su nacimiento hasta la época actual.