El Hospital del Aljarafe consolida un proyecto para humanizar la UCI
La ampliación del horario de las visitas favorece la recuperación de los enfermos ingresados, al restar sufrimiento emocional
La tecnificación de los cuidados intensivos (catéteres, sondas, sistemas de soporte vital, etcétera) y la separación de los enfermos críticos de sus familiares debido a la complejidad de los procesos, entre otras razones, caracterizan a las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI). La sensación de soledad y tristeza suele invadir a estos enfermos en los momentos de conciencia, de modo que la compañía de un familiar representa un alivio que favorece la recuperación de los pacientes críticos en las UCI.
Un estudio realizado en el Hospital del Aljarafe en 2014 confirmó que la separación de los familiares genera sufrimiento emocional a los enfermos ingresados. Ante esta realidad, el equipo de la UCI del Hospital Aljarafe, dirigido por el doctor José Luis García Garmendia, ha implantado un proyecto para humanizar los cuidados intensivos mediante un plan de puertas abiertas, entre otras medidas pensadas para restar sufrimiento a los enfermos durante la estancia hospitalaria.
La medida central de este proyecto se adoptó el pasado mes de febrero en el Hospital del Aljarafe y consistió en la ampliación de los horarios de visitas. Un familiar principal, que puede cambiar cada semana para evitar la sobrecarga de un solo cuidador, puede permanecer junto al enfermo crítico casi nueve horas ininterrumpidas, desde las 13:30 a las 21:00; y se mantiene la visita de hasta dos personas en los horarios clásicos (13:30 y 20:00). Esta opción, la denominada UCI de puertas abiertas, está dirigida a pacientes ingresados que se encuentran despiertos y que se pueden interrelacionar con el entorno. Cada año unos 300 pacientes son ingresados en al UCI del Hospital de San Juan de Dios del Aljarafe y la mayoría (85%) sobreviven.
"Los resultados son muy positivos", explica el doctor García Garmendia, responsable de la UCI y promotor del proyecto. Además de acompañar a sus enfermos, los familiares participan de manera activa en los cuidados, de modo que las peticiones al personal de la UCI se reducen. La amplitud de los ocho boxes en activo de esta área hospitalaria, que se inauguró en 2004, favorece la presencia de familiares en el horario ampliado.
"La humanización es una de las estrategias de la orden hospitalaria San Juan de Dios", asevera el responsable de la UCI, al incidir en otras medidas adoptadas en su servicio: "hemos adecuado la sala de información de los familiares; y colocaremos vinilos en las ventanas de los boxes para preservar, en la medida de lo posible, la intimidad, sin restar el control visual de los enfermos por parte de los profesionales en el control de la sala".
Otra de las medidas que contempla este proyecto consiste en aportar imágenes e hilo musical relajantes mediante un canal de televisión gratuito. Para mejorar el confort se prevé reducir el uso de sujeciones mecánicas; ajustar al mínimo el uso de sedantes; la fisioterapia precoz; la valoración sistemática de las sensaciones de dolor, entre otras. Al inicio de la implantación de este proyecto de humanización, parte del personal mostró reticencias en lo referido a la mayor presencia de los familiares en una unidad que habitualmente está cerrada. Pero en los cambios en el trabajo que ha supuesto para los profesionales de la UCI, "lo que parecía un inconveniente se ha convertido en una ventaja", comenta el responsable. Los cuidadores comprenden mejor todo el proceso y durante sus estancias conocen cómo tienen que manejar la nueva situación del ser querido enfermo, pues un destacable volumen de pacientes salen de la UCI con secuelas temporales o de por vida.
La hospitalidad en los últimos momentos de vida
El Hospital del Aljarafe incorporó en 2013 un protocolo de acompañamiento en fase final de la vida para pacientes en situación terminal, cuando una vez que se agotan todos los recursos técnicos, y sin haber expectativas de mejora, se decide limitar el esfuerzo terapéutico y facilitar una sedación y analgesia adecuada en los últimos momentos de la vida. Este protocolo permite la presencia de la familia y allegados, de modo que puedan entrar libremente, en tiempo y en número, para acompañar al paciente en sus últimos momentos. Esta estrategia fue implantada "con muy buenos resultados", explica el doctor José Luis García Garmendia, médico intensivista y jefe de la UCI en el Hospital del Aljarafe. La hospitalidad y el trato humano son dos señas de identidad de la Orden San Juan de Dios.
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